Años pasaron, pero la situación del grupo de Noah no cambió. Sus esfuerzos constantes no podían hacerles ignorar la vastedad de las Tierras Inmortales.
Crear un túnel a través de una región entera llevaba semanas, incluso cuando los tres híbridos trabajaban juntos. Además, tenían que detenerse múltiples veces para verificar su posición actual y restablecer sus precauciones.
Noah usaba sus descansos para mejorar el taller. Tenía muchos materiales y tiempo, por lo que su experiencia con esa técnica crecía de manera constante.
Incluso ya tenía planos válidos. Su enfoque ahora estaba en los núcleos falsos. Noah tenía que mejorar esos artículos para finalmente conseguir un ejército infinito de bestias mágicas de rango 8.
El viaje transcurría sin acontecimientos. El área subterránea estaba casi deshabitada, ya que solo las existencias interesadas en las leyes caóticas decidían establecerse allí. Vivir bajo la superficie anularía ese propósito.