1967. Expectativas

Dos formas casi opuestas de energía final se fusionaron dentro del Rey Elbas y afectaron su existencia. Uno de esos combustibles contrarrestaba todo lo que él era y quería destruirlo. El otro tenía que mezclarse con su energía superior para crear algo diferente.

Los dos propósitos parecían incapaces de mezclarse. Uno requería la destrucción de la ley del Rey Elbas, mientras que el otro necesitaba que existiera para realizar la fusión. Las dos energías finales incluso se destruirían mutuamente si no fuera por sus diferentes objetivos. No tenían nada en contra de su contraparte, así que les resultaba más fácil recurrir al compromiso.

La fusión apareció como la única solución. Las dos energías finales no podían tomar una decisión como combustibles separados, por lo que esperaban que las conclusiones aparecieran en su camino una vez que obtuvieran una perspectiva conjunta del problema.