Un día estaba practicando esgrima con Papá y Aisha, bajo la mirada atenta de mis esposas e hijos.
Paul me atacaba como si fuera una pelea de verdad usando incluso trucos qué le enseñó Alek . A pesar de ya haber discutido mi situación con Ariel, el viejo aún no está feliz por esto. Sin embargo, siempre termino derrotándolo. Aisha, por otro lado, ha avanzado mucho. Por eso ahora no le digo nada cuando va a ver a Alek, se nota que entrenan mucho. Aisha está en un nivel muy alto en Dios del Norte y ha avanzado muy bien en los otros dos estilos. Además, ahora que combate, siempre tiene una aterradora sonrisa que me recuerda a Eris.
Estábamos en eso mientras Eris les daba indicaciones a papá y Aisha cuando, de pronto, Roxy se quejó de dolor.
— ¡Roxy! — grité, tirando la espada al suelo y corriendo hacia ella. — ¿Estás bien, amor?
— Rudy, creo que el bebé ya viene.
Cuando miré al piso, noté que había roto la fuente.
— Mierda, ¡rápido! Lleven a Roxy a la habitación del primer piso. Voy por el doctor. Eris, tú quédate aquí. No te alteres, tú también darás a luz en estos días — le dije.
Cuando papá y Aisha llegaron a mi lado, rápidamente Aisha llevó a Roxy a la habitación y papá fue por Lilia.
Cuando venía de regreso con el doctor corriendo a toda velocidad , nos topamos fuera de la casa de papá, con Norm y Ruidjerd que venían de visita y estaban llamando a la puerta . Yo ni los había visto, pero Norm me gritó al verme.
— Rudy, ¿dónde están todos?
— En casa, Roxy va a tener el bebé — le dije y seguí corriendo con el Doctor sin saludarlos, porque, bueno, porque Roxy tendrá a mi hijo, no tengo tiempo de saludarlos. Sin embargo, se unieron a mi en mi carrera sin que lo notará y llegamos a casa. Rápidamente entramos con el doctor a la habitación donde estaban todas mis esposas, salvo Eris.
Lilia Aisha ya estaban con agua caliente, sábanas limpias y tenían a Roxy lista para parir.
Yo rápidamente me puse al lado de Roxy y le agarre la manito.
Mientras afuera Ruidjerd y Norm saludaban a todos.
— Vaya Eris, qué gran barriga — le dijo Norm.
— Si, Rudy me dijo que me quedara aquí y no me alterara, pero quiero entrar.
— Papi dijo que no puedes mamá roja, tú también estas por tener a mi hermanito — le dijo Lucy.
— Si, lo sé, pero Uuf esto nos pasó por quedar embarazadas el mismo día, debimos esperar y no tener Sexo como locas ese día .
—¿Qué es sexo? Preguntó Lucy.
— Eris, No hables de eso delante de los niños, — la regaño Norm.
— Si, lo siento. Por cierto, ¿y ustedes cuándo tendrán un bebé? — les dijo Eris, un comentario que a Paul no le causó mucha gracia.
— Jejeje aun no, pero lo intentamos todos los días y todas ala noches — dijo Norm, haciendo que a Paul le dieran ganas de tirarse a un acantilado.
Sin embargo, Zenith abrazó a su hija y le acarició el cabello.
— Abuelita Zenith dice que te extraño mucho tía Norm, le dijo Lara. .
— Yo también, mamá — le dijo Norm abrazando a su madre.
Mientras dentro de la habitación, Roxy tenía más contracciones, y tenía mucho dolor.
— Haaay esto duele mucho.
— Tranquila amor, ya hiciste esto una vez. ¿Hay algún problema, doctor ?
— No, señor Greyrat. Bueno, el bebé es grande para el cuerpo de la señora Roxy, pero todo saldrá bien, no se preocupe — me decía el médico .
— Todo saldrá bien mi amor, y cuando tengas al bebé, iré al continente demoniaco y traeré a tus padres.
— Rudy, me duele.
— Ya tranquila, puja amor. ¿Recuerdas cuando te conocí? Te veías tan linda fuera de la puerta, con tu cabello azul, y tus ojitos dormilones, y esa cara de sabelotodo.
— AAAAGH ya callate, no digas eso, me da vergüenza cuando lo cuentas, me haces sonar como una pervertida.
— Vamos señora Greyrat, puje, falta poco — decía el médico.
De pronto Roxy pujo, en un último esfuerzo y un llanto rompió la habitación. De pronto abrieron la puerta, era Eris que al escuchar el llanto no aguanto las ganas de entrar.
— Felicidades señor y señora Greyrat, es una hermosa niña de pelo azul.
Después de limpiarla, Lilia se acercó a Roxy para que le diera teta. La bebé tomaba leche de forma furiosa, era una hermosa niña de pelo azul, si me dicen a quien se parece, es idéntica a Lara.
— Rudy, chicas, ella es nuestra hija Lily — dijo Roxy sonriendo, pero rápidamente Lilia nos sacó de ahí para asear a Roxy.
Cuando salimos, recién entré en razón de que Norm estaba ahí con Ruidjerd.
— Hermana, Ruidjerd, ¿cuándo llegaron? — pregunté abrazándolos.
— ¿Qué? , te seguimos, tonto Ibas corriendo como un loco ni nos miraste cuando te hablamos y no nos saludaste.
— Lo siento hermana, Ruidjerd, pero mi bebé estaba naciendo.
— Y, ¿cómo está Roxy? ¿Cómo se llama el bebé? — me dijo Paul nervioso.
— Se llama Lily, es idéntica a Roxy, para variar. Jajajaja, diablos viejo, qué mala genética me heredaste — le dije.
— Si, pero si que sacan tu mirada, tus gestos y tu sonrisa, ¿no? — me dijo con sarcasmo. Obviamente, ese palo fue por lo Edward y Sariel.
— Cof, cof, escucharon, niños, tienen una nueva hermanita — les dije a mis hijos.
Lucy era la más emocionada y Lara solo bostezaba. Ars solo quería que Norm lo tomara en brazos y Siegh, bueno, él solo tiene poco más de un año y apenas está empezando a aprender a caminar y balbucear algunas palabras.
— Felicidades Rúdeus — me dijo Ruidjerd, dándome la mano con una sonrisa, yo le devolví el gesto y empezamos a hablar de como les a ido estos meses.
— Ya pueden entrar — nos dijo de pronto Lilia, mientras yo le pagaba al doctor y lo acompañaba a la puerta. Cuando volví, todos rodeaban a Roxy que le daba teta a Lily.
Roxy me pasó a la bebé y la presenté.
— Familia, ella es Lily Greyrat.
Mi hija pasó por los brazos de todas sus madres, y aunque esto ha pasado varias veces, aún sueltan lágrimas al sostenerlas, lo mismo que Paul, el viejo es un sentimental. Por como Lily miraba a mamá, al parecer también es telepata.
— Lara, hija, ¿tu hermana dice algo?
— Umm, ella está confundida, aún es un bebé, pero la abuelita le dijo que somos su familia y se calmó.
— Hija, ¿ella es una reencarnada?
— Mmmmm no, no recuerda nada como tu papá.
— Ya veo.
Lily pasó por los brazos de mamá, Lilia, Aisha y finalmente Norm y Ruidjerd. Este último se veía algo nervioso sosteniendo un bebé, pero estaba muy sonriente.
— Será mejor dejar a los padres solos — dijo Lilia. — Iré a hacer algo para que Roxy coma — dijo mientras se iba a la cocina y los demás nos dejaban solos.
— Es una bebé hermosa — dijo Nana, con lágrimas.
— Así es — dijo Silphy, que se sacó un teta y empezó a alimentarla.
— Aún no destetas a Siegh, Silphy — le pregunté.
— Aún no. A Lucy la desteté a los 2 años, tranquilo. Además, aunque no me creas, me gusta hacer esto — dijo Silphy.
— Oooh, mierda — dijo de pronto Eris.
Cuando la miré, había mojado su pantalón y una gran mancha de agua estaba en el piso. Ella había roto la fuente.
— Rudy, creo que mi bebé también nacerá hoy — dijo Eris.
— Oh, mierda, es como cuando nació Norm y Aisha — pensé.
— Nana, lleva a Eris a la habitación de al lado — dije mientras salía a toda velocidad.
— Rudy, ¿qué demonios? ¿Qué pasa? ¿Le pasó algo al bebé? — me dijo Paul asustado al verme correr.
— No, es Eris, va a tener al bebé.
— ¿Qué? Tiene que ser una broma, dijo Paul poniéndose de pie.
— No, no lo es. Aisha, ¿puedes ayudarla, por favor?
— Claro — me dijo mientras yo salía a buscar al doctor. Cuando iba saliendo, Alek estaba en la puerta.
— ¿Está Aisha? — me preguntó.
Pero no lo tomé en cuenta y pasé corriendo por el lado de él a toda velocidad.
—Reidar, ¿qué pasa? Escuché que gritó Alek, pero no le presté atención.
Cuando llegué donde el doctor, este se sorprendió al verme y se asustó.
—Señor Greyrat, ¿qué hace aquí? ¿Le pasó algo al bebé?
—No, es Eris, Va a dar a luz también
—Tiene que ser una broma.
—No lo es, vamos doctor , vamos —dije, agarrándolo del brazo, mientras salíamos a toda velocidad—. Cuando salimos, Alek estaba ahí.
—¿Tú qué haces aquí? —le pregunté mientras corríamos a casa.
—Te seguí. No dijiste nada, pensé que había un ataque. ¿Él es un enemigo? ¿Hay que matarlo?
El doctor se puso pálido cuando el loco ese, dijo eso.
—¡Cállate, idiota! Él es el doctor, Eris está dando a luz.
—¡Oh, mierda! Iré a avisarle a Orsted —dijo Alek, dándose la vuelta y corriendo en la otra dirección.
—¡No es necesario! Él nunca viene —le grité. —¡Espera Alek ! No le digan nada a Ariel —grité, pero no sé si el idiota me escuchó.
Cuando llegamos a casa, ya tenían a Eris con las patas abiertas, lista para el parto, mientras que en la habitación de al lado, Roxy estaba con mamá y Norm.
Cuando entré, mismo modus operandi , le tomé la mano a Eris.
—Tranquila, mi amor, todo estará bien.
— Ja, Tranquilo tu Rúdeus , esto es pan comido —dijo Eris con una sonrisa.
—¿Te duele?
—Sí, pero soy una reina espada, estoy acostumbrada al dolor… ¡AAAGH! Eso dolió —dijo Eris.
—El bebé viene en buena posición —dijo el doctor—. Por favor, puje, señora Greyrat.
—Sí, vamos, Eris, tú puedes. ¿Recuerdas cuando te conocí y me diste una bofetada? Quién diría, quien diaria que son años que llevamos juntos, de la mano🎶🎶.
—¡AAAGH, Rudy! ¡De esa música que cantas , Arjona es el que menos me gusta! Deja de hablar esas tonterías, por favor .
—Está bien, solo quería decirte algo lindo.
—Solo tómame de la mano, amor.
—Vamos, señora Greyrat, un poco más, dijo el médico .
De pronto se escuchó un fuerte llanto. Mientras Eris trataba de mirar(…).
—No te muevas, Eris, ya te van a pasar al bebé.
—¡Uuf! Felicidades, señores Greyrat, ¡es una niña!, una hermosa niña pelirroja, nos dijo el médico .
Cuando Lilia le pasó la bebé a Eris, esta sacó su hermosa teta y alimentó a nuestra hija.
—Ella es Christina, Rudy —me dijo Eris, besándome.
—Dios, es muy linda, es idéntica a ti, Eris.
—Oh, por favor, Rudy, acaba de nacer, todos los bebés son iguales, me dijo Eris .
—Pero Eris tiene tus ojos y tu pelo. Realmente, mi genética es mala —dije.
—Salgan, por favor, debemos asear a la joven ama Eris, —nos dijo Lilia.
Cuando salimos, le di las gracias al doctor y le pagué el doble de la tarifa; después de todo, tuvo trabajo extra hoy. Una vez que regresé, me encontré con Eris de pie, con el bebé en brazos, saliendo de la habitación.
—¿Estás demente? Acabas de dar a luz, ¿qué haces de pie?, la regañe.
—Quiero estar con Roxy —me dijo.
Así que, con gravedad, saqué la cama y la entré a la habitación donde Roxy había dado a luz, así que ambas quedaron juntas.
—Bien, pasen —les dije a todos—. Ella es Christina Greyrat, nuestra hija —dije, pasándola a Silphy y Nana, quienes la acunaron.
—Es idéntica a ti Eris —dijo Nana.
—Dios, espero que no saque el mismo carácter, —dije en voz alta, recordando cómo era Eris cuando niña.— ¡Auch!, sentí un golpe en el estómago.
—¡Cállate! ¡Yo era una niña adorable! —me dijo Eris.
Automáticamente, intercambié una mirada complicada con Ruidjerd.
—Miren, niños, es su hermanita —les dijo Silphy a los chicos, que la miraron.
—Ella se parece a mami roja, pero será como la abuelita Zenith, será muy dulce —dijo Lara.
—¿Tú cómo sabes eso, mi niña? —le dijo papá.
—Solo lo sé —le dijo Lara sonriendo.
—¿Y entonces Lily cómo será? —pregunté.
—Ella sacó la parte despistada de papá y mamá.
—Ummm, ya veo —dijo Paul, dándome una mirada no muy buena.
Christina pasó por el mismo ritual: pasó por los brazos de sus madres, de mis hijos (bueno, solo de los brazos de Lucy, que la miraba con mucha alegría), y sus abuelos y tíos. Ruidjerd estaba emocionado; él nos conoce a mi y a Eris desde niños, y se le notaba.
—Creo que iré a terminar la comida, las jóvenes amas deben comer —dijo Lilia.
—Oye, Lilia, no me digas "joven ama", podría ser tu madre, —le dijo Roxy, algo molesta por el comentario.
—Oye, Roxy, cambiemos de bebé —dijo Roxy. Así que Christina le chupaba la teta a Roxy y Lily a Eris; se veían muy lindas, la verdad.
—Será mejor salir —dijo Ruidjerd, mientras nos dejaban solos a mis esposas y a mis hijos.
—Dios, eso fue loco, quedaron embarazadas juntas y tuvieron el bebé el mismo día —dijo Nana, que se sentó en la cama de Roxy con Ars en sus brazos.
—Sí, son como Norm y Aisha, nacieron juntas —dijo Silphy.
—Sí, pero eso no fue tan amigable, recordé. Mamá aún estaba enojada con papá, y recuerdo que Lilia cuando daba a luz gritaba "Paul, te amo", jajajaja eso fue tan incómodo, recordé , auch —dije.
—Papi, no digas eso de la abuelita Zenith y Lilia —me dijo Lucy, quien me regañó.
—Está bien, Dios, qué mal humor, hija. Saliste como mi madre —dije.
—Pero se suponía que Roxy tendría un niño —dijo Eris.
—Ya te dijimos que la biología no funciona así —le dijo Nana.
—Dios, las niñas son idénticas a ustedes —dijo Silphy.
—Sí, esta vez ni mis ojos sacaron —dije.
—Sí, seguramente nuestros nietos se van a parecer a ti —dijo Silphy.
—Rúdeus, ¿puedes decirle a Ghislaine, que fui madre y que venga a visitarme, cuando vayas a ver a la reina? —me dijo Eris.
—Sí, se lo diré. Ella va a estar feliz, y creo que también le diré a tus padres, Roxy, o mejor tal vez deberían invitarlos a venir —dije.
—Eeeh, no sé si sea buena idea, Rudy. Mis padres jamás han salido de Biegoya.
—Y qué, sería lindo que vinieran. Yo quiero conocerlos —dijo Silphy.
—Sí, a mí igual me gustaría —dijo Nana. —Tengo curiosidad de que se vean igual de jóvenes que tú, —le dijo Nana.
—Sí, se ven jóvenes, pero ellos no hablan la lengua humana y se comporta como los padres de Rudy conmigo, dijo Roxy .
—Y qué, tú o Rudy pueden ser los traductores —le dijo Silphy.
—Ya veremos —dijo Roxy, no muy convencida de esto.
—Sí, a mí me gustaría que vinieran y conozcan a mis padres. Sería interesante beber un trago con tu padre, el mío y yo, dije .
—Claro que no. Tú siempre hablas idioteces, Rudy. Aún recuerdo las tonteras que le dijiste cuando los visitamos hace un año.
—¿Qué les dijo? —preguntó Nana.
—Este tonto les dije qué, —Pero de pronto Roxy se dio cuenta que los niños la escuchaban con atención. —Mmm, se los diré en la noche de chicas.
—Ya imagino las estupideces que dijiste, Rúdeus —me dijo Nana.
—Hey, ¿y por qué piensas que yo hablo tonterías, amor ?
—Por favor Rudy, cuando Ariel te preguntó por un nombre si el bebé era niño, sugeriste llamarlo Kanon, la primera vez que me enojé contigo, cuando ni éramos novios, tomaste postura defensiva, porque según tú, pensaste que yo era karateca, solo por ser japonesa, eso es racista .
—Hay amor, no pensé que fueras karateca, pensé que practicabas judo —le dije.
—Cállate, y ni hablar del montón de estupideces que me has dicho, la verdad algunas muy ofensivas, pero yo ya sé cómo eres y te amo, pero dijiste cosas muy tontas, como cuando me dijiste que pensabas que la tenía pixeleada.
—Es que en las películas japonesas sale pixeleado, amor, además era una broma jejejeje.
—Una muy ofensiva —me dijo Nana.
—Maldita sea, soy latino, tengo un humor negro, además tú también dijiste cosas ofensivas de mí.
—Aaah, sí, ¿como cuáles?
—Cuando me pediste que hiciera tacos o burritos , yo no soy mexicano, no sabía cono demonios hacerlos .
—Pero igual los hiciste, Rudy.
—Es que la comida mexicana es rica. Además estuve practicando una semana con Lilia y Aisha para hacer algo parecido , ademas de eso pensabas que yo venía de un país tropical, o del altiplano, me preguntaste si tenía llamas, o si vivía en la selva, o si me la pasaba bailando lambada en la playa, o si usaba bigote y era moreno .
—Puuf, tu broma de mis partes pixeleadas fue peor, Rudy.
—Ya dejen de pelear ustedes dos —nos regañó Eris.
—Déjalos, yo me estaba divirtiendo —dijo Roxy con una sonrisa .
—Además, Rudy no vivía en la selva, su país se parecía mucho a Fitoa, había grandes montañas nevadas como en la aldea buena, aunque era un lugar con colinas más rocosas, Aunque su amigo lucho si era moreno, y la ex novia de Rudy también lo era, la odio pero debo admitir que era linda tenía piel morena y ojos verdes , dijo Silphy .
—Sí es qué fuimos en verano, por eso las colinas se veían así, y bueno si existe gente de piel morena como Ghislaine en mi Antiguo país,—dije.
—Por cierto, nunca dijiste de qué país eras, Rudy —me dijo Nana.
—Claro, bueno, yo soy de ...
—Puedo pasar —dijo de pronto Lilia, quien traía sopa para Eris y Roxy.
—Claro, mamá, las chicas deben comer —dije.
—Coman esto por ahora, Aisha les está haciendo un guiso para que coman algo contundente, necesitan algo rico en proteínas, ya que acaban de dar a luz.
—Gracias, Lilia —le dijeron mis esposas, que empezaron a engullir la sopa.
—Joven amo, el joven Aleksander está aquí, ¿no le importa que lo hiciéramos pasar?, dijo Lilia.
—No, déjalo, él le está enseñando la espada a Aisha, y es un buen maestro, déjalo que hablen.
—Gracias, joven amo, niños vengan, les hice leche con chocolate —dijo Lilia llevándose a los niños.
—Jaja, claro, le está enseñando la espada de carne —dijo Eris, haciendo reír a las chicas.
—¿De qué se ríen ustedes? —dije, ya que no escuché el murmullo de Eris.
—De nada, entrometido —me dijo Nana riendo, que sostenía a Lily mientras Eris comía. —Así es como yo sostuve a Christina.
—Dios, qué lindas son —dije mirándolas, ya que estaban juntas.
—Oye, Rudy, no no entendí eso de Pixeleado que le dijiste a Nana —dijo Silphy.
—Ooh, es que en las películas porno japonesas pixelean las partes y yo hice esa broma a Nana una noche en que...
—Ya cállense, pervertidos, no quiero saber de esas asquerosas películas de ese mundo —nos regañó Silphy.
—Por cierto, ¿qué le dijo Rudy a tus padres, Roxy? —le preguntó Nana.
—Este idiota, puuf mis padres le preguntaron si me comportaba bien como esposa humana, y Rudy tuvo la genial idea de decirles que hacemos las tareas casi todas las noches.
—Jajajajajajaja.
—No fue gracioso, Eris, casi me muero de la vergüenza.
—Pero ¿para qué me preguntaron eso, si no querían saberlo, amor?
—Solo debías decirle que lo hago bien, nada más, no entrar en detalles.
—Bien, lo siento, cuando los traiga, no les diré nada raro.
—Uuumm.
—¿No quieres que vengan, Roxy? —le preguntó Silphy.
—No es eso, es que no sé... uuuuf, veamos eso después por favor.
—Está bien —le dije, besando su frente.
—Por cierto, justo vino Norm a visitarnos. Yo pensé que estaría embarazada ya —dijo Eris.
—No, Orsted dice que tendrán una hija, pero aún falta un poco para que nazca.
—Ya veo, bueno, qué lindo es tenerla acá —dijo Eris.
—Sí, aunque Roxy temblaba cuando Ruidjerd sostuvo a Lily.
—¿Aun le temes, Roxy?
—No es eso, creo. Que es involuntario.
—Jajajajaja.
De pronto entró mamá, quien se puso a mirar a Christina y le acarició la mejilla, luego hizo lo mismo con Lily y en ambas ocasiones sonrió, ella se veía muy feliz con sus nietas.
—Toc, toc, Rudy, podemos hablar un rato —dijo Paul asomandose por la puerta.
—Claro, papá, chicas regreso pronto, creo que el viejo quiere el trago de felicitaciones.
—Bien, ya ve, no iremos a ningún lado —me dijo Roxy.
Cuando llegué a la sala, papá estaba con Alek.
—¿Y qué fue, Reidar?
—Dos niñas.
—Tuvo gemelas.
—No, Roxy y Eris dieron a luz casi juntas.
—Oh, ya veo.
—Ven, Rudy, siéntate y brindemos —dijo Paul, que también le sirvió un trago a Alek y también a Ruidjerd, que se sentó a nuestro lado.
—Felicitaciones, Rudy, por tus 7ma y 8va hija. Sí que superaste a tu viejo, dijo Paul.
—¿Tienes mas hijas, Reidar? . Creí que con ellas serían 6 —me dijo Alek.
—Si son 6, el viejo se equivocó, se está volviendo senil. ¿No es así, papá? —dije mirándolo severamente.
—Oh, sí, claro, mi culpa —dijo papá mirando a un lado. —Felicitaciones por Lily y Christina Greyrat, mis nietas.
—Salud —dijimos, chocando nuestras copas.
—Estoy muy feliz por ti, Rudy —me dijo papá.
—Yo igual, las niñas salieron iguales a sus madres, van a ser niñas muy lindas —dije.
—Felicitaciones, Rúdeus. No sabes la alegría que siento que seas padre con Roxy, pero en especial con Eris. Los Superd no demostramos mucho nuestros sentimientos, pero créeme que estoy feliz.
—Muchas gracias, amigo —le dije con una sonrisa.
—Sí, me alegro por ti —dijo Alek. —Por cierto, Reidar, le dije a Orsted que tu esposa estaba dando a luz y él te manda saludos, y dice que espera conocer pronto a tus hijos, además la reina justo preguntó por ti, por la tablilla y le ordené a Faria decirle que estabas ocupado porque tus esposas estaban dando a luz.
—¿QUÉ? ¿QUÉ HICISTE, DESGRACIADO? ¡TE DIJE QUE NO LE DIJERAS NADA! —dije, agarrándole de la solapa.
—Tranquilo, Reidar, ¿qué te pasa? No es nada malo.
—Maldita sea, Alek, maldita sea, Ella no debía saberlo aún, no sabes en el problema que estoy metido con papá, y tu le dijiste que Eris dio a luz, y ¿ si a esa loca se le ocurre venir? .
—¿Por qué te pones así, Rúdeus? —me preguntó Ruidjerd, pero antes de contestarle vimos como el sótano brillaba.
Nos quedamos los cuatro ahí mirando hacia la puerta del sótano mientras se escuchaban varios pasos que subían la escalera, mientras yo aun tenía agarrado a Alek de la solapa de su camisa.