1921. Papel

El aura irradiada por Santo de la Espada era aterradora. Era más afilada que antes pero también pacífica. Él existía para cortar porque estaba en su naturaleza. Era una hoja viviente que el camino de la espada había aceptado en ese campo.

Camille no sabía qué pensar frente a esa escena. La blancura a su alrededor se atenuó, pero esos efectos no provenían de la existencia de Noah. Su conexión con los gobernantes incluso la hizo consciente de la asombrosa verdad. Cielo y Tierra realmente se habían debilitado durante ese avance.

Ese evento no solo era asombroso. También resultaba aterrador, especialmente para un cultivador que pertenecía al sistema de Cielo y Tierra. Los gobernantes representaban el pico del viaje en ese mundo, pero aquellos que habían logrado presenciar la escena podían entender vagamente que algo por encima de ellos existía.