Prólogo

Oliver era alguien bastante común sin nada fuera de lo normal en su vida, pero un día murió, ¿cómo?, no lo recuerda. Solo recuerda despertar en otro mundo como un recién nacido y con el nombre de Darrok Cressy, solo le bastaron cinco años para saber que su vida no iba a ser como una historia de reencarnación típica japonesa o algo así. Ya que aunque existía el trabajo de "aventurero" y existía la magia y "habilidades", no se nacía con nada de eso. La magia se tenía que despertar poco a poco y ni siquiera se podía hacer hechizos tan poderosos sin morir, y las habilidades eran cosas muy extrañas de despertar y tampoco es que te volvieran un dios o semidiós cuando la despertabas. Además nació en el Imperio Kruria una enorme y poderosa nación del continente Adaf, un contiene que es reconocido por sus casi interminables conflictos bélicos, además de ser hogar de los mejores soldados del mundo conocido y de las bestias más fieras y salvajes.

Además su nueva familia no era de su agrado, en primera su padre solo lo podría describir como un imbécil sádico y lascivo ya su madre como una tonta, una tonta que estaba acompañada de otras tres mujeres tontas que seguían a su idiota padre. Así que no forma ningún vínculo fuerte con ninguno de ellos, ni con sus con sus hermanos sobrevivientes. Lo único que agradecía de sus nuevos padres, más específico a su madre, era la buena apariencia que le heredaron, era un hombre alto de piel pálida y sin imperfecciones, un rostro atractivo de rasgos finos y unos ojos como rubís que eran cubiertos por su cabello negro y quebrado.

Cuando estaba en una edad adulta según los estándares del Imperio Kruria, alcalde de unos 16 años y según la ley del imperio tuvo que empezar a buscar trabajo. Darrok no tenía muchas opciones, no le agradaba la idea de ser aventurero, era mucho riesgo y poca paga, talvez ser un soldado y entrar al ejército imperial, ya que el imperio daba un buen sueldo y buenos beneficios. Pero era mucho trabajo y Darrok quería una vida sencilla, así que pensaba en solo ser un granjero o un herrero, pagaba menos, pero eran trabajos más fáciles y menos riesgosos. Pero la mujer con quién estaba comprometido, y una de las dos mujeres que amaba, quería ser aventurera así que solo le dejo una carta y lo abandono para seguir su sueño, haciendo que se cancele su compromiso y haciendo que Darrok entrara en una depresión que Fue curada por la otra mujer que amaba, Lila una mujer realmente hermosa y quien sería el modelo de la mujer perfecta en este mundo. Largo cabello blanco plateado, un hermoso rostro en forma de corazón con grandes y encantadores ojos morados claros. Con una figura encantadora de reloj de arena, con firmes y grandes pechos, caderas hachas y un trasero en forma de corazón. De personalidad alegre, amable y cariñosa, un poco sumisa con el, pero eso no era de su desagrado.

Lila fue un rayo de esperanza para el, además de ser la única quien le apoyo en esos momentos. Ella lo consoló de muchas formas, ella lo trato con amor y cariño, haciendo que los sentimientos que había guardado volvieran a florecer. Lila le dió todo de ella, su amor, su cariño y su virginidad, bueno en ese mundo lo llaman su "pureza". Aunque el ya tenía un poco de experiencia por su vida anterior, fue algo torpe y tierno pero aún así fue algo que solo ellos iban a compartir ya que el en ese mundo todavía era virgen. Fueron tres meses llenos de felicidad para el y ella, así que decidió casarse y largase del pueblo que el tanto odiaba y mudarse a una pequeña ciudad que apenas estaba estudiando, fue una ceremonia pequeña dónde solo estuvo un sacerdote de la iglesia de Aroy y un caballo shire que compraron con sus pocos ahorros para irse.

Después de casarse bajo la mirada del Gran antiguo, empezaron su vida juntos y se fueron a Aghot, la ciudad que estaba teniendo un crecimiento sorprendente. Cuando llegaron Darrok no encontró a nadie que lo quisiera como aprendiz de herrero ni como agricultor, así que decidió entrar al ejército imperial para no morir de hambre y para poder darle una buena vida a su Lila. Como parte de los beneficios del ejército se le entrego un sueldo de infante en campaña de cinco meses y varías provisiones, sesenta mil sercomps de plata, cinco mil sercomps de oro y cien sercomps de platino, un sueldo de campaña era de diez mil sercomps de plata, mil de oro y veinte sercomps de platino por mes y era recortado a la mitad cuando se estaba en las reservas. Las provisiones eran alimentos bastante caros y de muy buena calidad. El imperio daba cuentos recompensas a los reclutas para que supieran los beneficios de quedarse en la armada y en muchos casos para pagar las deudas que muchos reclutas tenían.

Con ese dinero Darrok compro una buena y espaciosa casa en el centro de la ciudad y compro telas para su Lila, ya que ella quería ayudar en los gastos y como era una excelente sastre haber una pequeña tienda de ropa. Fueron cinco meses de un entrenamiento infernal, el Imperio Kruria era conocido por ser hogar de los mejores soldados del continente y su entrenamiento lo demostraba, fueron seis días a la semanas y dieciséis horas donde usaba una armadura y armas el triple de pesadas que el equipo. oficial, con el que los hacían marcha por horas, les enseñaba a luchar en grupo y de forma individual, a mantener la disciplina en las formaciones todo momento ya obedecer ciegamente a toda orden de su general. También se les enseñaba a como despertar poco a poco el mana ya como tratar de forzar el despertar de una habilidad.

Después de los entrenamientos, Darrok estaba tan cansado que apenas y se podía mover, el único consuelo de esos días era su maravillosa esposa, quien siempre lo esperaba en casa con una deliciosa comida y un baño caliente, que normalmente tomaban juntos y después de eso. Darrok era mimado hasta dormir, aunque Lila aveces también estaba cansada, pero siempre encontró el tiempo para ayudarse y consentirse.

Después de los cinco meses que duraba el entrenamiento Darrok y de pasar la última prueba, que era aguantar ser golpeado hasta el punto de la muerte sin defenderse ni desmayarse, era, según los instructores, para reafirmar su disciplina y que recordarán que esa era la La última vez que dejó un golpe sin responder. Después de pasar la prueba y por fin ser un soldado de infantería, fue mandado a la frontera suroeste y fue integrado al ejército del general Faviar Ailstot, el general más longevo y experimentado del imperio con más de sesenta años de experiencia. Fueron enviados junto a otro ejercito para subyugar a varios clanes Vroftars que atacaban a varios poblados y villas del imperio, los clanes Vroftars eran una mezcla étnica de varias especies que solo vivían para follar, saquear y para hacer la guerra. Esos clanes habían sido contratados por el reino de Tisetos para empezar un ataque sorpresa, un ataque que fue rápidamente repelido por ellos, ya que la subyugación de los clanes fue muy rápida y rápidamente marcharon hasta las fronteras sur. En su primera campaña en total lucho en seis batallas, la primera y única fue contra los clanes Vroftars, que aunque eran buenos guerreros en un combate de uno a uno, les faltaba disciplina, además ellos también eran buenos en combates de uno a uno además. Tenían la ventaja de ser disciplinados, la batalla no duró mucho y exterminaron a casi todos los hombres y mujeres de los clanes. Los otros cinco fueron contra el gran ejército de Tisetos, que aunque era algo más difícil y eran superados en número, fueron igualmente vencidos.

Después de tres meses que le dieron de descanso fue nuevamente enviado a campaña, ahora contra el reino de Zidor, un reino que estaba al este y muy cerca de la ciudad donde vivía. La campaña era de invasión y anexión, así que se despidió de su esposa y marcha junto a seis ejércitos imperiales y seis batallones de caballeros imperiales, un total de 420.000 hombres y mujeres.