La Rosa Escarlata, el Compartimento G-13 y el bucle de producción de la aleación Breyer pesaban mucho sobre Ves. Aunque consciente de los peligros de ofender a una poderosa entidad espiritual, las posibles ganancias eran demasiado grandes para que él renunciara a explotar sus poderes de renovación continua.
¡No importa qué tipo de contraataque lanzara Cassandra Breyer, Ves tendría que soportarlo lo mejor posible!
¡Este era el precio que tenía que pagar para asegurar un suministro continuo de materiales valiosos!
Aunque Ves pasaba mucho tiempo inspeccionando el trabajo que se realizaba en La Rosa Escarlata, dedicaba principalmente su tiempo a las reuniones de ensamblaje donde se formaban las normas y regulaciones de la nueva familia.
Los Larkinsons pronto serían parte de una entidad más nueva y ambiciosa que la vieja Familia Larkinson.
Después de varias semanas de discusión, Ves y los otros Larkinsons mayores finalmente llegaron a un acuerdo sobre cómo dirigir la nueva familia.