Familia extendida (Parte 1)

—¡Por eso te elijo! A mí también me encanta echarme la siesta —Garrik agarró la pata trasera de la bestia mágica mientras canalizaba el elemento fuego para obtener fuerza y el elemento tierra para aumentar su propio peso.

El Byk perdió el paso y cayó plano sobre su hocico.

—¿Cómo dices? No, estás cometiendo un error. Soy lento y perezoso mientras que los cachorros de Azote juegan duro y brusco —intentó y falló en escapar del agarre del niño, sus garras solo cavaban en el suelo sin avanzar ni un milímetro.

—No importa. Podemos hacernos fuertes juntos —Garrik arrastró al Byk hacia él y lo levantó como si no pesara más que un enorme oso de peluche en lugar de cientos de kilogramos.

—¿Por qué perder tiempo conmigo? Elige a un Ry o un Shyf. Ellos son la última moda ahora.

—No hay nada malo en ser diferente —dijo Garrik mientras abrazaba al Byk—. Eres único como yo, Peludo.

—¿Peludo? —dijo el Byk horrorizado mientras sus iguales se reían a carcajadas a su costa.