—Si la operación tiene éxito y me despierto, asegúrate de darme el libro a primera hora.
Si Micaela realmente se olvidó de Carlos, ¿podría fingir que Carlos nunca había existido?
En caso de que lo recuerdaba algún día, podría odiar a Marcos. Entonces la miró y asintió.
Micaela se aburría con el mando a distancia, pero en un instante todas las miradas se dirigieron a la persona del televisor.
La reportera estaba de pie en la entrada del bar, rodeada de muchos curiosos, y hablaba tan rápido como podía:
—Carlos, el presidente de Grupo Aguayo, coqueteaba con mujeres en clubes todas las noches.
Cuando él apareció, la reportera se apresuró a acercarse y trató de entrevistarla, pero sin decir una palabra, le soltó el micrófono.
En medio del asombro de la multitud, la escena se quedaba en blanco.
Unos segundos más tarde, las imágenes volvieron a aparecer. Carlos ya estaba dentro, y algunos guardias de seguridad intervinieron para detener a los periodistas.