La blancura crepitante llenó el área nuevamente. Noah estaba lo suficientemente cerca de los tres simios Kesier para ver cómo reaccionaban al ataque ahora. Sus sentidos incluso podían estudiar la naturaleza de su energía antes de que la luz destrozara sus olas mentales.
Su asombro no podía evitar aumentar cuando percibió los dos elementos diferentes contenidos en la energía de las criaturas. Los simios Kesier reunieron su poder y lo utilizaron para crear un gigantesco escudo crepitante que cubría la parte descubierta de la dimensión intermedia. Noah se sintió obligado a retroceder para evitar la expansión de esa técnica defensiva.