— ¿De qué estás hablando, Rudy?
—Oh, por favor, no te hagas la tonta conmigo Ariel. Sé que me espías en mis sueños.
Lo había olvidado pero cometiste un error con tu pocima, si quienes comparten tu sueño te lo recuerdan apenas despiertas lo recuerdas.
Anoche las chicas entraron a mi mente con esos dispositivos que les diste . Cuando desperté, no recordaba nada, pero inmediatamente Silphy me dijo qué había pasado, y de pronto recordé que tú también estuviste ahí hace unos años, pensé que solo soñaba contigo, pero me di cuenta de que realmente eres tu.
—Te estás imaginando cosas, Rudy.
—Claro que no. Tú eres muy capaz de ello. Además, recordé que estuve ahí contigo, y la maldita vieja de mi vecina me lo recordó. ¿Por qué hiciste eso? ¿Desde cuándo lo sabes, Ariel?
—Te diré la verdad, Rudy. Pero prométeme que no me gritarás ni me abandonaras, dijo muy asustada, temblando .
—¡Qué mierda me hiciste, Ariel?!
Ella empezó a llorar, antes de hablar.
—Ese día que despertaste conmigo antes de ir a ver a Atofe , no fue la primera vez que dormimos juntos, Rudy.
— ¡Maldición! Ya lo sabía. Sabía que me drogabas. ¡Maldita sea!, no quería creerlo y solo pensé que era mi imaginación, pero los sueños no se sienten tan reales — dije, poniéndome de pie mientras pateaba unos arbustos .
— Esa vez en que viniste por lo del libro del Superd y la imprenta , ¿recuerdas?, esa noche te fuiste muy ebrio a tu mansión y te dormiste con Nanahosi en tu habitación. Aproveché de sacarte de ahí y llevarte a otra habitación. Y me disfracé de ella y me acosté contigo. Yo trataba de no hablar para que no reconocieras mi voz. Y ahí me hablaste del futuro, de ese Rúdeus del futuro y como te visito , y de cómo moriste en tu otra vida salvando a lady Nanahoshi , y que recuerdas tu otra vida. Lo siento Rudy, no lo hice de mala, lo hice porque quería conocerte mejor.
Me dieron ganas de gritarle y hacer un berrinche, de putearla y maldecirla, pero me mordí la lengua. Después de todo, esta mujer es la madre de Edward, y si bien prometí no volver a preguntarle, es casi seguro que sea mi hijo biológico, lo mismo que Sariel, que está en su vientre. Ese maldito olor a frutas en la cabaña hace un mes … ¡Maldita sea! Ella me está confesando que me drogó y me engañó. Cabe la posibilidad de que los niños sí sean mis bebés.
Me tiré al pasto de espaldas mientras me agarraba la cabeza.
—Rudy, nadie más lo sabe. Solo yo.
— ¿Qué confianza te puedo tener ahora, Ariel? ¡Me violaste, me usaste , me mentiste, como le haces algo así al alguien quien se supone que amas, por Dios santo!
—No te violé. Tú fuiste quien me hizo el amor, yo entraba a tu habitación y te besaba y tu me tirabas a la cama, me abrías las piernas y me la me.. (...) . —
—Claro, porque pensé que eras Nana o pensé que estaba soñando , y estaba semi inconsciente, maldita loca de patio.
— No me llames así — dijo, rompiendo en llanto.
—Mi padre me dijo que tuviera cuidado contigo, que ustedes los nobles, son unos malditos psicópatas sin pudor que les gusta abusar de su poder , pero no le hice caso. ¿Sabes qué le dije? :
No te preocupes, papá. Ariel es diferente. Ella no es así, ella es una buena persona, es mi amiga, la conosco hace años. Pero, si lo eres, eres una ruin manipuladora, psicópata, loca, tóxica, demente, francesa, y una mujer enferma. Se supone que nos amamos, ¡maldita sea!.
—No me digas así, —me dijo Llorando, —Además, Tú no me amabas en esa época. Solo yo te amaba. Tú nunca te habrías acostado conmigo y yo quería ser tuya y siempre me rechazabas, no aguantaba más, lo hice porque te amaba maldito imbecil .
—Así no es como demuestras que amas a una persona. Además eventualmente, sí lo hubiese hecho contigo , ¡maldita sea! Tenemos un destino fuerte. Al final, si hubiéramos estado juntos, tal vez no de inmediato como ahora que apuraste todo , pero si hubiésemos estado juntos, tú eres tal como Eris, Silphy, Roxy o Nana, y eso es lo que más me da rabia si hubiéramos seguido así eventualmente habríamos terminado juntos y si la necesidad de tener esta relación en las sombras maldita sea .
Ariel, no dijo Nada solo se limpiaba las lágrimas.
Sabes que es lo que me da rabia Ariel , son tus métodos, y lo peor de todo, es que sé que nunca podré irme de tu lado, y esta rabia se va a apaciguar y te terminaré perdonando, porque nuestro destino es fuerte, estamos destinados a estar juntos y te amo . Pero eso no quiere decir que pienso que lo que me hiciste es bajo, incluido para alguien ta ruin como tu Ariel.
Ella estaba llorando en silencio, así que le quité a Edward, quien me sonreía. Ariel se tapó la cara con las manos, mientras yo me senté en el césped .
—¿Qué quieres de mi Ariel?
—¿Qué quieres decir, Rudy?
—¿Qué quieres por tu silencio? Esto solo lo sabía mi familia y Orsted. Ni siquiera mis mejores amigos lo saben y no te lo quería decir aun porque es un tema delicado, de hecho estas últimas semanas estaba pensando en decírtelo, pero no, tu tenias que entrar en mi mente sin consultarme ¿no? .
Yo tenía que saberlo, — dijo Ariel.
¿Por qué? ¿Pensabas que era un traidor, o un tipo que solo deseaba poder? ¿Porque lo hiciste? ¿Es para extorsionarme cuando lo necesites? .
Ella se levantó muy sería y estoica , me arrebato a Edward de mis brazos y lo dejó en su cuna, que estaba al lado donde ella estaba sentada . Luego se acercó a mí, me miró a los ojos y me dio una tremenda bofetada. No mentiré, me dolió. Luego me volvió a dar otra. Agarré su mano antes de que le diera una tercera.
— ¡¿Cómo te atreves, Rudy?! Yo jamás te extorsionaría. Solo yo sé lo que vi en tu mente. Y juro que me llevaré ese secreto a la tumba. Te lo juro por mi hijo y este que llevo en el vientre, que son las personas que más amo en el mundo junto a ti . ¡Jamás diría algo así ni te traicionaría, solo lo hice porque quería ver quien era el hombre que amo, y resultó que verte me hizo quererte aun más, maldito estúpido !
Ella se tiró de rodilla al césped mientras lloraba ya ahora de manera dramática . Rápidamente, Kleene y Elmore llegaron a su lado.
—Majestad, ¿está bien? ¿ Reidar Le hizo algo? ¡Llamaré al Dios del Norte!
—No me hizo nada. Tranquilas, déjenos solos .
—Pero, Majestad, está llorando.
—¡DIJE QUE ME DEJEN TRANQUILA POR LA MIERDA! Y ESTOY HABLANDO CON MI HOMBRE. ¡VÁYANSE DE AQUÍ Y DÉJENOS HABLAR EN PRIVADO! — les gritó Ariel, alterada.
—Lo siento, Majestad — dijeron las chicas, algo nerviosas, y se fueron.
—No les grites. Ellas solo te protegen,—le dije.
—Lo sé, pero odio que me interrumpan cuando hablo contigo. —¿Qué harás, Rudy?
—No haré nada — dije, tomándola en brazos, y sentándola en la banca.—Si sigo discutiendo contigo , algo le puede pasar a Sariel.
—¿Cómo sabes que es una niña ?
— Intuición — le dije, sentándome a su lado. — Toma, te había traído chocolate, Silphy dijo que tenías antojos cuando estuvimos en Roa — dije, dándole unas caja.
—Gracias, ¿como es que no se a echado a perder después de años? .
—es de otro mundo, le pasa lo mismo que que a Nana, no se descompone, así co o Nana no envejece en este mundo.
—Ya veo.
—Con Nana vamos a tratar de traer otras cosas de ese mundo, como más chocolate y otras cosas, ademas anoche en mis sueños Silphy vio la nevera, la cocina y la lavadora, y deberé crearlas. De hecho, estaba muy molestada porque no las hice antes, apenas desperté tenían anotado todo lo que querían, jajajajaja, ellases maravillosas, — le dije, pero ella no respondió, solo comía chocolate en silencio. — Escucha, yo soy Rúdeus Greyrat Latreia , y la reencarnación siempre ha existido. La única diferencia es que yo recuerdo esa vida. Solo eso. Yo ya no soy esa persona de esa vida el ya no existe, si bien compartimos el alma, somos muy diferentes, soy Rúdeus ahora, esa otra persona que viste esta muerta.
—Lo sé. Ya me lo habías explicado, amor.
— Ya veo, Así que, también sabes de lo del Rúdeus del futuro?
—Sí, me lo contaste todo después de que tuvimos sexo.
— Entonces, ¿te dije lo que pasa contigo en ese futuro? .
—Sí, fracaso y muero . Como murieron todas las mujeres que amaste en ese futuro.
—No vuelvas a espiarme, Ariel. Menos en lo que tiene que ver con mi otra vida. Eso es algo muy íntimo, algo muy personal, si quieres volver a ver, hazlo conmigo consciente, pero no vuelvas a hacerlo sin mi consentimiento ni drogandome .
—Lo siento, solo tenía curiosidad por ese mundo.
— ¿Sabes qué es lo que más me da rabia?
—¿Qué cosa?
— ¡Que no puedo odiarte! ¡Maldita sea, te amo como amo a mis esposas! —
Ella puso su cabeza en mi hombro.
—¿Las chicas saben que espie en tus sueños?
—No lo saben. Solo yo me di cuenta, le dije.
— Ya veo… Mierda. Silphy debe haberse dado cuenta — pensó Ariel.
—Silphy no te ha dicho nada de mi cierto , Rudy?
—¿Sobre qué?
— Ella me preguntó si te amaba cuando estábamos en Fitoa , y le confesé que sí.
— Cof, cof, cof, se Lo dijiste.
— Así es.
—¿Y qué te dijo ella?
—Que ya lo sabía, y que si quería casarme contigo, ella lo permitiría .
—¿Y qué le dijiste?
—Que no puedo amor. Estoy casada con el país.
—si eso lo entiendo es tu destino.
Será mejor regresar, estas alterada y no quiero que le pase nada al bebé, — le dije. Tomándola de la mano.
— Espera. No te vayas aún Rudy.
— ¿Y ahora qué? — le dije de mala gana, y ella se puso muy triste, casi por llorar nuevamente . Tenía ganas de decirle más cosas, de insultarla, de decirle que pensaba que la realeza y los nobles son un asco, unos mierdas y una tropa de ratas, pero no podía. Tengo sentimientos por esta mujer, y no puedo ocasionarle algún problema psicológico. No quiero que se estrese por el bebé que lleva en su vientre, Orsted me advirtió que es la primera vez Que ella ama a alguien en algún bucle y no sabe como podría afectar en futuro si ella entra en depresión.
— Perdón, Ariel. ¿Qué pasa? , le dije sonriéndole con amabilidad .
—Solo vamos a comer algo y quedate un rato conmigo — me dijo.
—Está bien. (.....) 4 horas después.
— Uuf, eso fue delicioso, Rudy, me dijo Ariel mojada en sudor.
—Cuando dijiste "comer algo," pensaba en que me darías comida de verdad , Ariel — le dije agitado.
—Bueno, vienes poco a verme. Debo aprovechar — dijo.
—Ariel, mi amor , se que te dije que no volveré a insistir con preguntarte por el padre de Edward y ese bebé en tu vientre , pero debo decirte algo de lo que me e dado cuenta, aunque puede que este equivocado, ya que no estoy 100%,seguro.
—Bien — dijo Ariel, pálida .
—Primero que nada, no quiero que críes a mis hijos con tus costumbres.
—Como que "tus costumbres" ¿Qué quieres decír Rudy?
—No quiero que Edward ni Sariel se abusen de su estatus de príncipes para aprovecharse de los demás, quiero que los cries con valores, y yo no permitiré que sean unos déspotas como tu . ¿Entendiste?
—Está bien, lo haré, te lo juro mi amor.
— Y otra cosa más, que quiero que sepas.
— ¿Qué cosa Rudy?.
—Se que Edward es mi hijo.
—Ya te dije que no, Rúdeus Greyrat dijo sentándose en la cama mostrándome sus hermosas tetas y mirándome enojada, trate de mirarla a la cara pero sus tetas me miraban fijamente , finalmente volví a concentrarme y la mire al rostro, tenía una cara sería pero sus ojos estaban llorosos y su boca temblaba.
—¿A sí? ¿Y por qué cuando estábamos por partir a Donati la semana pasada, Edward no gritó ni lloro cuando vio a Orsted ni se puso nervioso? Es más, le sonrió y le estiró los brazos para que lo tomara.
— Eeeee, yo, yo, yo, yo, eh, eh, eh, tal vez, tal vez, tal vez, el, el, el, no, no, no es… es… es inmune a su maldición — dijo agitada.
— ¡Cálmate! ¡Cálmate! Tranquila — dije, besándola y abrazándola. — ¡Cálmate, no te pongas así! Le puede pasar algo al bebé — dije, tocando su vientre. — No insistiré , pero tu sabes ninguno de mis hijos le teme. Y salvo yo, Nana y mis hijos, solo hay una persona más que no le teme a Orsted . Y no se supone que fuera Edward.
—Es que esa persona que no le teme a Orsted es el padre de Edward,— me dijo rápidamente sin pensarlo.
—¿Ah si?, y como se llama?.
—Eeh Ludy.
— ¡Dios, Ariel, no seas mentirosa! Esa persona que no le teme es una mujer, Y su padre es un Superd, y Edward no tiene el pelo verde.
—Rudy, Rudy, Rudy, yo, yo, yo…
—Ya cálmate, tranquila — le dije, mientras ella me abrazaba muy fuerte y ponía su cabeza en mi pecho. Incluso así, podía sentir su corazón latiendo muy fuerte, mientras la tranquilizaba. — ¡Cálmate, tranquila!, le dije — Además, el tono de los ojos azules de Edward no son como los tuyos. Tiene un tono un poco más oscuro, como los ojos de mi madre, mi abuela Claire y los Latreia. Obviamente, el niño es mío. Aunque, solo al verlo reaccionar frente a Orsted, me lo confirmó.
—Pero él tenía una máscara, Rudy eso no significa nada.
— Sí, pero atenúa su maldición un 70%, pero aún así hace incomodar a la gente y hace llorar a los niños pequeños como Edward . Cuando ha ido a la Sharia, nadie sale huyendo pero lo tratan como si fuera alguien peligroso, con mucho respeto, y los niños se hacen a un lado cuando lo ven y lo miran con desconfianza. Edward , por otro lado, lo miró y le sonrió.
Ariel no dijo nada, solo se quedo ahí callada abrazándome .
— Y sospecho que este bebé — dije, tocando su vientre — también es mío. Ese aroma que sentí yo y Norm en mi cabaña, definitivamente era tu perfume. Solo tu cabello tiene ese delicioso aroma.
Ella no dijo nada. Solo apretó su abrazo.
— ¿No me vas a decir nada, Ariel?
— Si Edward y este bebé sí fueran hipotéticamente tus hijos, ¿qué harías, Rudy?
—Decirles a mis esposas.
—Ya veo. En ese caso, Edward y este bebé no son tus hijos, Rúdeus. Ellos son Asúra, no Greyrat.
—No les voy a quitar tu apellido Ariel. No me importa poner a los Greyrat como nueva casa dinastía reinante, y a mí no me interesa ser rey. Yo estoy contigo porque te amo, no porque me interese la política ni el poder, Ariel. Nunca me interesa ni me va a interesar, nunca yo solo quiero protejer a los que amo y tu y nuestros hijos son parte de ellos .
—Lo sé — dijo Ariel, quien temblaba.
—Nunca me lo vas a decir, ¿cierto?
Ella me abrazó y me beso.
—Como sea. Me haré cargo de Edward y Sariel. Y si algún día me preguntan quién es su padre, yo les diré que tú nunca quisiste decir si era yo. Porque no les voy a negar que existe la posibilidad de que sean mis hijos. — dije, mientras me levantaba y me empezaba a vestir.
—¿Ya te vas?
—Sí, debo regresar. Las chicas aún no terminan de ver mi otra vida y no quiero que te pongas más nerviosa de lo que estas .
—¿Cuándo regresarás conmigo?
—No lo sé. Aún estoy molestado contigo.
— ¿Aún después de que me hiciste el amor toda la mañana?
—Sí, solo que me sorprendiste con eso, le engañaste diciendo que tenías comida y la comida eras tu . Además, tengo hambre, y Silphy me debe estar esperando para almorzar.
—¿No me vas a perdonar, cierto? .
—Ya te perdoné. Aún estoy molestado contigo. Y también me molesta que me niegues a mis hijos.
— ¡Que no son tuyos, con un demonio!
—Mientes. Te conozco hace 9 años, sé cuando estás mintiendo, Ariel Anemoi Asúra. Además, Silphy dijo que cuando mientes te haces la enojada, pero es fácil saberlo, porque tus labios empiezan a temblar, tal como están ahora.
—Es que me hiciste el amor muy rudo Rudy, dijo cruzando sus piernas .
—Me refiero a los labios de tu boca, pervertida .
Ariel se llevó la mano a la boca para tapar ese tic nervioso.
—Volveré a verte pronto, y te traeré más chocolate, Te amo — le dije, aunque esta vez no ne despedí con un beso.
Cuando salía, me topé con Kleene, que tenía a Edward en sus brazos.
—Adiós, mi niño, papá vendrá a verte pronto — dije, besándolo la frente, y él me dio una linda sonrisa y me dijo papá .
—No le digas así al príncipe, eres su padrino, pero el será el rey algún día — me dijo Kleene.
—¿Por qué ? ¡Ariel ya me dijo que soy su padre! Y por ma príncipe qué sea yo soy su padre.
— ¿En serio te lo dijo? Bueno, lo siento, no lo sabía. Pero ya era hora — dijo Kleene.
— ¡Jajaja! Nos vemos, Kleene. No te preocupes, Ariel está bien, ya solucionamos nuestros problemas .
Cuando estaba por regresar a la cabaña, me topé con Luke.
—Hola primo — me dijo.
Lo tomé de la solapa y lo tiré contra la pared con fuerza.
—¡Aucht! ¿Qué demonios te pasa, Rúdeus?
— ¡Tú, desgraciado! ¡Mal amigo! ¡Mal primo! ¡Tú lo sabías, cierto?
— No sé de qué hablas.
— ¡No te hagas el estúpido Luke ! Hablo de que los hijos de Ariel son mis hijos, y tù, ¡tu esposa y las chicas me drogaban para que ella se metiera en mi cama, cierto?
—Yo no tengo nada que ver. Yo nunca estuve de acuerdo, pero me prohibieron hablar. Y cuando quise decírtelo , me regañaron. Lo siento.
— ¡Jajaja! ¡Maldita sea! — dije, soltándolo.
— ¿Me vas a matar?
— Claro que no. Eres mi primo y te estimo mucho . Solo estoy algo molesto. Me acabo de enterar de todo.
—Lo siento, Rúdeus.
—¡Jajaja! Eres un estúpido, Luke.
—¿Por qué me dices eso?
— Por nada. De hecho, gracias primo.
—¿Por qué? Hoy amaneciste bipolar?.
— Toma esto: es para ti y Tristina — le dije, dándole unas cajas de chocolate. — Me imagino que tu esposa debe tener antojos de esto.
— Sí, de hecho anoche hablaba de eso. Gracias.
—Luke, perdóname por arruinar tu futuro.
— ¿De qué hablas? Estoy feliz. Me casé con una mujer hermosa, y soy el jefe de Notós. Es lo que siempre soñé, y eso es gracias a ti. Si no hubiéramos ido con los bandidos, jamás hubiera conocido a Tris, de hecho después que me golpeaste en Donati ella curó mis heridas y empezamos a hablar , y en eso días empezó nuestro romance, jajaja maldito matón, gracias a ti ella está a mi lado.
—¿Eres feliz, Luke?
—Claro — me dijo, sonriendo.
—Me alegro por ti — dije, abrazándolo.
— Por cierto, Rúdeus, felicitaciones por el embarazo de Roxy y Eris, Elmore me contó la buena noticia .
— Sí, gracias. No me felicitaras también por el bebé de Ariel.
— Eeeeh, yo no sé de eso.
—Claro, ¡jajaja! Maldito mentiroso sometido. ¿Cómo lo llamarás al nuevo bebé?
—Si es varón, pensaba "George," y si es niña, "Valentina," como nuestra abuela.
— Lindos nombres. Bien, me voy. Dale mis saludos a Tristina.
—Claro, y gracias por el chocolate.
— Sí. Adiós.
—Rúdeus, espera.
— ¿Sí?
—En serio, yo no sabía nada. Y no estaba de acuerdo. Pero le debo lealtad a su majestad, lo siento .
—No te culpo, primo. Adiós — le dije. Y así me transporté de regreso a la Sharia.
Mientras Kleene entró a la habitación de Ariel.
—Majestad, ¿está bien?
—Sí — dijo Ariel, aún desnuda en la cama —. Rudy podrá ser el Dios del cauce, pero la debilidad de la Séptima Potencia Mundial son mis besos , jejeje, ¿Edward está bien?
— Sí. Ya comió, y el Dios del Cauce se despidió de él.
—Ya veo.
— Así que le dijiste que era el padre.
—¿Qué? No, se lo negué. ¿Por qué lo dices?
— Porque le dije que tratara al príncipe con respeto, pero él me dijo que tú le confesaste que es el padre.
— ¿Qué ? ¿Y qué le dijiste?
— Yo, yo, yo le dije que ya era hora que lo supiera, Majestad.
— ¡Qué? Ese desgraciado te sacó la verdad con una mentira!.
—No sabía majestad perdóname.
— ¡ESE MALDITO DESGRACIADO! — dijo Ariel, pateando una almohada.
— ¿Y ahora qué, Majestad? — dijo Kleene.
— Nada. Silphy ya lo sabe.
—¿Qué? ¿Cómo se enteró majestad ?
— No lo sé. Pero ella es lista, mucho más lista que Rudy, Lo sabía desde hace tiempo, yo fui descuidada y ella ato los cabos sueltos . Esto es mi culpa. Me confíe demasiado en esta mentira y seguí estirandola, y todo se me derrumbó encima — dijo Ariel, con un gesto de desesperación—, aun así Silphy perdonó, y Rudy me dijo que me perdonaba pero estaba molesto, pero me da miedo la reacción de Nanahoshi y Eris, carajo.
—Ya cálmate, Majestad. Será mejor que te des un baño de sales — le dijo Kleene.
—Ufff, maldición. Espero que Rudy mantenga la boca cerrada. Cuando el regrese, solo sigan negándolo. Dícelo a todos los que saben la verdad .
— Como digas, Alteza — dijo Kleene.
—por cierto, Silphy me dijo que si quería podía casarme con Rudy.
—¿y que le dijiste?.
—qué no, no puedo casarme, aunque podría hacerlo en secreto.
—Ya veo, pero por ahora será mejor que te calmes, y no te preocupes, si tu no se lo confirmaste, Reidar no dirá nada, debe estar en 97% seguro que Edward es su hijo, pero ese 3% de duda lo hará me tener el pico cerrado.
—Tu crees, Kleene?.
—Si, Reidar es pracmatico, solo actúa si esta un 100 % seguro de lo que hace, no por nada es el dios del cauce.
—Si, el es así, Aaaah, sabía que cuando fuera adulta tendría una pareja importante, pero nunca me imagine que me acostaría con el dios del cauce, —dijo Ariel Sonriendo.