Sin embargo, no pensó mucho en ello. No importaba cuán monstruoso fuera este niño, no importaba cuán extraordinario pareciera ser, era imposible que fuera más fuerte que ella, ¿verdad?
Si fuera así, ya sería una leyenda.
Solo en las leyendas podría existir tal persona que pudiera cruzar incontables reinos, ¿verdad?
La anciana Tong gritó suavemente y entró en acción. En el momento en que se movió, el espacio a su alrededor parecía incapaz de soportar su fuerza y velocidad, lo que provocó que comenzara a colapsarse.
—¡Dedo Impactante del Cielo! —la anciana Tong se lanzó hacia Ye Chen a toda velocidad. Al mismo tiempo, gritó con voz profunda.
Esta vez, la anciana Tong no permitiría que nada saliera mal. ¡Tenía que derribar a Ye Chen, así que desató su técnica marcial de alto nivel!
En su dedo, la energía espiritual se condensó densamente. La parte delantera de su marchito dedo índice estaba imbuida de intención de matar y poder destructivo.