Capítulo 17

- Bueno Jóvenes, ya paso un día de la muerte de Rene y Manuel, es hora de volver a nuestro trabajo, la misión siguiente es muy larga tardará mínimo 2 días, comentó Acebo.

Todo el consejo nos encontrábamos reunidos en la oficina de Acebo.

- Los que saldrán a esta misión son los siguientes, Maniaco, Júnior, Negró, Joab, Jorge, Miguel, Javier y José, están de acuerdo?, dijo Acebo.

- Si señor!!!.

- Esta misión es a las afueras de la ciudad, es una misión para investigar lo que esta pasando en Ixtlan, tienen que observar los movimientos que hay cerca de los límites con Jalisco, es una misión muy importante, ya que de ella depende la salida de este lugar, Explico Acebo.

- Una pregunta, el Dr. Juan Caballero nos ayudara a salir de este lugar, no es así, entonces porque tenemos que investigar ese lugar si el ya nos informo que ahí es la salida?, Preguntó Miguel

- Recuerda lo que dijo el Dr. Caballero, que en estos últimos días son muy pocos los que llegan hasta ese lugar, tenemos que investigar el porque, le dijo Maniaco.

- Tiene razón Maniaco, no sabemos que es lo que los esta eliminando antes de llegar, tal ves son los Come Hombres o los Mercenarios, que parecen multiplicarse, Comenté.

-Cuando saldremos a esta nueva misión?, preguntó Negró.

-Saldrán hoy mismo, a las 2 de la tarde, así que preparen sus maletas, que faltan..... -llevo su mano a la cara para ver la hora en su reloj-, una hora y 40 minutos para las 2 pm, apresúrense jóvenes, dijo Acebo.

Todos salimos para preparar nuestras maletas sería un viaje muy largo de dos días, entre a mi habitación tome mi mochila, metí dos cambios de ropa, una linterna, mi iPod, un par de tenis y mi cuaderno de notas.

Rayos!!, Acebo hizo de las suyas de nuevo, mira que no avisarnos con más tiempo, renegaba en mi mente mientras me desvestía para ducharme, abrí la regadera, el agua fría recorría todo mi cuerpo, después de 10 minutos salí de la ducha, me vestí y salí a buscar a Nicol para avisarle de la misión que tendría y lo difícil de la misma.

- A donde vas?, me preguntó Erick

- Saldré a una misión muy importante, -le contesté- oye no sabes donde esta Nicol.

- No, no se, de que trata la....

- Lo siento llevo prisa después hablamos, lo deje hablando sólo.

Me tope con Carolina.

- Vaya Joab hasta que te dejas ver de nuevo, me tienes miedo?, me dijo sonriendo.

- Claro que no, sólo que estoy muy ocupado, por cierto no has visto a tu hermana?, le pregunté.

- Si, la mire en el jardín regando las flores, me contestó.

- Ok, muchas gracias, tengo que irme, después hablamos cuñada, le dije mientras corría a el jardín.

Llegué a el jardín y la mire, que con mucha delicadeza podaba los Rosales, me acerqué despacio y me miro con una enorme sonrisa, los rayos del sol la hacía verse resplandeciente como un ángel.

- Hola, a que debo el honor de tu visita, me dijo mientras la saludaba con un beso.

- Pues, veras, saldré a una misión muy importante, la misión durara mínimo dos días por la lejanía del lugar.

- Hasta donde van?, preguntó.

- Vamos a Ixtlan, tenemos que investigar el lugar por el cual saldremos más adelante, contesté.

- Pero....

- No te preocupes, estaré bien, -con mi mano tome suavemente su cabeza hasta tocar con mi frente-, te prometo que volveré, no importa lo que pase volveré, es una promesa y a mi no me gusta romper las promesas, nos dimos un beso por unos 3 minutos.

- Esta bien confió en ti, pero lleva con tigo esto, -se descolgó una cadena de su cuello-, aquí esta una foto mía, para que si te sientes solo la mires, porque yo siempre estoy contigo.

- Claro que si mi querida Nicol siempre estas con migó, ya tengo que irme se me esta haciendo tarde, no olvides la promesa que hice, le dije mientras me alejaba lentamente, faltaban 20 minutos para las 2 de la tarde.

- Adiós!!, cuídate mucho aquí te espero!!, me despidió.

Corrí hasta llegar a el estacionamiento ya se encontraba la Mayoría.

- Uuuf pensé que sería el último, comente agitado.

- Pues no, falta el Negro, Miguel y Javier, me contestó Jorge.

- Cual es el vehículo en el que nos iremos?, pregunté.

- Nos iremos en dos vehículos pequeños para no causar alboroto, en ese y ese, contestó Maniaco señalando con su mano los dos autos.

Después de 10 minutos llegaron los que faltaban, abordamos los dos vehículos y nos dirigimos a la salida, ahí se encontraba Acebo y la mayoría de los residentes de la UAN.

- Que les vaya bien!!!, y por favor regresen todos a salvo, nos despidió Acebo.

Todos nos gritaban, palabras de ánimos como, "suerte" o "ustedes pueden", palabras que me llenaban de ánimo.

Entre la ovación de todos salimos de la UAN.