Incluso Lith no sería capaz de borrar cada rastro de una actividad tan recurrente. Al menos no si ocurría con regularidad.
—Los descuidos me ocurren incluso a mí, y mucho más a las creaturas sin cereb- ¿Qué demonios?— Notó marcas en los tallos de las plantas más altas y claramente fueron causadas por garras.
Aun así, el golpe había sido tan débil que no había cortado completamente, dejando los tallos dañados pero en pie. Además, aunque las huellas de las criaturas se superponían, dificultando la identificación de un patrón, aún era factible para Lith.
Sus años pasados en los Bosques de Trawn con Protector le habían enseñado cómo leer rastros y sus recorridos como Guardabosques le habían brindado muchas oportunidades para practicar también con sus sentidos bestiales.
El problema era que no había ningún patrón en absoluto.
Lith pudo discernir docenas de olores diferentes y todos se superponían sin ninguna coherencia.