"¿Dónde estoy?", fue lo primero que pensé al despertar. Emergí de un huevo de crianza artificial, ya adulto, tras años de un sueño profundo. En mis primeros ciclos de vida, no recordaba nada: no sabía hablar, ni quién era. Las bestias huian de mi, y solo tenía una idea fija en mi mente: matar al Hombre Dios, sin embargo en esos primeros bucles no era tan poderoso aún al no saber usar el maná ni técnicas de combate, por lo que fallecí a los pocos años, volviendo donde mismo.
Un día durante mi tercer bucle, y 20 años después de mi nuevo nacimiento , Perugius me encontró, según me contó el por ordenes del Dios dragon anterior . Él me enseñó el idioma humano y el idioma Dragón y el propósito de la tribu Dragón. Me entregó la llave de la guarida de Urupen, que había dejado instrucciones de que solo su sucesor el futuro Dios Dragón debía entrar a ese lugar, ubicado en las montañas al norte de continente central .
Allí, encontré cientos de textos en la lengua dragón, descripciones de técnicas de combate y cómo ejecutarlas, libros que enseñaban el idioma, Dios bestia, Dios demonios, Dios de la lucha, Dios del océano y Dios del cielo, ademas de técnicas de esgrima, círculos mágicos, todas las técnicas de magia de ataque hasta nivel Dios, curación nivel Dios. Había también una cabina especial que ni siquiera Urupen podía abrir; solo un Dios Dragón enviado de la era del mito, y según lo que me dejo escrito Urupen, debía ser yo. Al colocar mi mano sobre ella, se abrió, revelando textos dirigidos a mí y una carta.
La carta decía:
"Si lees esto, significa que no pudimos reunirnos, querido hermano. Soy Laplace, el segundo Dios Dragón, hijo adoptivo del Dios Dragón original, tu padre y Lunaria, tu madre. Aquí te dejo textos sobre nuestra misión. De todos los dioses dragón que me sucedieron, solo tú eres capaz de cumplirla. Nuestro padre te dotó de las herramientas para ganar la guerra. Al final de este cofre, encontrarás un objeto mágico con mis recuerdos y las palabras de nuestro padre. Úsalo, y todo te será revelado, incluyendo cómo destruir a nuestro enemigo. Pero tendrás que hacer sacrificios entre los nuestros. Hubiera deseado instruirte yo mismo, hermano mío, aparte de lo que verás, te deje miles de escritos con la historia de nuestro pueblo y todo lo que a aprendido en 10000 años, este es mi regalo para ti pequeño Orsted.
Sé que lograrás vengar a nuestro padre, a nuestra madre y a la tribu Dragonfolk." me hubiese encantado verte crecer, y ver el hombre en quien te convertiste, ahora ve y cumple con tu misión.
Tras leer la carta, encontré una corona. Al ponérmela, vi los recuerdos de mi hermano, de mi padre, de mi madre muerta conmigo siendo un bebé en sus. brazos, recuerdos del General Dragón Laplace cuidándome de bebé, y de cómo mi padre y Laplace, nos enviaron a esta época a Perugius y a mi. Ya sabía mi misión: matar al Hombre Dios, con la ayuda de ciclos de vida infinitos de 200 años cada uno hasta que logrará matar a Hitogami .
Así empezó mi misión para matar al hombre-dios, pero siempre terminaba fracasando por una u otra razón. A veces moría en la Segunda Guerra de Laplace, a veces me mataba un apóstol, morí usando la armadura del Dios de la Lucha, o casi siempre gastaba mi maná y terminaba perdiendo contra Hitogami.
Con el paso de los bucles y los siglos, me hice una idea de lo que necesitaba para ganar. Ariel Anemoi Asúra debe ser reina, debe establecerse la República de Shirone y así matar a Laplace cuando aún es un niño. Lucelia Superdia debe nacer, pero no sabía porque siempre fallaba, había un apóstol que no podía identificar .
Así pasaron los bucles, en algunos debía matar a Perugius por su gema , por lo que finalmente decidí no involucrarme con él. Fue doloroso tener que matarlo después de forjar una amistad, lo mismo que con Caos y Maxwell, así que me aislé de los míos, quienes eran los únicos en soportar mi maldición.
Y así pasaron varios bucles, donde solo al final de estos me sentía acompañado gracias a Lucelia Superdia. Estaba cada día más cerca de asesinar al hombre-dios. En mis constantes bucles había identificado a la mayoría de los apóstoles y los mataba antes de que influyeran en los acontecimientos que necesitaba.
Hasta que en uno de esos bucles algo cambió: dos personas de otro mundo llegaron, uno de carne y hueso y un reencarnado en una persona que debía nacer muerta . Y años después de nuestra batalla donde me hice aliado de él, aquí estamos, después de propinarle una derrota devastador a Hitogami y matar al apóstol oculto, Geese.
No negaré que al principio desconfiaba de Rúdeus y creí que me traicionaría, sin embargo, resultó ser la persona que necesitaba para terminar con esta guerra. Y ahora, después de que dejé de involucrarme con Perugius, Maxwell, Caos o Szillard, finalmente vuelvo a tener un amigo y gente alrededor que no me teme.
Y mejor aún, la reina de Asúra engendró hijos con Rúdeus, lo que me permitirá hablar con los futuros reyes sin el problema de mi maldición. Además, me he visto rodeado de niños, algo que jamás experimenté en mis otros bucles, y la verdad se siente bien ser querido, algo que jamás experimenté desde que decidí alejarme de Perugius y los otros reyes dragón.
— ¿Dónde está papi, tío Orsted? — dijo de pronto Lucy sacándome de mis pensamientos.
— Está en una misión en Milis, dije abriendo mis ojos y mirando a la pequeña semi humana. .
— Ya veo, papá debió decirme y llevarme con el. Quiero ver a los bisabuelitos.
— Tienes universidad, Lucy, no puedes hacer eso cuando tienes clases. Mandaré a tu padre a una misión corta para que te lleve. ¿Te parece bien?
— Sí, tío Orsted.
— Por cierto, ¿dónde está Lara, Ars y Siegh?
— Lara está en el escritorio de tía Faria y Ars está con tía Aisha y tío Alek, lo mismo que Siegh.
— Ya veo, ven, vamos afuera — dijo Orsted mientras Lucy lo tomaba de la mano.
Cuando salí vi a Lara de reojo entrar en mi oficina. Es por ella que Hitogami trató de matar a Rúdeus y trató de volverlo un apóstol, sin embargo, ella tiene un destino fuerte.
Cuando salí Aisha practicaba esgrima con Ars y Siegh hablaba con Aleksander:
—Entonces el Dios del Norte pensó que había ganadocuando el Dios del Cauce se sacó su armadura, sin embargo, no contaba con que Reidar Reí sabía la quinta técnica y el Dios del Norte fue derrotado. Sin embargo, ser derrotado no es malo, de las derrotas se aprende, así el Dios del Norte maduró, y ahora busca la verdadera forma de ser un verdadero héroe.
— Vaya, tío Alek, eso fue genial, pero ¿tú odias a mi papá? Pregunto Sieghart.
— Claro que no, él me derrotó bien, y eso me hizo madurar.
— Pero papá dice que eres un demente y soquete, tío Alek.
— Eso dijo, eh… uuum, bueno, debe estar enojado porque salgo con tu tía Aisha, jejeje.
— Tío Alek, ¿tú me entrenarías?
— Eh, escucha, Sieghart , tu papá es el Dios del Cauce y tu madre la emperatriz del filo berserker, sería mejor que te entrenen ellos.
Esto lo escuchó Orsted. Alek no había tomado discípulos desde que el último se volvió mercenario, y en el bucle anterior tomó uno luego de ser derrotado por Jino Britts, eso lo hizo madurar y se volvió un grandioso del norte. Sin embargo, ahora Alek había sido derrotado por Rudeus y él aprendía que tenía que nacer dentro de 20 años, tal vez es una buena idea hacerlo madurar antes, pensó Orsted.
— Oye, Aleksander.
— Sí señor — dijo Alek poniéndose de pie.
— Entrena a Sieghart. No es una mala idea.
— ¿Pero Reidar no se enojara por ello?
— Claro que no, contigo, Rúdeus y Eris este niño se volverá fuerte. Hazlo.
— Está bien, te tomaré como aprendiz, Siegh — dijo Alek acariciándole el cabello.
Escucha Aleksander, Iras al continente Begarit. Debes matar a unas bestias que atacaran la ciudad de Bazar pasado mañana y evitar que muera una niña llamada Grace. Será mejor que nadie muera. Te vas a teletransportar cerca de la ciudad; no te tomará más de dos días ir y volver .
— Bien, parto de inmediato, dijo Alek.
— Yo iré al continente demoníaco, debo reabastecerme de cristales mágicos.
— Pero la Sharia quedará sola, señor .
— No te preocupes, nada pasará. Además, Rudeus regresa en tres días. Estaré fuera una semana. Prepárate lo antes posible.
— Sí señor — dijo Alek, quien fue a decirle a Aisha que llevara a los niños a casa.
Mientras yo entraba en la oficina, noté que Lara me miraba desde un rincón con una sonrisa.
— ¿Qué haces, Lara?
— Nada, tío Orsted, tranquilo.
Cuando me iba a sentar, noté unas frutas puntiagudas en el asiento.
— Lara, ¿qué es esto?
— Ooh, no sé cómo llegó ahí.
Ummm, cuando abrí la gaveta para sacar unos documentos, varios insectos saltaron afuera. Miré a Lara, que se largó a reír y salió huyendo de la oficina.
Solo sonreí. Así que así se siente estar rodeado de gente que te aprecia, pensé.
"Será mejor no decirle nada a Rúdeus sobre las bromas de Lara", pensó Orsted.
Quien antes de irse le encargó a Faria los niños, sin embargo ella le. Dijo que Anne ya venía por ellos . Antes de irse pensó en lo que se le venía. Había gastado mucho maná en la batalla con el Dios de la Lucha, sin embargo, ahora tenía aliados y el hombre-dios estaba casi derrotado.
Mientras estaba en eso, llegó Anne a buscar a los niños.
¡Vaya que increíble! Si bien Perugius y yo les dijimos a Zanoba y Rúdeus cómo programarla, resultó algo mucho mejor que un espíritu de perugius en inteligencia y lealtad. El otro día, Perugius incluso se mostró celoso del comportamiento de esta androide, sin embargo, elogió a Rúdeus, Cliff y Zanoba y aceptó la androide que le llevaron de regalo.
Los conocimientos de la tecnología de su mundo más la magia de este, hicieron una creación magnífica.
Caos estaría maravillado con esto. De seguro estaría de cabeza creando cosas con Rúdeus y Zanoba y serían grandes amigos . Uuf, no debí quitarle su gema tan pronto. Si fracaso en este bucle, en el próximo lo dejaré vivir un poco más para que conozca a Rúdeus , si es que Rúdeus existe en el próximo bucle.
No, no debo pensar así, ganaremos en este bucle. Se lo prometí, además, extrañaría a los niños si ya no están.
Zanoba no tenía ninguna importancia en los bucles anteriores y ahora es un gran activo. Creo que esto me hizo darme cuenta de que no vi bien los potenciales de las personas.
Pensaba en eso mientras me teletransportaba cerca del bosque de los espectros.
Me pregunto si Rúdeus tendrá más hijos. Recuerdo que en el último bucle Ariel tuvo cinco hijos, todos de padres diferentes, pero ahora ella está enamorada hasta la médula de Rúdeus. Qué raro será que todos sus hijos sean de un mismo hombre. Quién sabe qué nos depara el futuro, pero por el bien de los hijos de Rúdeus y su descendencia y la mía propia, debemos ganar como sea. No puedo arriesgarme a que Rúdeus no exista en el próximo bucle.
Lástima que no vivirá lo suficiente, aunque me gustaría darle un regalo para la próxima vida, y así volvamos a encontrarnos algún día y el se vuelva a encontrar con las mujeres que ama. Ese sería mi regalo para él si triunfo, sin embargo, no sé cómo hacer eso. Tal vez Maxwell podría saber cómo conservar los recuerdos de las personas, quién sabe, o Tal vez Rúdeus es la reencarnación de Urupen o El primer Reidar, no hay como saberlo.
"Será mejor dejar de pensar tonteras e ir por los dichosos cristales", pensó el Dios dragón mientras caminaba en solitario por el tétrico bosque al este del continente demoníaco.