Era difícil llevar la cuenta del paso del tiempo en las Tierras Inmortales. El cielo blanco nunca se oscurecía, y cada sesión de entrenamiento podía durar décadas. Noah y los demás incluso luchaban contra criaturas poderosas que podían tardar semanas en morir, por lo que nunca se molestaron en calcular cuántos años habían pasado juntos.
El viaje transcurrió sin problemas. Con Noah como explorador, el grupo siempre evitaba áreas que eran demasiado peligrosas para su poder. Además, la mayoría de las bestias mágicas se movían hacia las regiones en las fronteras, por lo que raramente encontraban tierras ocupadas por criaturas de rango 8.
La cantidad de recursos acumulados en ese período fue inmensa. Cada cacería exitosa proporcionaba muchos cadáveres y los materiales ocultos en su guarida. El conocimiento del Rey Elbas también les permitió reconocer cosas valiosas que los híbridos habrían pasado por alto de otra manera.