Cuando encontré a los chicos, Lucho estaba arriba de un árbol y Sergio trataba de convencerlo de bajar — ¡Qué demonios fue esa luz que salió de su mano! — preguntó Sergio,aun asustado por la magia de Silphy.
—Nada, tranquilo solo lo curó — le dije.
—Y lo dices así tan relajadado, eso es brujería amigo, pensé que mi abuelita solo quería asustarme con cuentos de viejos pero esto fue aterrador, dijo.
—Ya tranquilo, bajemos del árbol a ese tonto y les explicaré todo,— le dije. —Baja del árbol, amigo. Te puedo explicar todo.
— ¡¿Qué me vas a explicar, Paulo?! ¡Que esa mujer que te estás tirando es un duende, o que es una bruja, ¿maldición y si me maldice? !
—No es nada de eso, y Naciste moreno, ya naciste maldito jajajaja .
—No es un buen momento para chiste racistas, —me dijo Sergio
—¡Sergio, tú la viste por la mierda! ¡Viste lo que hizo, viste esa luz ! , Gritaba Luis.
—Sí, lo vi, Luis, pero baja del puto árbol. Pareces un maldito chimpancé ahí arriba.
— ¡Jajajajaja!
—¿De qué mierda te ríes, Paulo? ¡Esto no es gracioso!, me regaño Sergio.
—Baja, te lo explicaré todo. Silphy es la más dulce de mis chicas. Ella no quiso asustarte solo quiso ayudarte amigo , más bien es de Eris de quien deberías temer.
Luego de unos minutos el finalmente bajó.
— ¿Estás más tranquilo, chimenea?
—No me digas así, y no quiero ir. Tú la viste, Sergio, por la mierda, viste cómo me curó en menos de un segundo y esa luz verde… ¿Y si era radiación?
— ¡¿Cómo se supone que la radiación te curará, estúpido?! — le dije.
—¿Qué, acaso nos has visto Los Simpson , cuando Homero sale de la planta de energía resplandece de verde?
— ¡La radiación no tiene color, soquete! ¿Y como puedes tomar caricaturas como un ejemplo?
—¡Y como mierda! Sabes eso, Paulo.
—¿Por qué? ¡Soy ingeniero químico, tarado!, no fui cinco años a la universidad a fumar yerba, o a conquistar bailarinas exóticas como tu imbecil.
—Ah, cierto. Claro, lo olvidé. ¿Qué fue lo pasó ahí , amigo, quien es ese ser ?, me dijo más calmado.
—Pues, te lo dijimos, vivimos en otro mundo. Existe algo llamado maná, le dije.
—¿Como el grupo de rock mexicano?
—Esos son cualquier cosa menos rock, Lucho — le dijo Sergio.
—Sí, y están sobrevalorados. El mejor grupo de rock de México son Los Caifanes, por lejos. Pero no hablo de ese maná estúpido, hablo de una especie de fuerza que podemos manipular en ese mundo.
— ¿Y por qué mierda ella lo pudo usar acá?.
—Porque estamos en un sueño, Lucho esto no es real, — le dije.
—Claro, eso tiene sentido, — dijo.
—Ya cálmate, amigo. Regresemos al Subaru. —
— Pero, ¿y esa chica con orejas de duende?, que pasa con ella, quien es?.
— Es una elfa. O más bien, una humana con sangre elfica.
—¿Como Aragorn?, dijo Sergio.
—Sí, algo así como un Dunadain — le dije.
—Pero tiene las orejas muy largas.
— Acabas de ver una elfa de verdad y estás cuestionando la, Sergio?
—No, solo digo, pensé que tendrían las orejas puntiagudas, pero no tan largas.
—Bueno, mi hija con ella tiene las orejas como legolas, —dije.
—¿Y cómo son los elfos puros, son tan hermosos como en las leyendas ?.
— Iguales a Silphy: la diferencia es que viven miles de años. Silphy, por otro lado, solo vivirá unos 150 años. Ella es más humana que elfa, ya te lo dije, su papá era medio elfo y su mamá era humana, y sí, son hermosos como en los mitos — dije.
— ¡Vaya, y sus ciudades son hermosas?, pregunto Sergio.
—Sí, pero no como El Señor de los Anillos. De hecho, los elfos en nuestro nuevo mundo eran considerados una raza de humanos. Antiguamente, se les llamaba humanos de orejas largas.
— ¡Así como Link! De Legend of Zelda, — me dijo Sergio.
—Sí, salvo que Link era humano, y los Hirulianos tenían las orejas largas para escuchar a los dioses, pero vivían lo mismo que un humano de orejas cortas. Los elfos por otro viven muchos siglos.
—Wow, yo quisiera ver ese mundo — me dijo Sergio.
—Luis, ¿estás bien, amigo? Esta muy callado .
— Sí, eso creo… ¡Maldito mentiroso! ¡Esto es una broma, cierto? , crees que soy estúpido?, es otra de tus bromas, y apuesto que contrataste a esas chicas para asustarme.
—No — le dije, creando una bola de agua con la mano, provocando que los chicos se pusiera pálidos.
— ¡Tú también puedes hacerlo, viejo!
— ¡Sí, ahora vivo en ese mundo, con esa especie de radiación llamada maná! Puedo manipular los estados de la materia — les dije.
—Eso es increíble — dijo Sergio, pero Lucho aún estaba algo asustado.
—Vamos, amigo. Tú siempre soñabas con ese tipo de mundos y ahora que ves algo así, ¿te asustas?
—No, es que me imaginaba algo más parecido al Señor de los Anillos, no a fantasía donde salía Tom Cruise.
—Ya ven, amigo. Sigo siendo yo — le dije, abrazándolo y combinando con él. Cuando llegamos, Silphy se había tapado las orejas con su pelo.
—Todo está bien, Rudy — dijo Roxy.
—Sí, tranquila, solo se asustó, pero ya le expliqué.
—Será mejor irnos — dijo Sergio, subiendo nuevamente al volante, y Lucho se fue al lado de él.
—Paulo, eres Paulo, ¿cierto? — dijo Lucho.
—Lo era, ahora me llamo Rúdeus.
—Yo te veo como Paulo, aunque me impresionó eso de la magia y el karate — me dijo Sergio.
—No es karate, es el arte marcial del Dios Dragón Urupen.
— ¡Vaya, eso suena genial!
—Lucho, ¿estás bien?
— ¿Recuerdas cuando fuimos a la playa cuando teníamos 23, antes de que nos casaramos y cuando habías superado lo de tu madre hace poco?
—¿Qué hay con eso?
—Cuando fuimos, nosotros estábamos con nuestras novias, y tú estabas ahí solo, tocando la guitarra, mientras yo cantaba . Pero recuerdo que esa noche no sonreíste nada.
—¿Y qué hay con eso?
—Que debimos haber ido solo los 3. Ahora me doy cuenta. Pero fue cruel invitarte a ti solo. De seguro querías estar con nosotros y olvidar por lo que pasabas. Pero fuimos unos egoístas de mierda y apenas hablamos contigo ese día y esa noche, y te quedaste en el cuarto más alejado, durmiendo con audífonos .
—Bueno, fue incómodo, pero no me moleste — le dije. —¿Por qué mierda recordaste eso, Lucho?
— Quisiera volver a esa época y haber sido un mejor amigo, después de que te fuiste pensé mucho en ese fin de semana.
—Yo sí quiero ir a la playa, Rúdeus — dijo Eris, interrumpiendo nuestra emotiva charla.
—Sí, vamos al océano — dijo Roxy.
Así que simplemente cerré los ojos y aparecimos en la costa.
—Hey, esto es hermoso — dijo Roxy, pero ¿por qué aparecí con bikini?
—Querías bañarte con ropa?
—No, pero… ¿dónde están tus amigos?
—No lo sé, es un sueño. Te dije que se pone intermitente cuando mezcló recuerdos de mi otra vida con el sueño, se mezcla la realidad y cosas que mi mente crea , amor.
—Ya veo, vamos al mar, dijo Silphy .
—Sí, vamos al mar — dijo Eris, la cual usaba un sexy bikini negro, con la parte de abajo que se metía en sus nalgas. Se veía sexy. Imaginé la playa favorita de mi vida pasada donde tantas veces fui en mi niñez con mis padres y ya de adulto con mis amigos o la familia de mi hermano , pero sin gente, solo para los 4.
—¿Estás seguro que no hay monstruos marinos? — preguntó Silphy.
—No, amor. Tranquila. Vengan, vamos — dije, mientras corría al océano.
— ¡AAAAGH, está fría! ¡Es muy fría! — dijo Roxy.
—Ven — dije, tomándola en brazos. Mientras las chicas me seguían, a pesar de lo fría del agua. Llegué hasta donde reventó una ola y nos sacó a los 3 a las orillas. Silphy y Eris quedaron con las tetas al aire.
— ¡Jajajajaja! Eso fue genial, ¿no Roxy? ¿Roxy?.
Pero ella tiritaba en mis brazos y tenía las mejillas infladas.
—Ella estaba en mis brazos temblando y me miraba con las mejillas inflada. —Eso fue aterrador, Rudy Y el agua es muy fría.
—Lo sé, ¡jajajajaja! ¡Les gustó el océano, chicas?
— ¡Me dio miedo! — dijo Silphy, metiendo sus tetas en la parte de arriba del bikini.
—Eso fue genial — dijo Eris, volviendo a correr hacia una ola. Solo vi los pies de Eris cuando la ola la tragó y la dejó en la orilla. Ella tenía una sonrisa maniática.
—Sí, ojalá pudiera bañarme en el mar, nunca pude, como esa vez en el continente demoníaco cuando Ruidjerd me dijo que era peligroso. Lástima que en nuestro mundo no se pueda — dijo Eris.
—De hecho, eso era solo en el continente demoníaco. En Bieheiril sí se podía — le dije.
—Pero hacía frío. Aquí me gusta, hace calor y el agua es helada, es agradable.
—Estás loca — le decía Roxy qué aún temblaba.
—¿Qué ciudad es esa que se ve allá a la distancia, Rudy?,— Dijo Silphy apuntando a una ciudad costera qué se veía a lo lejos.
—Oh, esa es… (...) —
—Paulo, ¿dónde te habías metido? — dijo de pronto Sergio, que venía con Lucho y una guitarra.
—Nada, me vine a la playa con las chicas. — les dije.
—Tomen, trajimos unos helados — dijo Lucho, pasándole uno a cada chica.
—Ya no le temes a mi esposa, Lucho,— le pregunté por Silphy.
—No, te estábamos mirando a lo lejos. Son personas normales, aunque aún me cuesta creer que esa niña sea mayor que nosotros, dijo apuntado a Roxy.
—No soy una niña, soy una migurd.
—¿Y qué es un migurd? . —pregunto Sergio
—Somos una tribu de demonios — dijo Roxy, haciendo que Lucho se pusiera pálido y Sergio se persignara, mientras agarraba el crucifijo de su cuello y empezaba a rezar el ave María .
—Ya cálmense exagerados, demonios en donde vivo ahora no son fantasmas, son gente común y corriente. Solo se les llama demonios porque se enfrentaron a los humanos y Elfos en antiguas guerras.
—Uuf, qué alivio, pensé que tendrían 5 brazos o alas de murciélago y cuernos en la frente — dijo Sergio.
—De hecho sí hay de esos — le dije.
— ¡AAAAGH! ¿Pero porque tu mujer parece humana?.
—Bueno, un amigo (Orsted), me contó que los humanos en ese mundo también somos varias tribus. Están los hombres de oreja redonda, nosotros, los orejas largas, los elfos, los enanos y los hobbit. Y técnicamente Roxy es humana, pero como su tribu se alió a los demonios, los expulsaron del continente Milis y son considerados demonios ahora, a pesar de que la tribu de Roxy está más emparentada con los Hobbits o Elfos.
—Eso suena como algo que imaginaría un demente, Paulo., suena a fantasía.
—Como llamaste a mi esposo, feo — le dijo Eris a Lucho.
—Nada nada, tranquila, pelirroja. Dios qué mal carácter tiene.
—Este helado es muy rico, qué sabor es — preguntó Silphy.
—Es vainilla y pasas al ron — le dije, sabores que no hay en nuestro mundo.
—Gracias — les dijo Silphy con una sonrisa.
—Vamos al mar — dijo Eris, —vamos chicas.
—No quiero — dijo Roxy.
—Ya vamos, tú querías esto — así que la llevaron entre las dos, y ahí quedé con mis amigos mirándolas.
—La pelirroja tiene un lindo culo, seguro que los gozas todas las noches.
—¿Quieres que te rompa el hocico, lucho?
—Estoy bromeando, Paulo. Tranquilo.
—La elfa es hermosa, parece una modelo Nórdica o de esos países baltico. Acaso en ese mundo todas las mujeres son así de bellas .
—De hecho sí, casi todas son hermosas incluso las demonios, deberías ver a las feráles y las elfas puras.
—Maldición, espero que al morir también vaya a ese lugar, pero , ¿por qué 3 esposas, amigo?.
—De hecho en ese mundo hay 8 mujeres por cada 2 hombres, la taza de mortalidad masculina es muy alta,—les explique
—Maldición, quisiera vivir ahí — dijo Lucho.
—Deberías ver a la abuela de Silphy, ella es hermosa, y lo raro es que se ven de la misma edad.
—Tienes nuevos amigos allá? — me preguntó Sergio.
—Sí, Zanoba, Cliff, Orsted, Ruidjerd, Luke, Alex, Doga, Sara Rinia, Purcena, Elinalise, y varios más.
—Eso es mucho más que los dos idiotas de acá — dijo Lucho.
—Jajaja, sí, pero nunca los he olvidado chicos.
—Jaja, maldito mentiroso, yo ya te habría olvidado si tuviera 3 bellezas como esas — dijo Lucho, mirando a las chicas.
—No te mentiré, trato de no pensar mucho en esta vida, me trae nostalgia, y mucha al principio, pero te acostumbras con el tiempo y solo sigues adelante, son tantas cosas nuevas que apenas puedes procesar lo que esta pasando.
—Me alegra verte así, amigo.
—¿Por qué dices eso Sergio?
—Recuperaste tu sonrisa, esa que había perdido cuando tu mamá falleció y esa perra de Caro te dejó poco tiempo después.
—No le digas así, ya la perdoné hace mucho, le dije.
—Sabes, cuando el Jano me avisó que habías muerto, no lo podía creer, me quedé en la máquina parado en medio de la faena, no recuerdo nada después de eso, solo que me llevaron a sentarme y el jefe no podía hacerme reaccionar. Luego cuando asimilé todo, recordé la última vez que hablamos por teléfono, dijiste que volverías en un mes y que iríamos a pescar con el Luis y el Nacho mi hijo , te extraño mucho amigo.
—Lo Siento Sergio, mi ahijado está bien?
—Sí, era pequeño, solo tenía 8 años, pero todos estábamos tristes fue un golpe duro. Te conocía desde que éramos niños.
—Yo estaba manejando, venía de regreso del norte, cuando me llamó tu hermano. Recuerdo que paré el camión en un orilla, me baje y me puse a llorar a un lado de la carretera, llegó la policía, me iban a multar, cuando el cabo joven me encontró llorando. Finalmente no me multó y tuvo que darme ánimos, decirme que debía salir de ahí que era peligroso. Te extraño mucho maldito imbecil, eras como mi hermano — dijo Lucho, abrazándome, rompiendo en llanto.
—Ya deja de llorar tonto, mis esposas pensaran que somos gay, jajaja, bueno me alegra saber que gracias a mí no te multaron esa vez jajajaja, aucht, no me golpee, dije luego que Lucho me diera un golpe en el brazo.
—Me hubiera gustado haber llegado a viejos y sentarme junto con Lucho, con tu hermano y tu viejo en un bar y beber una cerveza mientras recordábamos el pasado, pero ahora solo seremos 3, tú no estarás para beber con nosotros. —
—Solo deben seguir con su vida, ya han pasado 23 años desde que volví a nacer, ustedes ya deben tener casi 60 años. Seguro ya son abuelos, y están pelados, o con el pelo blanco y barrigones. —
—Cuando falleciste y trajeron tu cuerpo para velarlo en la casa de tu hermano, Caro trató de entrar, y tu cuñada Ana la sacó de una patada en el culo, jajaja, debiste ver eso. —
—¿Para qué hizo eso? Yo ya no tenía rencor con ella. —
—Tú sabes como era Ana. La conocemos desde niños. —
—Sí, mi hermano tuvo mucha suerte al quedarse con ella — dije.
—Te volveré a ver, Paulo. —
—No lo sé, Sergio. Este es un sueño, y tú eres solo mi imaginación, y solo me estás diciendo algo que mi subconsciente quiere escuchar. —
—Espero que no — dije, mientras empezaba a esconderse el sol y mirábamos a mis esposas, las cuales salían del agua.
—Oye, Silphy, ¿es idea mía o los amigos de Rudy están tristes? —
—Creo que sí, deben estar recordando algo. —
—Pero Rudy se ve tranquilo, está sonriendo. —
—El debe estar feliz de comer y hablar con ellos, por como se comportan, deben ser muy unidos los tres.
En ese momento los amigos de Rúdeus se hicieron literalmente polvo mientras todo se derrumbaba a su alrededor, las chicas asustadas llegaron al lado de Rúdeus.
—¿Qué está pasando, Rudy?
—Tranquila, el suelo se está desmoronando, está pasando el efecto del tónico. Estamos por despertar.
—Esto es aterrador.
—Sí, tranquila, solo es porque estás consciente de lo que pasa — le dije. Cuando de pronto todo se fue a negro.
—Rudy, Rudy, Rudy amor, despierta — sentí que me hablaban desde la distancia, mientras la voz se hacía más cercana. Cuando abrí los ojos, Nanahoshi me acariciaba el cabello y me dio un beso en la mejilla.
—Amor, ¿te quedaste despierta toda la noche?, le dije.
—No, dormí a su lado y desperté poco antes de que despertarán ustedes.
—Ya veo, ¿dónde están las chicas?
—Despertaron antes y fueron a escribir algo. No me dijeron nada — dijo Nanahoshi.
—La verdad no recuerdo mucho, Nana. Creo que esa cosa era para espiar sueños, y solo los espías recuerdan, es decir, las chicas.
De pronto, abrieron la puerta.
— Rudy, quiero que fabriques cosas que vimos de ese mundo, Dijo Silphy.
—¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?
—Así es — dijo Silphy. — Sé que no lo recuerdas, pero dijiste que harías una lavadora, un refrigerador y una cocina como esas de gas de tu mundo, y las chicas tienen ma peticiones.
—Sí, yo quiero un auto — dijo Eris.
—No puedo hacer eso, amor. No tengo caucho, y no soy ingeniero, le dije.
—Puedes hacer de esa cosa que bebias, eso negro con burbujas.
—No existe el café de cola en este mundo, amor. Lo siento. Además, Coca-Cola era una fórmula secreta.
— ¡Maldición! — dijo Roxy.
—¿No recuerdas nada, Rúdeus? Te vez confundido — preguntó Eris.
—No, recuerdo vagamente — le dije.
—Conocimos a tus amigos. Al flaco y al feo, dijo Eris.
— ¡Oh, ya veo! Creo que algo recuerdo. Hey no le digas feo al Lucho, le dije.
—Sí, y también a esa vieja de tu vecina, que nos confundió con prostitutas, dijo Eris.
— ¡Jajajajaja!
—¿De qué mierda te ríes, Nanahoshi? — preguntó Silphy , molesta.
— De nada, pero es normal que en ese mundo imaginen algo así , si ven a un hombre soltero salir de su casa con 3 mujeres que nunca vieron antes, ¡Jajajajaja!
Vinos a personas con tus rasgos también, le dijo Eris, tu gente fuma mucho, dijo apagando las risas de Nanahoshi.
—No me confundas con chinos, amiga.
—Ya dejen de pelear ustedes dos, —las regañe. — Creo que empiezo a recordar, dije.
—¿Recuerdas el pánico de tus amigos cuando vieron las orejas de Silphy?, me dijo Roxy.
—No mucho — dije —. Les dije que no se las mostraras Silphy .
—Fue un accidente, Rudy. Pero ellos se veían tristes cuando estábamos en la playa
—Sí, bueno, eran mis amigos — dije, recordando.
—Sí, además, supimos muchas cosas de ti. Que soñabas con esa tal Aridna en Neris , y esa rubia que era tu amante en la otra vida.
— Yo jamás tuve una amante así en la otra vida. ¿Y quién diablos es Ariadne? ... (...), ¡mierda! Ya recuerdo — pensé.
—Tal vez no recuerdas, Rudy — me dijo Roxy.— La Reina dijo que eso iba a pasar.
—Sí, como sea. Quiero que hagas eso para nuestra casa, Rudy, — dijo Silphy.
—Nana, amor, ¿podrías ayudarme a crear esas 3 cosas?
—Creo que sí. Si sabes cómo funcionaban, podemos replicar algo parecido con círculos y gemas .
—Gracias — dije, besándola.
—Rudy, ¿a dónde vas? — me dijo Silphy.
—Debo hablar con Orsted. Vengo en unas horas.
—¡Oye, esta noche volveremos a entrar a tu mundo! No hagas algo estúpido co. O irte a una misión — me dijo Eris.
—No, amor, pero debo reunirme con él. Volveré a medio día para almorzar juntos.
Rápidamente partí donde Orsted, y mandé un mensaje para Ariel, que iría al Palacio de Plata y debíamos hablar a solas y muy seriamente . Después de unos minutos, ella contestó que podía ir.
Cuando llegué, fui conducido al jardín, donde nos dejaron solos con Elmore y Kleene como guardias, pero desde un lugar donde no pudieran oirnos.
—Tanto me extrañabas, Rudy, que viniste a verme nuevamente. Solo ayer nos despedimos, amor. Aún estoy tratando de caminar bien, luego de que hicimos el amor, ayer estabas salvaje — dijo Ariel.
Yo le toqué la barriga mientras acariciaba la mejilla de Edward, quien me daba un linda sonrisa, mierda, una sonrisa como la de mis hijos y la mía.
—Para qué viniste, amor. El mensaje sonaba muy serio, Silphy te dijo algo?, — dijo Ariel nerviosa.
—Es algo muy serio y estoy no molesto, pero.... No, la verdad si estoy muy molesto contigo Ariel— le dije.
—Tu me odias?.
—Claro que no, te amo, si fueras una chica común y corriente serias mi esposa, nunca te voy a odiar, pero debemos hablar, hiciste algo muy malo, te aprovechaste de mi amor por ti y mi confianza Ariel.
—Rudy, Edward y el bebé que llevo en mi vientre… La verdad es que yo no quería que tú, que tú eres, tú eres el… el, el, es que tu no podías, no podías, pero, pero yo te amo, Rudy …
—¿Desde hace cuánto tiempo sabes que soy un reencarnado, Ariel?
—Cuando la miré, estaba pálida.