Los viejos gobernantes acordaron hacerse cargo de la desafiante misión, pero Noah sabía que no partirían de inmediato. Tal tarea única requería un largo período de estudio, incluso cuando se trataba de seres que representaban la versión original de Cielo y Tierra.
La misión involucraría una profunda comprensión del estado actual del mundo, experiencia en diferentes habilidades y la mentalidad adecuada. La Destrucción estaba lejos de ser fácil de propagar, y Noah lo sabía muy bien.
La falta de tareas o misiones adecuadas para el grupo de Noah los obligó a permanecer dentro de la ciudad. Sus existencias podían aceptar los muchos magníficos edificios y sus funciones más fácilmente después de derrotar a los fantasmas. Los sentían como una recompensa por sus esfuerzos, por lo que sus leyes no causaron ningún problema cuando se instalaban dentro de estructuras específicas para continuar su entrenamiento.