Recuerdos Inesperados

—No te preocupes, marido. Te protegeré si alguna mujer aleatoria intenta acosarte —declaró Lu Jueyu mientras le daba unas palmaditas en el hombro.

—Entonces dejaré mi seguridad en tus manos, esposa —se rió de sus palabras y asintió Li Chenmo.

—No hay problema, ¡déjamelo a mí! —respondió Lu Jueyu con confianza.

Después del desayuno, la pareja se quedó en el espacio para continuar empacando frutos secos mezclados. Estos estaban destinados como regalos de agradecimiento, con cada paquete conteniendo un pequeño puñado de frutos secos, aproximadamente 20 gramos.

Aunque la porción era pequeña, todavía tenían galletas preparadas en la capital. Al agregar unos caramelos de leche y galletas al paquete de frutos secos mezclados, las pequeñas bolsas parecían reflexivas y atractivas.

Después de terminar de empacar las cajas de regalo, los dos se dirigieron al almacén para comenzar a empacar los productos de belleza.