Isolte Cruel nació como la hija menor de la familia Cruel, hija del único hijo de la diosa del agua Reida Reía y una mujer noble. Según la tradición del dios del agua, Reida había abandonado su apellido, y su difunto marido era un sujeto de apellido Cruel, del cual heredaron su nombre. Sus padres habían fallecido cuando ella era apenas una niña y ella y su hermano fueron tomados al cuidado de su abuela Reida, y entrenados en el estilo del Dios del Cauce.
Su hermano, Tantris Cruel, fue su compañero casi toda su juventud y prácticamente quien la crió, ya que si bien Reida los cuidaba, su misión como diosa del agua la mantenía muy ocupada. Isolte creció y eventualmente llegó a rango Santo en el Estilo. Sin embargo, tenía más talento que su hermano, que era un rey del cauce, y era más segura heredera para convertirse en la diosa del agua esto lo demostró un año en que fue a entrenar al santuario dle Dios del filo .
Sin embargo, llegó la guerra de Asúra y su abuela se había vuelto contra la princesa Ariel. Isolte y Tantris jamás pudieron entender que su abuela se aliara con el ministro Daríus y que diera su vida salvando a ese tipo, a quien la diosa consideraba el gran amor de su vida, incluso por sobre su abuelo.
Luego de eso, Isolte trató de ir tras Orsted, pero se rindió en breve al ver que no podía derrotar a un ser así. Sin embargo, lo que había hecho su abuela era gravísimo y era considerado alta traición al tratar de asesinar a la princesa heredera y al mismísimo Perugius Dola, eso llevaría a los conspitadores a la pena de muerte. De hecho, esto le caería encima al santuario del Dios del Cauce.
Luego de sepultar a Reida con sus antecesores, fue citada al palacio de plata donde la esperaba Ariel, Isolte pensó seriamente que la Iban a ejecutar .
Luego de una conversación, donde Ariel dijo que no tenía nada contra el estilo del Dios del Cauce y que quería mantener una relación cordial, Isolte regresó a su casa, que estaba al lado del santuario, ya mucho más tranquila. Ahí la esperaba su hermano.
—Todo bien hermana , ¿nos van a ejecutar y a expulsar el estilo del reino?
—No, Tantris, tranquilo. Solo la abuela fue considerada culpable de traición junto con el ministro.
—Qué bueno, ya tenía las maletas hechas para huir con mi esposa e hijos.
—No entiendo por qué la maestra hizo eso. Ella está dispuesta a matarme a mí por ese tipo, dijo Isolte .
—Uuuf, quién sabe qué pasó entre ellos cuando eran jóvenes. El corazón a veces es ciego y estúpido, hermanita.
—Lo sé.
—¿Supiste que mataron a Michel?
—Sí, lo mató ese Rey del Norte, con Eris y Ghislaine.
—Sí, se llama Rúdeus Greyrat, un general al servicio de la reina.
—¿Qué? ¿Ese es Rúdeus?
—Así es. Pensé que lo sabías.
—Bueno, sí. Escuché que lo llamaron general Greyrat, pero no pensé que fuera él marido de Eris, esta lleno de Greyrat este país . Lo había confundido con ese estúpido llamado Luke, pero me imaginé a alguien diferente como esposo de Eris .
—¿Por qué estás sonrojada, hermana?
—Dios, le dije a Eris que me lo presentara para salir con él. Qué vergüenza —dijo Isolte recordando cuando lo conoció.
—Jajaja.
—Como sea, iré a ver a Eris y salir a dar una vuelta.
—¿No intentarás vengarte, hermana?
—No, la abuela cometió alta traición e instigación a un conflicto internacional cuando trató de involucrar al reino Dragón.
—Bien, entonces será mejor que empieces a entrenar. Estás casi a nivel imperial y podrás tomar el nombre de Reida, hermana.
—Lo sé.
Pasaron unos años e Isolte se convirtió en una de las guardianes de Ariel y junto con Rúdeus Ghislaine y Paul soficaron un intento de asesinato contra la reina .
Un día, después de la coronación, dos personas llegaron a entrevistarse con la reina, la cual rápidamente les dio trabajo en la nueva orden de caballeros dorados de Asúra , la que incluía a Luke, Silvestre, Oswal Euros Greyrat, Ghislaine, la misma Isolte, y estos recién llegados. Isolte, al ser la más fuerte, fue llamada a probarlos, y logró derrotar con facilidad al más grande, que en ese tiempo era un rey del norte llamado Doga. Sin embargo, el otro sujeto la derrotó fácilmente, y se reveló como el Dios del norte Kalman II.
Esos siete integraron los caballeros dorados de Asúra , una guardia de élite que solo le debía lealtad a la reina, y su misión, además de protegerla, era ir a cualquier misión que la soberana ordenara.
Isolte siempre fue amable con todos ellos, a pesar de que los Greyrat le desagradaban (Luke y Oswald). De hecho, el único Greyrat que le agradaba era Rúdeus, que a pesar de ser un Notós , era el único que no le miraba las tetas o con lujuria, y más bien la miraba como a una igual, aunque le desagradaba mucho que tuviera tantas esposas, y además estaba el rumor de que era el padre del príncipe y amante de la reina .
Algo que Isolte, si bien no decia nada, se daba cuenta de las visitas de Rúdeus y el parecido del príncipe, sin embargo lo respetaba como guerrero, y aún más cuando se enteró de los hechos tras la guerra de Shirone.
En ese tiempo, Isolte se dedicó a entrenar, tratando de alcanzar las 3 técnicas necesarias para tomar el título de Reida, además de sus labores como caballera dorada. Fue en ese tiempo, poco después de que nació el príncipe, que algo pasó. Su majestad ordenó la búsqueda de un demonio con cara de mono, vivo o muerto, lo nombró enemigo del reino. Unos meses después , la reina llamó a los caballeros a una reunión.
—Bien, esto es urgente. El Dios dragón ha identificado a un enemigo que pretende desestabilizar el mundo, se encuentra en Biheiril.
La orden es aniquilar las fuerzas enemigas . Mientras, las fuerzas se dividirán: Sir Alex y Doga se unirán al General Greyrat en La Sharia y se pondrán bajo las órdenes de él. Su misión es ir a Biheiril, contactar a un aliado del general Greyrat, un Superd, y cazar a Geese Nukadia. Cuidado, se cree que entre los enemigos están Gal Farion, antiguo Dios del filo, y el Dios ogro Malta. Sir Alex, Rúdeus me ha confirmado que su madre, la reina Atofe, se está movilizando. Ella es una aliada.
—Wuajajja, ya veo —dijo el Dios del norte con una sonrisa.
—Por favor, parta de inmediato y dígale al general Greyrat que venga a verme, que debo darle algo.
—Así se hará, majestad —dijo Alex, que partió de inmediato con Doga.
—Silvester, Luke y Oswald, ustedes quedarán en el palacio coordinando las fuerzas de Asúra por si esto se vuelve grave y escala en intensidad .
—A sus órdenes, majestad.
—Isolte y Ghislaine, ustedes partirán mañana al amanecer a La Sharia, ahí se unirán a la reina del Agua, Silphy Greyrat. Irán al santuario de la espada a reclutar a Nina Farion y su pueden al nuevo Dios del filo. Una vez listo, se unirán a las fuerzas en Biheiril.
—Sí, majestad —dijeron las chicas.
La guerra pasó como ya la conocen, sin embargo, Isolte regresó con una sensación agridulce, a pesar de la victoria.
—¿Pasa algo malo, hermana? —preguntó Tantris.
—No, todo bien. Ganamos la guerra, enfrentando al Dios de la lucha y al Dios del norte, Kalman III, y ganamos gracias al Dios dragón.
—Pensé que querías matarlo.
—No, el tipo nos salvó la vida. Si la traidora fue la abuela, no tengo nada que reprochar.
—Ya veo. Creí que eso te tenía así, hermana.
—Uuuf, alguien más es Reidar Reí.
—¿Qué? ¡Imposible! ¿Algunos de los emperadores?
—No, es Rúdeus, el amante de la reina.
—¿Qué? ¿Pero cómo? ¿Quién lo entrenó?
—El Dios dragón es su maestro. En la batalla con el Dios de la lucha, Rúdeus lo atacó con la 5ta técnica que ni la abuela pudo dominar.
—Eso es imposible. Para usar la 5ta técnica, hay que ser un mago divino del agua.
—Pues lo es. Con esa técnica mató a Kalman III y cortó al Dios de la lucha. Si bien a este último no lo derrotó del todo, lo dejó muy mal herido. Fue un poder impresionante.
—¿Podrías retarlo por el título?
—Estás loco. Su espada de previsión es mejor que la de la abuela, y además domina la 5ta técnica. Él es el Reidar más poderoso desde el primero, si es que no es más poderoso, ya que también está en nivel de Dios del norte.
—Ese tipo no es humano, es un monstruo.
—Así es, jajaja. Vendrá dentro de poco a tomar el mando del santuario.
—¿Eso te dijo?
—No, dijo que no podía porque ya era general del Dios dragón, y que no usaría el nombre de Reidar.
—Pero no puede hacer eso.
—Sí, puede. Reidar es quien pone las reglas. Veremos qué pasa cuando llegue.
Pero las preocupaciones de Isolte fueron infundadas. Si bien Rúdeus aceptó el nombre Reidar, cambió muchas reglas. Siguió usando su nombre y apellido, y sus esposas igual. Además, me dejó a cargo del santuario y me nombró diosa del agua, aunque no quise tomar el nombre de Reida.
Ya con eso listo, partimos al bautizo del príncipe Edward a Fitoa , donde me di cuenta de que la reina está enamorada de Reidar perdidamente y estoy casi segura de que son amantes, y no me extrañaría que el bebé que la reina carga en su vientre sea de Reidar.
Me Molestaba que Rúdeus, como Reidar, fuera tan mujeriego, pero no es una obligación ser de la fe de Milis.
En ese viaje, me di cuenta, mirando a la familia de Eris, que yo quería lo mismo. Si hasta el Dios del norte se veía contento con la hermana de Reidar. No un matrimonio poligámico, pero sí quería un marido. En ese viaje, conversé con Doga. El tipo solo habla de aventuras y cómo trabajaba de guardia, la verdad habla muy poco. No lo encuentro atractivo , tiene cara de niño, pero es muy tierno cuando juega con los hijos de Reidar, y sonrío cuando lo veo hacer eso.
Cuando regresamos, empecé a pensar seriamente en encontrar marido, pero si bien había varios pretendientes que me habían pedido la mano, yo los rechazaba.
Un día, Su Majestad me invitó a una cena en la casa de Rúdeus , donde también estaba Doga. Por alguna razón, Doga y Reidar se habían hecho amigos desde la guerra y Reidar siempre le estaba hablando, como si le diera consejos . Esa noche bebí unas copas de más y estaba bastante ebria; a duras penas le di el informe a Reidar sobre la situación del santuario del Dios del Cauce.
Mientras me despedía de Reidar y Silphy , me dijo que Doga me acompañaría.
Cuando íbamos en camino, hablamos de las misiones y el trabajo, pero Doga apenas hablaba; y por alguna razón, estaba muy rojo.
— Bien, Doga, hasta aquí llego, nos vemos.
— Espera, Isolte, esto es para ti dijo sacando flores y una cajita qué tenía una golosina.
— Esto es muy lindo, Doga, gracias.
— Sí, de nada.
Estaba ebria y me acerqué a él; cerré los ojos esperando un beso, pero cuando me di cuenta, Doga corría a toda velocidad rumbo al Palacio de Plata.
Al otro día estaba avergonzada. Doga no me gusta; no me gusta su rostro. Lo encuentro un chico tierno, pero no es para mí.
Esos días había tenido citas con varios nobles, pero nadie me gustaba. Incluso Silvester quería presentarme a su hijo. Ya ni siquiera buscaba a alguien por amor; solo buscaba un compañero que compartiera mi fe en Milis. Además, estaba mi rol como segunda diosa del Cauce y caballero dorado.
Un día, Su Majestad me llamó a sus aposentos, y ahí, en la puerta, estaba Doga, quien siempre revisa minuciosamente a quienes van a ver a Su Majestad.
Pensé que él me tocaría las tetas cuando estiró su mano, pero él le sacó una flor de mi cabello y me dijo que no la necesitaba, que ya era bonita. Eso me hizo sonreír. Tras de su casco, Doga me sonrió, pero había algo en él que no me gustaba.
La Reina quería presentarme a nobles y a algunos de sus primos, príncipes menores y duques leales a ella, aunque me advirtió que muchos eran unos pervertidos. Aun así, acepté conocerlos, y ninguno me gustó; eran muy abiertos cuando hablaban de sus perversiones sexuales. Fue impactante; incluso algunos eran de la fe de Milis pero me me molesto lo pervertidos qué son .
Ni el pecador Reidar habla de esas cosas frente a mí o cualquier otra mujer.
Ufff, la verdad es que mi esposo ideal hubiese sido el padre Cliff Grimoire, lamentablemente él estaba casado.
— ¿Qué pasa, Isolte? Estás muy callada, hermana, le dijo de pronto su hermano.
— Nada, Tantris. Ufff, me entrevisté con familiares de Su Majestad y nobles, y no creo que sean para mí.
— Ya veo. Tal vez deberías pedir ser la quinta esposa de Reidar, jajaja ¡auch!
— Eso no es gracioso, tonto. Además, la Reina me mandaría a matar.
— ¿Es cierto que la reina y el son amantes?
— La Reina dice que no, pero si lo es, lo niega porque los príncipes son hijos de un plebeyo; pero créeme que, aunque se supiera, las fuerzas opositoras no podrían hacer nada. Jaja, si solo vieran el poder de Reidar, no harían nada.
— Ni qué decir. Esos emperadores del Cauce que lo desafiaron cuando vino al santuario aún tienen pesadillas con él, ¡jajajajaja! Pero es un tipo agradable, a pesar de que cambió las reglas; eres la diosa del agua, después de todo.
— Sí, una diosa del agua que no consigue marido.
— Cásate con un plebeyo; hay gente de buen corazón y seguidores de San Milis.
— No lo sé. Además, nadie me gusta, y los que me gustaron alguna vez, uno estaba casado y era un pecador, y el otro era un sacerdote y estaba casado también.
— Qué mala suerte, hermana, pero ya llegará alguien.
— ¡Hey, tú! ¿Qué haces aquí? ¡Largo, o te mataremos!, se escucho de pronto desde las afueras del santuario.
— Oh, mierda, un ataque, dijo Tantris tomando su espada .
— Cuando llegaron al patio, un gigante estaba rodeado por varios santos del Cauce.
— Bajen sus armas inmediatamente; él es el emperador del Norte, Doga; podría matarlos de un solo golpe, les grito Isolte . — ¡Bajen las armas ahora! Doga, ¿algo le pasó a Su Majestad?
— Pero cuando lo miró, se dio cuenta de que no estaba armado ni vestido con su armadura; vestía de civil y con un elegante traje de salida; en su mano cargaba un gran ramo de flores azules y una cajita con chocolates (que Alex le había dado, de los que Rúdeus le regaló).
— ¿Pasa algo, Doga?
— Yo te amo, Isolte; ¡cásate conmigo!, dijo de pronto Doga dejando en Shock a Isolte.
— Jajaja, ese gordo idiota jamás podría estar con la diosa del agua, dijeron los santos que estaban más allá mirando esto.
— Cállense, idiotas; ese gordo, como dicen, es amigo del Dios del Norte y de Reidar; tal vez quieren decirle al Dios del Cauce lo que piensan de su amigo.
— Eeeh, mejor nos vamos, dijeron los tipos y se largaron de ahí.
Mi entras Isolte estaba frenee a Doga aun sorprendida.
— Doga, ¿por qué haces esto?
— Yo escuché que nobles quieren casarse contigo; yo te amo; ¡cásate conmigo, por favor! Te seré fiel, seré bueno y te cuidaré toda la vida.
— Escucha, Doga, si es por lo del otro día, yo estaba ebria y confundida; aprecio mucho tu gesto.
— Aha.
— Mmm, tal vez sea familiar de la realeza, pensó de pronto Isolte .— Dicen que es de Donati , pero tal vez sea una tapadera y su verdadera identidad sea que es un noble, tal vez un príncipe menor, pensó Isolte con la realidad alterada, luego de sus citas con los nobles pervertidos.
— Escucha, Doga, no puedes casarte conmigo; soy la diosa del agua; si te casas conmigo, deberás renunciar a tu estatus y a tu nombre. Claro, Rúdeus no renunció, pero yo quiero mantener la tradición, ¿entiendes?
— Tú me gustas mucho Isolte.
— Muchas gracias, eres muy tierno, Doga, pero ya sabes lo que va a pasar ¿cierto? .
— Entiendo, dijo Doga dándose media vuelta y corriendo rumbo al palacio de plata .
— Cuando Isolte miró sus manos, vio los pétalos azules de las flores que traía Doga, pero el ramo había regresado con él.
— Maldición, debí quitarle el ramo de flores pensó Isolte.
— ¿Qué fue eso, hermana?, pregunto Tantris al ver a su hermana ahí para aún.
— Creo que Doga debe ser un Príncipe Asura encubierto. Ya me parecía raro que fuera el único plebeyo en los caballeros dorados. Luke y Oswald son Greyrat; Ghislaine es una princesa Ferál; Alex es un príncipe de Gaslow; Silvester es un noble, y Doga es un plebeyo; eso era raro.
— No creo que sea noble, y se veía muy sincero, hermana.
— Lo sé, pero su rostro no me agrada mucho.
— ¿Qué tiene? No es feo, ¿o te da miedo que te aplaste cuando se te suba encima? Jajaja ¡auch!
— No es momento para bromas, Tantris. — Ufff, Doga me agrada; es tierno; se lleva bien con los niños, pero Dios, no sé qué hacer.
— Tal vez deberías ver en tu corazón qué es lo que realmente buscas, hermana. Él no es un mal tipo, y no se ve que sea un pervertido; deberías pensarlo. Mejor regreso con mi familia.
— Sí, adiós, dijo Isolte mirando hacia donde se había ido Doga.