—¿Entonces lo consideras un Doppelgänger? —preguntó Leegaain.
—No sé qué es, pero mira eso. —Raaz señaló a Lith arrullando a Elysia mientras ella le devolvía el arrullo, ambos en su Forma de Abominación—. Después de pasar tanto tiempo con ustedes Guardianes, después de escuchar las historias de Bytra y Zoreth, sé cómo nace una Abominación.
—No cualquiera puede convertirse en una o Mogar estaría plagado de Abominaciones. Se necesita alguien con una voluntad poderosa o con un núcleo de mana excepcional y, que yo sepa, un recién nacido no tiene ninguno de los dos.
—Yo estuve allí cuando Estrata… quiero decir, Lith, nació. Recuerdo su cuerpo flácido y a Nana haciendo todo lo posible por revivirlo. Recuerdo lo asustado que estaba cuando la posibilidad de que mi hijo naciera muerto me golpeó.