CAPITULO 39: VIENDO UN POCO HACIA EL OTRO LADO 

Pronto un mes más paso rápidamente.

Todo parecía normal y muy tranquilo, dentro de su habitación Adrián seguía con sus pensamientos de como poder fabricar píldoras de Alto nivel. 

Sin embargo, Adrián frunció los ceños, cuando sintió que todo estaba demasiado tranquilo. 

Quizás fue porque sus sentidos se agudizaron, o había pasado mucho tiempo escapando de la muerte misma, pero sintió que algo andaba…mal. 

Fue como el presentimiento que tenía cuando se enfrentó a todas esas situaciones, donde podría haber muerto una infinidad de veces. Adrián salió de su habitación, mientras estaba atento para darle cualquier orden a su niebla. 

Afuera seguía tan normal como siempre. Pero, nada podía escapar a la vista de Adrián, después de todo, su rostro ahora llevaba una máscara, una máscara que alguna vez había pertenecido al Diablo Celestial.

Por lo cual, sus ojos también habían sufrido algunos efectos. 

No dijo nada, y tampoco se quedó mirando hacia al frente. Simplemente se apoyo en el barandal del barco, tomando un poco de aire. 

"¿Parece que…nos ha mirado?"

"Hmp, debe ser solo un sirviente, tiene un poder de la cuarta etapa de la condensación del Qi, solo enfócate en nuestra misión, después de todo Nuestro Señor se está encargando de ese humano"

Dos voces hablaron en la nada, de pronto en la parte delantera de la proa, dos personas vestidas de negro llevando una máscara aparecieron, por el momento estaban escondidos con el poder de sus sentidos divinos.

Sin embargo, detrás de su espalda, se podía ver varios tentáculos negros que se movían como si fueran parte de su cuerpo, era algo aterrador de mirar, cada uno de esos tentáculos parecía una extensión de si mismo. 

"¿Qué tal si lo matamos? Después de todo tengo mucha hambre"

Ambos seres destellaban un aura escalofriante que podía helar el cuerpo de cualquiera que lo sintiera. 

"Haz lo que quieras, nuestro señor solo quiere que nos aseguremos de capturar a esa nueva discípula que a acogido" 

"¡Jajajaja! ¡Trato hecho!" – La voz escalofriante se lamio los labios, mientras se preparaba para atacar a Adrián. 

Adrián los había escuchado claramente, y esto era un gran problema, no sabía que era lo que estaba pasando, pero pronto seria atacado, por un ser cuya aura le hacía temblar. 

No podía sentir nada más aparte del aura de esos dos desconocidos, pero también podía notar que había algo que rodeaba el Barco, era como cuando estaba dentro de una niebla, no podía ver nada aparte de sí mismo. 

Adrián aun no sabía mucho de los cultivadores, pero, sabía que esto debía ser obra de ellos. 

"¡Lo devorare en un instante!" – Dijo la voz desconocida, lanzando una poderosa aura por todo el Barco.

Adrián se sintió impotente ante tal aura, sentía que podía ser destrozado en cualquier momento. 

El desconocido que se lanzó hacia Adrián, movió sus tentáculos negros hacia el como si quisiera agarrarlo para que no escapara, desde diferentes áreas, cientos de tentáculos negros como el carbón se revelaron. 

Adrián pudo verlos ahora, y sentir un gran temor, pero, al instante que los tentáculos iban a llegar a rodearlo.

Adrián apunto con su dedo hacia lo desconocido.

"¡Mátenlo!"

De pronto de su sombra, un par de nieblas salieron en una ráfaga, el enmascarado no supo lo que estaba pasando, hasta que sintió como sus tentáculos se le fueron arrancados, tal persona dio varios pasos hacia atrás en rápida sucesión sin atreverse a ser imprudente.

"¡¿Qué son esas cosas?!" – El ser desconocido actuó rápidamente al ver que tales seres se acercaban, tragándose todo lo que les lanzaba.

"Seres malditos, apártate" – De pronto el otro desconocido con mascara se unió, y alzo su mano convocando una espada, la cual brillo con un miasma negro cubriéndolos por completo, haciendo que la niebla sea incapaz de avanzar.

Al ver que tenían medios para protegerse Adrián les ordeno regresar. 

"¡¿Quiénes son ustedes?!" – Pregunto Adrián, mientras daba un paso hacia atras, en su mano estaba su daga, y en la otra, su espada de madera. 

A su lado las dos nieblas, quienes miraban cualquier movimiento del enemigo.

"Como un simple humano puede usar el poder de las maldiciones" – Dijo con enojo el primer enmascarado, el cual había atacado a Adrián. Parecía que había recibido un gran daño. Sus tentáculos negros se retorcían mientras volvían a su cuerpo. 

"Cambie de opinión, hay que matarlo y luego ambos lo comeremos" – Dijo el segundo encapuchado, mientras movía la espada hacia el frente. 

El miasma se volvió a reunir en la espada, provocando que esta brillara con gran intensidad. Parecía que estaba a punto de lanzar un poderoso ataque, el primer enmascarado simplemente asintió, mientras trataba de recuperarse, de las partes comidas, pronto empezaron a regenerarse nuevos tentáculos.

"¡Jajajaja! ¡Esto será divertido!" – Su risa fue estridente, mientras se preparaban para matar a Adrián con todas sus fuerzas. 

Adrián frunció los ceños, esto realmente era peligroso, y con esa extraña espada su niebla era inútil. Pero si era derrotado entonces matarían a Bai Guoer.

"¡Vamos!"

"¡Jajajaja!"

Ambos enmascarados se lanzaron con todo su poder hacia Adrián.