Gemelos

—Debes estar mintiéndome.

—No miento, especialmente no a ti.

—¿Es eso cierto?

—Es cierto.

Mientras los dos hablaban en voz baja, la partera preguntó:

—Dr. Jones, ¿quiere cortar usted mismo el cordón umbilical del bebé?

—No hace falta. —Finn rechazó la oferta sin dudarlo.

—¿Si el hermano no lo tuvo, la hermana tampoco tiene que tenerlo?

—No hace falta. —Finn sonrió—. Temo que la señora se ponga celosa.

Monica se sonrojó. ¿Cómo podría ser tan mezquina? Simplemente no quería ver a Finn… Está bien, era mezquina. Cuando oyó que Finn decía que no lo cortaría, estaba de tan buen humor que no quería que Finn se alejara de su lado ni por un segundo.

Al escuchar las palabras de Finn, los médicos y enfermeras en la sala de partos bajaron la cabeza y sonrieron al ver cuánto el Dr. Jones consentía a su esposa.

—¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes ahora? —Finn dirigió toda su atención a Monica y le preguntó en voz baja.