CAPITULO 6: LOBO SANGRIENTO DEL PRIMER NIVEL DE LA CONDENSACION DEL QI

Durante los próximos días, los lobos seguían viniendo y yéndose, mientras otros estaban encargándose de entrar a las ruinas de este lugar.

Cuando terminaban se marchaban dejando al lobo del primer nivel de la condensación del Qi a cargo. 

Adrián no le interesaba que era lo que buscaban, estaba atento, a todos los movimientos del lobo que se quedaba de guardia. 

Esta era su única meta. En los días anteriores ya había establecido las trampas correspondientes.

Aunque todo estaba previsto para que funcionara, Adrián estaba indeciso, esto era la mayor prueba a la que se enfrentaba. Sin embargo, no tenia miedo, solo tenia un odio cuando miraba al cielo, eso lo impulsaba a hacer cualquier locura.

Mientras tomaba aire, bajo de la igual manera, que lo hizo con el anterior lobo.

Tomando la cuerda, se tiro a una velocidad aterradora, cayendo en picada hacia el lobo.

Solo que este era incluso mas fuerte que el anterior, pudo percibir inmediatamente a Adrián, pero al sentir el cuerpo frágil del niño y mortal, el lobo estaba seguro que podía devorarlo por sí mismo.

Una daga paso por su cuello, pero no le hizo el mayor rasguño, luego varias flechas cayeron al unisonó, el lobo solo las escucho, pero no las esquivo. Su cuerpo era fuerte, tan fuerte, que parecía que incluso podría luchar con igualdad con seres del segundo nivel de la condensación del Qi. 

Su gran aura salía de su cuerpo, mientras miraba a Adrián como una presa más. 

En ese momento Adrián chasqueo los dientes, y se alejo del lobo, el lobo era un ser salvaje, incluso si había despertado con la cultivación. Era aun muy baja, por lo cual, se acercó rápido a Adrián queriendo matarlo rápido. 

Adrián supo que estaba en un gran peligro, el lobo lanzo un aullido, penetrando profundamente los oídos de Adrián, luego se acercó a él con sus garras.

Adrián sujeto fuertemente su daga, mientras esquivaba rápidamente.

"¡Agh!" – Aun así, su brazo izquierdo fue rasgado, hasta revelar el hueso. El lobo se lamio la boca, mientras se tragaba la carne de Adrián. 

Con un brazo herido, Adrián empezó a escapar más rápido.

En ese momento se acerco hacia una soga y corto de donde se sujetaba, en ese momento fue alzado bruscamente, el lobo simplemente sonrió, mientras saltaba por los escombros hasta subir rápidamente los pisos. Era muy rápido, más rápido que todo lo que Adrián podía usar. 

Adrián uso su único brazo para moverse rápidamente por las demás sogas, aunque las cortaba rápidamente, el lobo seguía abalanzándose rápidamente. Se movía igual que Adrián, si no hubiera preparado todo esto con antelación, ya estaría muerto. 

Pero aún tenía una oportunidad.

Miro a lo lejos, ahí estaba la segunda trampa.

El lobo lanzo un segundo aullido, aunque los oídos de Adrián sangraban, no le dio mucha importancia.

Se lanzo nuevamente en picada hacia el suelo, y empezó a correr, el lobo el cual se movía tan rápido, que no podía verse, se acerco a un instante hacia Adrián. Con sus garras y abriendo la boca se acercó hacia él.

Adrián solo podía usar sus instintos, coloco la daga justo encima de su rostro.

Los dientes del lobo chocaron con la daga produciendo un sonido como metal, mientras que sus garras golpearon fuerte en todo el tórax de Adrián.

Sus órganos internos se movieron bruscamente, mientras varios huesos de su caja torácica se rompieron en sucesión. Adrián voto una gran cantidad de sangre al suelo. Mientras era mandado a volar varios metros, chocando contra la pared de un edificio.

El lobo estaba feliz por lograr cazar a su presa, pero en ese momento cuando toco el suelo, este se derrumbo velozmente trayendo consigo una gran cantidad de escombros. Se podían ver como se soltaban una gran cantidad de sogas a su alrededor.

Adrián se encontraba con graves heridas por todo su cuerpo. Incluso respirar se le dificultaba, pero no podía hacer mucho para moverse, su cuerpo le dolía, su brazo estaba desgarrado y con el hueso suelto. Esta no era la primera vez experimentando tal sensación de muerte.

Pero el dolor consumía su cuerpo. 

Sin embargo, un aullido atronador vino desde el fondo del suelo mientras varios escombros eran lanzados hacia atrás. Del suelo salió un lobo con una gran sed de sangre, su cuerpo había sido sufrido varios cortes, incluso había uno del cual salía sangre de su pecho. Pero estaba en mejor condición que Adrián.

A la vez, que estaba viendo a sus alrededores, cada paso que daba era lento mientras se acercaba, ya no era tan temerario, ahora era hasta un poco más vigilante.

Pero también sus ansias de comerse a Adrián eran mayores, estaba odiando al humano que tenia al frente. 

Mientras se acercaba lentamente. A lo lejos pudo distinguir una soga que aun no había sido cortada. Esto hizo que su odio aumentara, miraba a este humano como una presa fácil, pero de pronto todo se volvió complicado.

Pero estaba confiado en su velocidad, después de todo era un lobo. 

Al ver que no había mas trampas que esa, el Lobo soltó un potente aullido, mientras corría frenéticamente hacia Adrián. 

Un sonido como de flecha fue escuchada, en ese momento algo sumamente veloz viajo hacia el lobo, el lobo aumento su velocidad tan rápido usando todas sus fuerzas, que esa flecha fue como un rayo de luz que paso cerca de él, incrustándose en el piso, era la espada de madera. 

Al usar toda su velocidad se acercó tanto a Adrián. Que abrió su boca para romperle la cabeza.

Pero en ese momento, Adrián aprovecho la última oportunidad que tenía, se rompió el antebrazo, transformando el lado proximal del humero en una estaca.

"¡Aaaahhhh!"

Adrián grito, mientras clavaba su hueso en el pecho del lobo, en donde ya había sido herido. El lobo no pudo creer lo que había pasado, mientras su cuerpo era atravesado. Intento huir, pero sus fuerzas se escapaban. El dolor y la sangre que su cuerpo votaba no podían ser suprimidas fácilmente. Aun así, logro apartarse de Adrián.

El cuerpo del lobo temblaba, mientras mas sangre salía de su pecho. 

Intento aullar, pero no podía, lo único que podía hacer ahora era tratar de escapar, pero sus patas estaban perdiendo movilidad. 

Poco a poco el mundo del lobo se nublaba. Pudo escuchar unos pasos provenientes detrás de él.

Antes de que una espada de madera le atravesara la garganta.

"Yo… ¡Buagh! gane"