—¿A qué te refieres? —preguntó Morok.
—Los adultos que acompañan a los niños también aceleran su propio envejecimiento. Además, no tendría sentido darles Sillas Magus para jugar si a los monstruos no les importaran los niños.— La garganta de Quylla se sintió reseca pero su voz era firme.
—Lo cual nos lleva al siguiente punto —Dijo Faluel—. Vinimos aquí con la esperanza de que los sujetos de prueba de Glemos fueran más como Equidna y menos como Tifos. Sin embargo, no tiene sentido salvar sus vidas y darles un refugio seguro si se comportan como monstruos comunes.
—Lo que encontramos aquí no significa nada sin contexto. Podría ser una forma de eliminar a los débiles con un poco de misericordia, así como podría ser un parque de juegos para niños cuyos cuerpos permanecen incólumes incluso lejos del géiser de maná.—
Sus palabras hicieron que los demás suspiraran de alivio y se tensaran al mismo tiempo.