Aprendiendo Tejido

Mientras Sunny se preparaba para forjar la espada en el mundo real, también se concentraba en crear su tejido en un sueño.

Seis de sus siete encarnaciones estaban involucradas en la forja, cada una con una tarea que requería máxima concentración —algunas incluso haciendo cosas que él nunca había hecho o intentado antes.

Como resultado, su mente estaba bajo una presión enorme, no llegando a romperse por ello, pero definitivamente al borde de ser incapaz de soportar.

Sin embargo, Sunny persistía con una expresión calmada y determinada. No era un extraño a estos momentos de estrés extremo —de hecho, prosperaba en ellos. Cuanto más grave era la situación, más clara se volvía su mente. Esa sensación de claridad trascendía lo mundano a veces, permitiéndole entrar en un extraño e inexplicable estado mental.

Sunny estaba en ese estado ahora, sintiendo como si su mente operara a una velocidad que ni él mismo podía percibir.