Por eso decidió acercársele de esa manera.
Kingsley la miró fijamente a su rostro sonrojado. Si no fuera por su encantadora expresión y sus movimientos practicados, habría pensado que ella era muy inocente y tímida en ese momento.
El índice de éxito de las asesinas usando ese método solía ser alto. Si no hubiera tendido deliberadamente una trampa para que ella lo matara, basándose en lo que había hecho esta noche, no habría descubierto su identidad como asesina.
En su vida anterior, para hacerla su asesina, la utilizó como cebo para que cayera en su trampa. En esta vida, fue porque... la deseaba.
Así es, había renacido. Lo gracioso fue que, en el momento en que pensó que estaba muerto, abrió los ojos, y era hace seis años.
Hace seis años, Jeanne acababa de ser llevada de vuelta a las Colinas, y Lucy aún no era su asesina. Se preguntó si era una oportunidad para expiar sus pecados.