¡Connor, despierta!

—¿Es todo falso? —exclamó Connor, después de ver desaparecer los restos, y lanzó otro ataque.

En solo un momento, usó toda su fuerza y lanzó cuatro puñetazos.

Los cuatro restos que lo habían rodeado habían sido destrozados por sus golpes.

Pero lo que lo sorprendió fue que todos ellos eran solo restos, y no había rastro del verdadero alma del Líder del Culto.

—Jajaja... —la risa burlona del Líder del Culto resonó una vez más.

Connor, con una expresión vigilante, miró a su alrededor preparándose para enfrentar el próximo ataque del Líder del Culto.

—Connor, realmente eres un tonto. ¿Pensaste que no sabía que estabas recuperando tus fuerzas mientras yo hablaba? De hecho, estaba ganando tiempo intencionalmente, ¡y esos cuatro restos estaban ahí solo para retrasarte! —En ese momento, el Líder del Culto reapareció frente a Connor.

Connor lo miró y preguntó con voz baja:

—¿Por qué querías ganar tiempo?