Sedona Zaborano rozó suavemente su dedo contra el libro.
Braydon Neal, aparentemente ajeno, tomó el libro de sus manos.
Él lo abrió y comenzó a leer con atención.
No pasó mucho tiempo antes de que llegara a la parte donde aparecía el oso gigante que había matado ese día, detallado en las páginas.
El libro documentaba cincuenta tipos de bestias mágicas, incluyendo el cuervo nocturno de Braydon.
El cuervo nocturno, uno de los depredadores más mortíferos del Bosque Oscuro, se alimentaba de carne y vivía en grupos.
—¿Tienes alguna manera de contactar a tu hermana? —preguntó Braydon casualmente después de terminar el libro y devolvérselo a Sedona.
—Sí, pero le llevará dos días llegar aquí.
—Cuando mi hermana llegue, tu misión estará completa.
Braydon asintió lentamente, con el cansancio marcado en su rostro.
—Estoy un poco cansado. Descansaré un rato. No hagas ruido.
Con eso, cerró los ojos. El silencio cubrió la cueva sellada.