—Estás aquí. Eso es el mejor regalo.
La sonrisa de Neph se ensanchó un poco más.
—... Qué gran seductor.
Aun así, viniendo del Maestro Sunless, incluso el más trillado de los cumplidos era demasiado agradable para oír.
Ella miró hacia abajo a la luminosa perla que él le había dado. Era simplemente un fragmento de alma Despertado, pero… la perla lustrosa era tan bonita, brillando suavemente con un brillo opalescente en su mano. Su belleza y singularidad la hacían parecer bastante valiosa.
No obstante, fue la intención detrás del regalo y las palabras que lo acompañaban las que hicieron que a Nephis le gustara mucho.
Ella lo miró con una sonrisa ligera.
—Lo atesoraré.