Capítulo 1888

—Uh...

Han pasado treinta minutos, la escarcha que cubría el cuerpo de la mujer se había derretido por completo, pero su cuerpo, lleno de veneno frío, seguía increíblemente rígido y extremadamente frío.

El rostro de Emery García todavía estaba pálido como la escarcha, pero sus dedos se movieron ligeramente y emitieron un gemido delicado.

—¡Ella... ella está despierta!

—¡Emma está despierta!

Lágrimas llenaron los ojos de Lorenzo mientras lloraba y reía como un niño, sin ningún rastro de una figura poderosa.

En ese momento, él ya no era un poderoso del Reino Marcial Celestial, sino un prometido que anhelaba la seguridad de su prometida.

—¡No es tan fácil que ella despierte! —Oliver Walker negó con la cabeza—. El veneno frío se ha infiltrado en cada rincón de su cuerpo. Si hubieras llegado cinco minutos más tarde, tal vez ni siquiera yo podría haber hecho nada.