Historia Secundaria: Lucy, quiero que me gustes

La hoja de Lucy cortó suavemente la garganta de Kingsley. Una marca sangrienta apareció en su garganta, pero solo era una herida superficial.

Al tocarla con su mano, Lucy miró al hombre frente a ella con cautela. Diez mil escenas de él siendo asesinado aparecieron en su mente. 

Incluso tenía la sensación de que el hombre que tenía delante conocía todos sus métodos de asesinato. Era como si hubiera predicho sus acciones de antemano.

Como se esperaba, el supuesto líder de las Colinas no era un hombre sencillo. Mucha gente había intentado matarlo, pero nadie lo había logrado. Al final, todos murieron en sus manos.

—Ven aquí —Kingsley dijo de repente.

Lucy no pudo evitar retroceder un paso.

—Ven aquí. No te mataré —dijo Kingsley.

¿Quién creería eso? Había escuchado demasiado sobre lo cruel que era Kingsley.

—De todos modos, no tienes opción —Kingsley la miró, sus ojos fijos en ella.

Se sentía como si no estuviera mirando a su enemiga sino a su amante.