Dejar la energía liberada por la medusa en el vacío solo permitiría que se dispersara. Noah no podía contenerla toda, incluso cuando su ambición empoderaba el mundo oscuro, así que tuvo que absorberla dentro del agujero negro para asegurarse de no dejar nada atrás.
Una inmensa presión comenzó a acumularse dentro de Noah. Había sido el primer experto en llegar al cadáver, por lo que había logrado absorber la mayor parte de la energía. Sin embargo, ese poder podría alimentar a una criatura de rango 9, e incluso sus increíbles centros de poder quedaban un poco cortos.
El agujero negro luchaba por contener esa masiva ola de energía. No podía purificarla en su estado actual, y sus bordes inevitablemente se volvían inestables. Esas inestabilidades luego se extendieron hacia el resto del cuerpo de Noah y hicieron que su carne temblara.
Sin embargo, Noah no se detuvo. Sabía cuán resistente era su cuerpo, y tampoco podía permitir que esa energía se dispersara.