Antes de irse a las duchas para hombres, Sora y Willian son llamados por Ryoma para una misión de exploración y mantenimiento de las zonas seguras. Además, claro está, que es a petición del funcionario quien desde hace varios días inunda con llamadas a la oficina del capitán.
Se presentan en el gimnasio, donde entrena Ryoma y hacen el saludo de las fuerzas especiales que consiste en la señal universal del ejército, pero en lugar de que fuera la mano abierta, consiste en el puño cerrado y a la altura de la mandíbula. Este saludo simboliza lo duro que es el entrenamiento y como cada cadete y oficial de mayor rango llevan en su mente aquellos días duros.
Con la atenta mirada de Kenzo, que entrena con pesas para mayor fortaleza en sus brazos, Ryoma les explica su misión:
-Como estaremos ocupados tanto Kenzo, Teressa y yo, dejaremos que ustedes se encarguen de esta misión. -les entrega los documentos con exploraciones anteriores y últimos movimientos de aquel lugar asignado.
-¿Una fábrica cañas de pescar?-pregunta Sora.
-Exacto. Es un importante enclave de zona segura que limita con Ibaraki. Se sabe que normalmente los grupos de exploración se quedan en ese lugar y su trabajo es ir y verificar que todo esté en orden. Si las defensas siguen en pie. Si hay alimento, lugar para descansar. -explica Ryoma.
-Es importante que se mantenga como puesto seguro. -añade Kenzo.
-Entendido. ¿Iremos…? -dice Willian.
-Lastimosamente es mi día libre así que no…no voy a llevarlos. -responde Kenzo son una sonrisa.
-Son como diez kilómetros a caminata. -se queja Willian.
-En una hora podrán llegar y antes del anochecer. Recomiendo que partan ahora si quiere lograrlo. -aconseja Ryoma y les entrega dos mochilas con suministros y lo necesario por si ocurre algo malo.
Ambos jóvenes parten rumbo a la fábrica, mientras Kenzo le dice por detrás a Ryoma:
-¿No son muy jóvenes para ir a una misión sin oficiales de alto rango?
-Si, lo son, pero me preocupa mucho más lo que está por venirse si nuestras sospechas son ciertas. No bajes la guardia, vendrán unos meses realmente difíciles.
-Si para el amanecer de mañana no regresan…
-Ya lo sé, los irás a buscar con tu hummer.
Mas tarde y habiendo recorrido varios kilómetros en poco tiempo, Willian y Sora caminan a lo largo de una calle cubierta por vegetación, sangre seca, vísceras pegadas contra la pared y lo que la lluvia dejó y por la falta de mantenimiento los edificios yacen con oxido, mugre y hongos en sus esquinas.
Las bicicletas, autos volcados y toda clase de evidencia de caos adornan la zona como si todo rastro de aquel fatídico día en que la infección se propago ferozmente no hubiera pasado hace mucho:
-¿Qué crees que encontremos en esa fábrica?-pregunta Sora.
-No mucho. Es solo para revisar que todo esté en orden y si hay algo roto o que falte, nosotros tenemos que repararlo o reponerlo. Muy sencillo. -responde Willian.
-Me refiero a si nos encontremos con algo fuera de lo usual.
-¿Por qué lo preguntas?
-Últimamente ¿no sientes que algo no está bien?
-Dices cosas muy extrañas ¿sabes?
-¿Huh?-mira a Willian y lo encuentra igual de confundido.
Sus sospechas crecen gradualmente con solo ver la expresión de Willian. Es igual de joven y con el mismo rango, pero lleva más tiempo que Sora por lo que supo ver cosas muy crueles. Por supuesto que comparten ahora la misma inquietud:
-Ronin zombi, el puente en Katori que tuviste que reparar con Ryoma y la muerte de varios equipos de limpieza. Estoy muy seguro de que algo raro ocurre. -le comenta a Willian.
-No se conozco los detalles, pero desde hace meses suceden cosas extrañas en Chiba. Aunque no lo parezca esta prefectura es la base de Neo-Tokyo y se invirtió mucho esfuerzo en volverlo una zona segura. Según parece los altos funcionarios desean repoblar esta prefectura con algo más que 100.000 supervivientes.
-¿Existe esa cifra?-pregunta Sora.
-Contando a las fuerzas de autodefensa y habitantes de la ciudad y otros equipos de exploración y limpieza, no superan los 50.000. Por supuesto que esa cifra no existe y lo hace aún más raro ¿no te parece? ¿Dónde conseguirán otros 50.000 supervivientes? ¿hay más personas en Japón?
-Quizás busquen albergar a habitantes de otros países en el continente.
Willian lo mira rápidamente y se sorprende de no haber pensado en esa posibilidad, pero otra pregunta lo deja callado ¿Cómo ir a otros países donde seguramente haya pequeñas comunidades supervivientes? ¿el actual gobierno oculta algo?
Después de varias horas caminando por las pequeñas calles de la ciudad, llegan a una fábrica junto al rio y donde funcionaba un sistema de comercio de artículos para la pesca y relacionado a la actividad comercial.
El primero en entrar es Willian y Sora lo sigue, siempre protegiendo la retaguardia. A lo lejos el sol se encuentra a mitad de camino, anunciando que lentamente se acerca la noche y es casi imposible volver a tiempo por lo que antes de inspeccionar los alrededores, el británico-japonés arma el lugar para poder dormir hasta el día siguiente. Sora se ofrece a inspeccionar y obtener experiencia en esa clase de misiones por lo que su compañero acepta siempre y cuando, y a palabras de él, no haga nada estúpido o peligroso a lo que el novato responde levantando el dedo de en medio mientras recorre el edificio.
Mirando las maquinas oxidadas y cubiertas de moho, Sora piensa en la vida de las personas antes del apocalipsis, antes de que caníbales deseosos por devorar carne humana consiguieran destruir el mundo y obligar a los humanos ordinarios a refugiarse en fortalezas con el nombre de sus antiguas capitales con el afán de mantener un poco de aquellos días "civilizados".
Le llama también la atención el que las pertenencias de esos obreros que alguna vez trabajaron en la fábrica sigan puestas sobre las mesas o maquinas como si nunca hubiera pasado el tiempo. Entonces se pregunta como si recordase el cómo se vivía antes:
-¿Alguna vez…se podrá volver a como era antes?-de repente escucha un sonido y se voltea con la mirada hacia una puerta-¿Q-Que fue eso?-murmura y escucha golpeteos contra una puerta de metal.
Intrigado por aquel ruido, se acerca lenta y sigilosamente hasta que siente como le tocan el hombro y rápidamente toma vuelo y lanza una patada contra Willian, quien se agacha para esquivar a su compañero:
-¡¿Qué se supone que haces maldito tarado?!-se molesta el rubio.
-¡Y-Yo…perdón!-se inclina hacia adelante-¡e-escuche un ruido y me puse tan nervioso que creía que tú eras un infectado!
-Oye ¿eres tonto? -lo mira a Sora con desagrado.
-¡Cierre la boca maldito tonto!
Willian suspira y mira a la puerta que tanto vigilaba Sora:
-¿Esa es la puerta que dices escuchar sonidos? -se siente extrañamente alterado cerca de la puerta.
-Si. Hay algo raro detrás. No sé cómo explicarlo.
-Puedo entender por qué. -responde Willian.
-¿A qué te refieres?
El cabo Willian saca de su mochila los documentos con información de la fábrica y eso incluye un plano con lo que hay dentro y se lo muestra a Sora, quien abre sus ojos de la sorpresa y luego se muestra preocupado:
- ¿Lo entiendes ahora? - pregunta Willian.
-…-asienta con su cabeza.
-Esa puerta no existe en estos planos. Ya de por sí…esta gran sala con máquinas no aparece en este plano. Se supone que está en otro sitio.