La ambición de Noah creaba tormentas mientras se extendía por el campo de batalla. Corrientes furiosas hechas de su ley fluían por cada rincón de la región y sometían la materia a su poder.
Su ambición había cambiado. Se había ampliado después de los años que Noah pasó como un Diablo. Había obtenido aspectos que involucraban el espacio, pero también intensificó su habilidad para evolucionar todo a su alrededor.
Las imágenes de su vida como un Diablo fluían dentro de la mente de Noah mientras su rugido enojado continuaba resonando por el cielo. Noah estaba furioso. No podía creer que la voluntad del otro mundo lo hubiera mantenido bajo su control por tantos años.
Sin embargo, también podía entender que la transformación había beneficiado su existencia. Noah estaba enojado más allá de la razón, pero una parte de él se sentía contenta de que el procedimiento hubiera sido un éxito.