Al entrar al patio, llegaron a un pequeño edificio. Sami Bass subió primero las escaleras, seguido de cerca por Ethan Smith y Salena Carpenter. Tras llegar a la cima de las escaleras, Sami Bass se detuvo frente a una puerta y llamó.
—Por favor, pasen —una voz familiar sonó desde dentro de la habitación.
Sami Bass empujó la puerta, y Ethan Smith y Salena Carpenter entraron en la habitación. Dentro, un anciano estaba sentado junto a un escritorio, absorto en la lectura de un libro.
Su figura no era particularmente robusta, con un rostro algo severo. De él emanaba un aura casi imperceptible, pero poderosa.
Al ver entrar a Ethan Smith y Salena Carpenter, el anciano levantó la cabeza y dijo sonriendo —Han llegado.
—Usted es... —Al ver al anciano, Ethan Smith frunció el ceño inmediatamente.
Este hombre no era el Maestro del Pabellón, ¡sino el anciano que una vez había competido con Ethan Smith por una Píldora del Espíritu Bestial en una subasta!