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—¡Sumérgete bajo tierra! —gritó Noah antes de golpear el terreno.
Las tormentas casi suprimieron su voz. Sus compañeros apenas lograron escuchar a Noah, pero lo imitaron una vez que se dieron cuenta de lo peligroso que era ese entorno.
Corrientes espesas de leyes caóticas eran densas. Golpeaban a Noah y a los demás y destrozaban su piel. Incluso sus centros de poder se sentían incapaces de expresar su poder bajo esa supresión.
Noah logró crear una gran caverna con la ayuda de Jordan y Wilfred. Las leyes caóticas se infiltraron en ese agujero, pero los expertos rápidamente excavaron múltiples ramificaciones que dispersaron esas corrientes.
El grupo finalmente se reunió en una gran sala subterránea que Noah había creado al romper uno de los túneles. Ese rápido contacto con las tormentas había matado a la mayoría de los expertos de rango 7 y había herido a sus líderes. Su condición general era terrible, especialmente porque aún no se habían recuperado de la emboscada.