—¿De verdad crees que puedes enfrentarte a los cuatro de nosotros? —bufó Melissa al ver a Noah y a su compañero acercándose al ejército humano.
Robert tenía una expresión pensativa. Levantó su mano y apuntó un dedo hacia Noah antes de lanzar una pequeña bala púrpura hacia él.
La bala era increíblemente rápida y llevaba una inmensa cantidad de energía. Aun así, Noah podía sentir que irradiaba leyes pertenecientes al Cielo y Tierra, así que decidió soportarla con su cuerpo desnudo.
La bala púrpura golpeó a Noah en el centro de su pecho e intentó penetrar más profundamente en su cuerpo, pero su energía comenzó a desintegrarse cuando tocó la ambición de Noah. El ataque se transformó en energía que reparó el daño antes de fluir hacia el agujero negro.
—Has desarrollado la inmunidad de los Demonios a las leyes del Cielo y Tierra —comentó Robert al ver eso.