Adultez

Los meses antes del solsticio de invierno eran preciosos y cortos, así que el personal de la Academia —y Orum, quien de alguna manera se encontró desempeñando el papel de instructor— no desperdiciaron tiempo.

Los Durmientes fueron entrenados y educados según un horario agotador. El sistema aún no era muy sofisticado, pero ya estaban viendo buenos resultados. Los jóvenes estaban aprendiendo a usar sus nuevos poderes, absorbiendo conocimientos sobre el Reino de los Sueños, y conociéndose entre ellos —lo cual les ayudaría a luchar lado a lado con otros Despiertos en el futuro.

Por supuesto, enseñarles no era un asunto sencillo. Cada Durmiente poseía un Aspecto único, después de todo, y había recibido un nivel variado de entrenamiento previo. Evaluar su potencial era igualmente complejo.

No obstante, cuatro de ellos se destacaron indiscutiblemente desde el principio.