Todos se miraron unos a otros, entendiendo los pensamientos de cada uno.
Al ver la expresión resentida y enojada de Penny, Xaviera sonrió satisfecha, luego se volvió para mirar a Caleb —Caleb, no quiero verla.
Caleb respondió suavemente, luego ordenó —Sean Price, por favor escolte a la Sra. Novak hacia fuera.
—Sí, Señor Presidente —Sean se apresuró al lado de Penny—. Sra. Novak, nuestra esposa no quiere verla, así que esperamos que se vaya de inmediato y nunca vuelva a aparecer frente a ella.
—¡Willie! —La cara de Penny se enrojeció de vergüenza, buscando desesperadamente a Willie Novak.
Si realmente la expulsaban, ¿cómo podría sobrevivir en Yittaland?
Penny entró en pánico —Willie, yo te pertenezco. Si me echan, tú también perderás la cara. ¡Xaviera, te malinterpreté y ahora reconozco mi error. Espero que puedas perdonarme debido a nuestra amistad pasada.