El ejército de Noah solo podía temblar mientras las figuras crepitantes salían de la blancura. La luz devoradora no era el único arma de Cielo y Tierra. Tenían poderosas tropas listas para ocuparse de todos los objetivos que intentaran oponérseles.
Pensamientos violentos corrían más rápido que nunca en la mente de Noah. Tenía suficiente sed de sangre para empujar la Técnica de Deducción Demoníaca más allá de sus límites. Rápidamente obtuvo un claro entendimiento del campo de batalla, y no le gustaban sus conclusiones.
—Nos superan por mucho —concluyó Noah después de su rápida inspección.
Su ley e influencia podrían forzar a su ejército a obtener una marcada ventaja contra las leyes de Cielo y Tierra, pero había demasiadas figuras crepitantes en el nivel superior. La luz incluso podía ocultar más de ellas.