Fragmentos de Guerra (6)

En un mundo sumergido en la oscuridad eterna, una luz pálida brillaba sobre la vasta extensión de agua que fluía. Sin embargo, no lograba penetrar las terribles profundidades del océano subterráneo, reflejándose desde su superficie como el mapa del cielo nocturno.

La luz suave emanaba de una hermosa mujer que estaba sentada solitariamente en la áspera superficie de un acantilado de piedra, mirando las aguas oscuras con una expresión distante. Era delicada y encantadora, con un físico esbelto y un rostro suave y cautivador. Su cabello era blanco y sus ojos parecían destellar con el resplandor de la pálida luz lunar.

Los cadáveres de los ahogados yacían esparcidos alrededor de la belleza radiante, mirando a la oscuridad con ojos vacíos.

Era Velolunar, una de las siete princesas Trascendentes de la Canción.

Mirando a la distancia, Velolunar suspiró y giró su cabeza ligeramente, escuchando la oscuridad.