La espada fría había quitado la vida de muchos señores de territorios demoníacos.
La razón era siempre la misma: no se marchaban después de entrar en la región demoníaca.
En la superficie, afirmaban estar buscando aliados, pero su verdadero objetivo era tomar control de las regiones que ocupaban.
No era sorprendente que los demonios estuvieran furiosos.
En apenas unos días, las 8,000 regiones demoníacas habían caído bajo el control de la élite humana.
Estos humanos se negaban a marcharse, permaneciendo estacionados en los territorios demoníacos.
¿Qué querían ellos?
Era obvio: buscaban ocupar las tierras de la raza demoníaca.
En respuesta, la raza demoníaca reunió a sus fuerzas, agrupando expertos de varias tribus para entrar en las 8,000 regiones demoníacas.
Los demonios más destacados de los Camposantos Inmortales fueron todos llamados de vuelta al universo.