1920. Más alto

Era difícil explicar lo que le estaba sucediendo al mundo. El Santo de la Espada era solo una sombra de su antiguo yo. Su nivel de cultivo apenas le permitía mantenerse en pie. Su cuerpo era tan frágil que el viento más suave lo haría hacerse añicos en incontables piezas.

Sin embargo, el Santo de la Espada no convocó su poder. Ni siquiera intentó causar una reacción en sus alrededores. Solo estaba mostrando el sentimiento puro que su largo viaje de cultivación había generado, y el mundo lloraba.

La devoción hacia la espada era el motor central detrás del camino del Santo de la Espada. Ese sentimiento era similar a la ambición de Noah. Alimentaba la determinación y comprensión del experto, pero nunca se había mostrado al mundo.