Y así llegó el día de la boda.
Ahí estaba toda mi familia en la segunda fila, mientras en la primera fila estaba la reina, su séquito y la familia de Dóga e Isolte, que no era más que la hermana de Dóga, su cuñado y el rey del cauce Tantris Cruel y su familia .
El primero en llegar fue Dóga, en su impecable traje blanco. Si hubiera sido calvo, sería la viva imagen de Kingpin, si no sabe quien es, pues es uno de los villanos de spiderman .
Dóga Estaba algo nervioso, ya que a cada rato sacaba un pañuelo y secaba el sudor de su frente. Ahora, no sé si es por la ceremonia o estaba ansioso porque esta noche va a debutar, y no con cualquier mujer, si no con Isolte, que era una de las solteras más codiciada y hermosas de Asúra .
Estaba pensando en eso cuando Isolte entró vestida de novia, se veía realmente hermosa con ese vestido, con un peinado en una impecable cola, y ese ramo de flores azules. Rápidamente todos nos pusimos de pie, mientras la novia entraba escoltada por los caballeros dorados de Asúra. Ella llegó hasta donde Dóga frente al púlpito , quien le dio una linda sonrisa.
En eso salió Cliff vestido de cura Milis, con su parche en el ojo, que le daban un aire intimidante para ser un cura tan chaparrito como lo es, daba la sensación de que un pirata pigmeo oficiaria la boda .
— Hermanos míos , estamos aquí reunidos para celebrar la unión en santo matrimonio entre Dóga e Isolte. San Milis dijo antes de ir a la batalla a la Mujer que amaba que, si regresaba con la victoria , se casarían y le sería fiel a ella y solo a ella, le juro que su amor sería eterno . Y así él, con su infinito amor, fue a la guerra donde asesinó a sus enemigos y decapitó a los traidores, y con la victoria en sus santas manos, regresó con su amada y la convirtió en su esposa, una sola esposa y un solo esposo, como Milis nos dice que debemos ser, y así debería ser la vida, caminado rectos hacia nuestra vejez y eventual muerte juntos hasta el final .
No como esos pecadores que andan por ahí que tienen más de una esposa, ¡y algunos incluso! , con esposas y una novia por fuera del matrimonio, dijo inquisitivamente el muy desgraciado de Cliff.
Cuando miré a mis esposas, no tenían buena cara. Incluso Elinalise estaba algo molesta, y de hecho, casi todos los nobles que estaban en esta iglesia tenían pésima cara por este discurso, salvo los que profesan la fe de Milis que aprobaban el discurso de Cliff con la cabeza.
Ariel se volteó y, lejos de enojarse con ese discurso, me guiñó un ojo y me lanzó un beso, haciendo que mamá tras de mí, me pegara un cortito en las costillas.
Mientras, Cliff, seguía con su homilía:
— Aquí, hoy tenemos a dos jóvenes que se aman y que decidieron jurar ante San Milis su amor eterno y fidelidad mutua para siempre, no como ciertas personas que, incluso teniendo familiares de la fe, prefieren vivir una vida revolcandose en el pecado cada noche con una mujer diferente.
—Ya Cliff se esta ganando unas santas patadas en el culo de tu parte, Rudy, me dijo Nanahoshi, en un murmullo, lo que le valió una suave bofetada en la cabeza de mamá .
Mientras Cliff seguía con la ceremonia.
— Sin embargo, un verdadero creyente de Milis debe aceptar a los paganos, así nos enseñó nuestro amado santo. Incluso podemos llegar a tener buena amistad con ellos. Yo mismo, por ejemplo, soy un gran amigo de unos de los pecadores más grandes que he conocido, pero lo tolero, ya que San Milis me enseñó a tolerar, no trato de cambiarlo, trato de aconsejarlo, pero a ese sujeto le entra por un oído y le sale por el otro, y cuando creo que ya nada me va a sorprender, el logra de algún modo volver a pecar .
— Tolerarte te voy a hacer de una patada en el culo, enano santurron de cuarta, pensaba para mí mismo. De hecho, Nana y Eris tenían muy mala cara y miraban a Cliff con los ojos inyectados en sangre, porque era muy evidente que eso lo decía por mí.
Aunque la verdad, muchos Nobles tras nosotros también estaban molestos por este sermón, incluidos los jefes de las familias Greyrat y otros nobles.
— Como sea, hoy estamos aquí para celebrar la boda de estos jóvenes amantes, que desde hoy se comprometen en formar una familia bajo la fe de San Milis.
Debo reconocer que conozco a ambos, Isolte es una gran caballero y fiel devota de nuestro Señor Milis y su país, y Dóga, a quien el amor por esta mujer lo a hecho abrazar la fe de Milis.
Y es el amor, la base de nuestra fe, y por lo tanto yo bendigo esta unión en nombre de San Milis.
Por favor, ahora el novio debe proceder a poner el collar sagrado que Milis le dio a su esposa en el cuello de la novia.
Así que, Dóga, visiblemente emocionado puso el collar en el cuello de Isolte, y después tuvo que arrodillarse para que Isolte pusiera el collar en el cuello de Dóga, que por cierto tiene menos cogote que una almeja. Luego de eso, Dóga besó en la frente a Isolte y después debió agacharse para que Isolte lo besara en la frente.
— Queridos hermanos, familiares de los novios, Alteza, démosle la bienvenida a este feliz matrimonio entre Isolte y Dóga, dijo Cliff mientras estallaban los aplausos.
Dóga e Isolte salían de la iglesia tomados del brazo entre aplausos, se veían muy sonrientes . Los caballeros dorados de Asúra les hicieron un pasillo de honor. Luego de eso, los novios subieron a un carruaje que los llevaría a la residencia de los recién casados. Como es costumbre en la fe de Milis, no hubo recepción, malditos tacaños.
Mientras Ariel salía escoltada por los caballeros dorados de Asúra y subió a un carruaje que la llevó rumbo al palacio de plata entre los vitores de la gente , mientras nosotros nos quedamos cerca de la catedral esperando a Cliff, salvo mis padres y los niños que regresaron a la Sharia a través de mi casa.
— Voy a patearle el culo al maldito enano ese, dijo Eris muy enojada.
— No te enojes con mi Cliff, Eris. Él solo trataba de decir que los Milis deben ser tolerantes, le dijo Elinalise tratando de calmar la situación.
— Aún así, ese imbécil no debió decir eso, le dijo Nanahoshi.
— Es que mi Cliff es tan apasionado.
— Sí, sí, como digas. Por cierto, ¿y Clive?, pregunté.
— Oh, fue con su padre después de la boda a ayudarlo a guardar su sotana . Mi Clive también es un seguidor de Milis y le encanta todo lo que tiene que ver con la iglesia.
— Ya veo, por cierto, Su Majestad se fue muy rápido, dijo Roxy.
— Sí, va a estar en casa. Dijo que apenas llegue al palacio de plata, se va a disfrazar e irá a casa con Ghislaine y Elmore.
— Uuum, otra vez, dijo Nana cruzándose de brazos.
—¿Celosa?.
—¿De ti? Claro que no dijo Nana haciéndome un desprecio con la cara.
— Como sea, fue una ceremonia hermosa, aunque les fue difícil ponerse los collares, dijo Silphy.
— Sí, Dóga parecía un Grizzly de las nieves con ese traje, jajajaja.
— No te burles, Rudy, me regañó Silphy.
— No me burlo, de hecho, sí parecía un Grizzly. Me pregunto lo nerviosos que deben estar ahora, si saben a lo que me refiero.
— No lo creo, le dijimos consejos a Isolte de como hacerlo , ella estará bien, me dijo Elinalise.
— Dios, pobre chica, dije. Algo que me valió una bofetada de Eris.
Justo en ese momento, salía Cliff con su hijo en brazos.
— Fue una hermosa ceremonia, dijo haciéndose el tonto, con respecto a la homilía que dio.
— Tenías que decir eso, idiota. Obviamente lo dijiste por nosotros, le dijo Eris.
— Lo siento, pero fue para ejemplificar que San Milis nos enseñó tolerancia.
— Si me entero que nos usas en tus homilías, voy a dejar a tu santo culo tatuado con mi bota, ¿entendiste? Le dijo Eris.
— Lo siento, dijo Cliff pálido.
Una vez ya todos listos, regresamos a casa, donde nos pusimos ropas normales. Aisha y Alek decidieron regresar a la Sharia, así que solo quedamos con Liz, Cliff, y después se nos unieron Ariel, Ghislaine y Elmore, además de los príncipes . Esa noche tuvimos una cena, donde hablamos de lo que había pasado, y suponiendo que estarían haciendo Isolte y Dóga en esos momentos, además de la típica historia de Ghislaine sin censura de sus aventuras en los Colmillos del Lobo Negro, y la ya clásica conversación entre amigos, que ya es una tradición cada vez que estamos juntos .
Esa noche dormí con Ariel y Roxy donde derrotados a la reina, dejándola muy satisfecha , a la mañana siguiente, después de despedirme de Ariel y los niños regresamos a la Sharia.
Mi relación con Ariel ya era algo oficial. Bueno, es algo oculto, había personas que ya sabían de esto, su círculo cercano, algunas doncellas y los caballeros dorados. Siempre la visitaba cada semana para ver a los niños, y ella venía dos veces al mes a casa a compartir con nosotros y dormir en casa. De hecho, los niños ya se habían acostumbrado a aquello, aunque un día Lucy me cuestionó eso, ya que ella, últimamente, pasa en la iglesia de Milis en la Sharia con Norm, Elinalise y mamá, ademas Clive le habla mucho de la fe de Milis, sin contar las cartas que intercambia con mis abuelos .
Así que Silphy y yo, la llevamos a mi despacho y debimos explicarle que nosotros no creemos en ello. Además, por ser un reencarnado, tampoco creo en esa religión, y que ella, si quiere seguir esa fe esta bien, pero que tenga muy en claro, que ella le debe respetar a todos sus padres, aunque no sean creyentes, de lo contrario sería castigada. Algo que Lucy entendió bien y aceptó, después de todo ella es una chica lista y muy dulce.
Lucy es muy cariñosa, pero curiosamente siento que es más apegada a Eris y Nanahoshi .
Mi relación con ella como hija mayor está muy bien. Ella acepta responsabilidades como cuidar a sus hermanos más pequeños y constantemente aveces la llevo a misiones conmigo, me recuerda mucho a Silphy Cúando era niña, aunque últimamente tiene algunas actitudes parecidas a las de Eris, sobre todo en nuestros combates de práctica.
Así pasó Navidad nuevamente, incluida Ariel y la familia de Norm. Siegh ya hablaba bastante bien y Lara, el próximo año, entraría a la universidad.
Había también empezado a entrenar a Edward y Siegh en magia y esgrima y eran compañeros de entrenamientos cada vez que Ariel venía a casa .
Pero en esos días surgió un problema.
Eris se había puesto algo intensa con Ars, entrenándolo más duro que al resto, lo entrenaba sin parar hasta dejar a mi hijo sin energías. Así que un día la llevé a un lado alejado para hablar a solas y la regañé por eso.
A Ars le encanta la espada y la magia y es talentoso como Eris cuando era niña , pero Eris lo lleva a otro nivel, peor que Ghislaine cuando nos entrenaba , y ya se estaba volviendo algo abusiva con nuestro hijo.
— Bien, dime una cosa, Eris, ¿qué demonios te pasa con Ars? Le dije
— ¿Qué quieres decir, Rúdeus?
— Míralo cómo lo dejaste. Lleno de moretones y exhausto. Quedó sin energía y hace días que está así.
— Él debe ser tu sucesor, Rúdeus, por eso esta recibiendo un entrenamiento más duro .
— ¿Y eso quién lo decide?
— Yo lo decido, Rúdeus. El es mi hijo.
— ¿Y yo estoy pintado acaso? Ya te lo dije una vez. Entrenaremos a los niños, pero el camino que tomen deben elegirlo ellos.
— Pero, Rúdeus, es su deber como tu heredero.
— Idioteces, Eris. Yo quiero que mis hijos sean felices. No recuerdo a Sáurus o Phillip obligándote a ir a estudiar a Asúra. Ellos vieron que te gustaba la espada y te dejaron hacer lo que te gustaba. Incluso estaban dispuestos a dejarte ser aventurera.
— Era porque era una estúpida.
— No, era porque te amaban. Y si tú amas a Ars, más te vale dejarlo a él decidir qué camino quiere tomar, ¿entiendes?
— ¿Tú quien te crees que me hablas así?, me dijo de manera agresiva.
— ¡SOY TU ESPOSO Y ESTOY HABLANDO ENSERIO, NO ME TOMES POR UN IDIOTA ERIS ! No estoy jugando. Ars busca el cariño maternal en las chicas y no en ti. ¿Quieres que el niño crezca guardándote rencor?
— No, claro que no. Yo lo amo yo lo parí .
— Entonces deja de hacer eso. Tú no lo estás entrenando, lo estás haciendo sufrir, y Ars es un niño dulce.
Escucha, Eris, no quiero que cambies tu forma de ser . Te amo como eres, violenta, valiente y leal. Pero baja un poco el nivel con Ars. No digo que no lo entrenes, pero aliéntalo también, como era Ghislaine con nosotros. ¿Recuerdas? Ella jamás nos llevó al límite como tú lo haces con Ars. Y cuando cumpla 15 años y quiera seguir el camino de la espada, podrá entrenar de esta manera en el santuario de la espada o con Isolte en el santuario del dios del cauce , pero no ahora que solo tiene 5 años.
— ¿Estás enojado, Rudy?
— Claro que sí. Ars es mi niño, lo amo, y también te amo a ti, Eris.
El es el fruto de nuestro amor. Sé más suave con él y trata de darle amor de vez en cuando.
— Está bien, dijo Eris, quien me abrazó y me besó.
— Eris, mi amor, tú eres la que disciplina a los niños y haces un gran trabajo, pero no todos son iguales. Lucy, por alguna razón, te ama y siempre se muestra cariñosa contigo a pesar de tu entrenamiento, pero no todos los niños son iguales. Trata de vez en cuando mostrarte más cariñosa con ellos. No me gustaría que cuando quieran amor maternal, ellos solo vayan en busca de sus otras madres y a ti solo te miren como la disciplinadora, ¿entiendes?
— Sí, lo entiendo, me dijo sonriendo.
— No quiero que cambies, amor. Solo quiero que también veas los límites de nuestros hijos.
— Ya sé. Lo siento, Rudy.
— ¿Puedo tocarte el culo?
— Bueno, pero solo un ratito, me dijo, mientras nos fundíamos en un beso.
Luego de eso, Eris, si bien siguió siendo estricta, fue más comunicativa con los niños y tendía a acariciarles el cabello. Además, ya no agobiaba tanto a Ars.
Fue en ese mismo tiempo en que terminamos las automatas con Zanoba. Estábamos en el laboratorio subterráneo del taller de Zanoba haciendo los últimos detalles en las automatas A-1 Madonna, de tareas domésticas y sexuales, la A-17 y la A-2 Winona, que serían del material común que fabrique, es decir, con piel que recreaba la humana. La androide de Zanoba tenía piel dura como el acero.
— ¿Qué te preocupa, maestro?, te noto nervioso.
— Es porque la androide A-17 la hicimos con vagina realista y pezones, es una mala idea.
— ¿Por qué, maestro? Debíamos replicarla para hacer mi automata.
— Sí, pero se suponía que solo sería de servicio doméstico. Además, se parece a Sara, mi ex novia. Bueno, no del todo. Sus ojos son más afilados y su cabello también, pero tendré problemas con las chicas cuando la vean.
— Oh, maestro, tranquilo. Nada pasará.
— Bien, Androide 17, abre los ojos. ¿Cuál es tu misión? Dije.
— Servir a mi maestro, no dañar humanos, autopreservación, siempre y cuando esto no dañe a un humano.
— Bien, ponte de pie, dije mientras tocaba su brazo y su cabello.
— Vaya, funciona muy bien. Creo que es un éxito, Zanoba.
— Así es, maestro, decía Zanoba con una sonrisa mientras miraba a su automata.
— En fin, creo que desarmaremos este prototipo y así crear el definitivo prototipo A-2 Winona.
— ¿Y qué vas a hacer maestro , desarmarla?
— Así es. Si llevo a la A-17 a casa y las chicas descubren que tiene partes sexuales, me van a patear el culo.
— Entiendo, maestro. De hecho, creo que tendré que llevar a mi muñeca a otro lado. July y Ginger están muy molestas conmigo.
— Uuf, escucha, Zanoba. Eres mi mejor amigo y te quiero mucho, viejo. Por lo mismo, te daré un consejo. Haz ese dispositivo para eliminar tu estado de fuerza y sensibilidad y cógete a July y Ginger de una maldita vez.
— Maestro, yo no podría, son como mis hermanas para mi.
— Uuf, como quieras. Bien, hay que celebrar. Vamos a beber una copa, le dije
— Esa es una buena idea, maestro.
Y así, los chicos brindaron con un licor caro en el primer piso de la casa de Zanoba. Sin embargo, se les había olvidado desactivar a la Androide 17, y esta escuchó que iba a ser eliminada.
Esta se puso algo de ropa y escapó por una ventana.
— ¿Sentiste eso, Zanoba?
— Sí, se sintió como si rompiera algo. Cuando bajaron, se dieron cuenta que la A-17 había escapado.
— Mierda, ahora sí que la cagamos. Esa cosa tiene rango de combate de un santo. ¡Debemos atraparla! Dije, y salimos en su búsqueda.
Mientras, Elinalise, que venía con Clive de la iglesia, se topó con la androide, la cual era acosada por dos tipos.
— ¡Oigan ustedes, dejen a esa chica en paz! Dijo la elfa.
— Jaja, mira quién está aquí. ¿Por qué no te unes a nosotros, orejona, y sabrás qué es ser un hombre?
— Lo siento, no me gustan los apestosos. Chica, ven conmigo, le dijo Elinalise a la androide.
— ¡Aléjate, elfa! Dijo un tipo sacando su espada.
— Oooh, así que esas tenemos, eeh. ¡Auxilio! Gritó Elinalise, y rápidamente desde el edificio de al lado salieron varios tipos, y entre ellos, una pelirroja quien desarmó a los aventureros.
— ¿Te hicieron algo, Elinalise?
— No, querida. Estoy bien. Esos idiotas querían llevarse a esa chica, creo que la drogaron.
— Ya veo. Soy Aisha Greyrat, santa del norte y comandante de los mercenarios. Malditos forasteros, esta ciudad está bajo la protección del Dios del Norte, quien además es mi novio, tú, Gregory. Dijo, apuntando a un Ferál. Ve a buscar a Alek para que mate a estos desgraciados.
— ¡No, por favor, mi señora, ya nos vamos! Dijo el aventurero aterrado.
— Bien, en ese caso, no digas nada, Gregory. Si los vuelvo a ver aquí, van a morir, ¿entendido?
— Sí, dijeron los tipos y salieron huyendo.
— ¿Necesitas algo más, Elinalise?
— Jaja, no, querida. Llevaré a esta chica a comer algo. Se ve perdida. Tal vez le dieron algo, la llevaré a desintoxicar.
— Bien, te dejo, Elinalise, dijo Aisha entrando de regreso al edificio mercenario.
— ¿Qué te pasó, chica? ¿Quién eres?, le pregunto Elinalise.
— Soy la Androide 17.
— ¿La qué?
— La androide A-17. Mi amo quiere destruirme.
— ¿Eres una esclava?
— No, mi amo quiere destruirme y yo solo quería servir a mi amo. Debo autopreservarme.
— ¿Quién es tu amo?
— Rúdeus Greyrat.
— ¿Qué? ¡Imposible! Él odia la esclavitud. ¿Y por qué estás vestida con la ropa de Ginger?, le preguntó Elinalise.
— ¡Elinalise Clive , aléjense de ella! Gritó de pronto Rúdeus, que corría a toda velocidad, mientras la Androide 17 escapaba luego de dar un gran salto.
— ¿Estás bien, Elinalise? ¿Clive?
— Si estamos bien, ¿Qué fue eso, Rúdeus ?
— Una automata se escapó. Creo que su configuración salió mal. ¿No te hizo daño? Esa cosa tiene rango santo.
— No, nada. ¿Y para qué demonios la hiciste tan poderosa, maldito estúpido?
— Es un prototipo.
— Ella dijo que querías destruirla.
— Así es.
— ¿Y por qué?
— Porque tiene va, va, vaya, debo apurarme. Puede dañar a alguien, dije, mientras ordenaba a Aisha y los mercenarios buscar por la ciudad, yo y Zanoba ibamos a la cabaña a buscar la ayuda de Alek para rastrearla.
Mientras, en ese momento, Eris estaba en el río junto con los niños, salvo Christina, que estaba con Silphy. Christina, de ya más de un año, era idéntica a Eris, sin embargo, su actitud era mucho más dócil, y le gustaba estar en brazos de Silphy y Rúdeus.
Como sea, ese día, Eris, después de entrenar a los niños, decidió sacarlos a dar un paseo al río, y además se llevó a Lily, esto lo hacía siguiendo los consejos de Rúdeus, luego de su última discusión hace unos días.
En el camino, unos tres niños se burlaron de Lara y su cabello, llamándola asqueroso demonio. Cuando Eris iba a intervenir, Lara, de solo 6 años, se había cargado a los mocosos a golpes de puño y los había dejado llorando. Cuando Eris llegó a su lado, Lara la miró con una sonrisa y le hizo la señal de la victoria.
Rúdeus y las chicas les habían dicho que no debían pelear, y si lo hacían, serían castigadas, ya que los niños Greyrat, comparado con otros niños, son muy fuertes. Sin embargo, Eris decidió pasar esto por alto y no la castigó. Es más, le acarició el cabello y le dijo que sería su secreto.
Cuando llegaron al río, y mientras Lara, Siegh y Ars se bañaban y jugaban en la orilla, Eris estaba con Lily, que a diferencia de Chris, ya caminaba y hablaba.
— Mami, mira qué lindo, esos colores, le dijo Lily mirando en la orilla del río.
— Esos son peces, hija.
— ¿Peces? Son muy lindos. Quiero verlos.
— Está bien, amor, le dijo Eris, quien empezó a capturar uno para mostrárselo a Lily. En ese momento, se fijó en una chica cerca de ellos, rubia.
Es Sara, pensó Eris con una mueca. Sin embargo, al mirarla bien, no era la misma. Tenía los ojos más afilados y su pelo era diferente.
— Puedo ayudarte, le dijo Eris.
La androide solo le sonrió, algo que alteró a Eris, que se puso en postura defensiva tomando la empuñadura de su espada.
— Yo solo quiero vivir, dijo la mujer. ¿Tú quién eres?
— Soy Eris Greyrat. Si te acercas a mis hijos, te mataré.
— Yo no hago daño a humanos. Así que tú eres Eris, dijo la mujer, que dio media vuelta y se fue.
— Mierda, pensó Eris. Esto no es bueno. Algo me huele mal. Ella tenía ganas de perseguir a la mujer, pero estaba con los niños. Lo mejor sería llevarlos a la cabaña. Ahí está Orsted y Alek, y después perseguirla. Roxy y Nana están en la universidad, y Silphy está sola en casa. ¡Maldita sea, Silphy! Pensó Eris.
— Niños, rápido, vístanse. Debemos ir a la cabaña. Clave amarilla, dijo Eris, y los niños rápidamente entendieron lo que pasaba.
Cuando Eris llegó a la cabaña, se encontró con Rúdeus.
Eris — ¿Qué haces aquí? ¿Qué pasó?
— No lo sé. Una mujer sospechosa llegó cerca del río donde estábamos, me dio mala espina y vine acá.
— Maldición, ¿cómo era? — le pregunté.
— Parecida a Sara, pero tenía los ojos afilados y azules, y el cabello rubio hasta el cuello.
— Maldita sea, es la Número 17, ¿dónde está Silphy?
— En casa con Chris.
Justo cuando dijo eso, mi anillo recibió una señal de auxilio, y era del anillo de Silphy, así que rápidamente fui a casa.
Mientras tanto, Silphy se había quedado con Christina en casa.
— Dios, hija, ya debes empezar a caminar, tu hermana ya lo hace, y Sariel también, ademas Lily empezó a hablar my temprano apenas tiene poco más de un año y medio .
— Yo quiero a papi — dijo la pequeña Christina.
— Vamos, mi amor, puedes dar unos pasitos, yo estoy aquí — dijo Silphy, estirando sus brazos. Christina se soltó del sillón y dio siete pasos, tirándose a los brazos de Silphy.
— ¡Ves, mi niña, que puedes! Eres muy linda, Chris, le dijo Silphy sonriéndole .
— ¿papi, mamá, quiero papi?
— Él ya va a venir, está trabajando, llegará al ocaso.
— ¿mami Nana, mami Azul?
— Ellas están en el trabajo, amor, en la universidad. Llegarán con papi.
— Quiero papi.
— Dios, hija, si no fueras idéntica a Eris, cualquiera diría que yo te di a luz, digo por tu comportamiento — le dijo Silphy, besando a su hija en el cabello.
Justo en ese momento golpearon la puerta. Silphy, sin pensarlo, fue a abrir, pensando que tal vez serían sus suegros, pero al abrir se topó con una mujer rubia parecida a Sara.
— ¿Puedo ayudarte?
— ¿Tú eres Silphiette Greyrat?
— Sí, ¿necesitas algo?
— Soy la Número 17.
— ¿Número 17? ¿Quién eres?
— Mi amo vive aquí. Tú eres su esposa, él quiere destruirme.
En eso, Silphy se dio cuenta de lo que pasaba y dio un paso atrás, acumulando mana en su mano y activando el anillo para llamar a Rúdeus. Cuando retrocedía, no se dio cuenta que Chris la había seguido gateando y, al tratar de no pisarla, perdió el equilibrio. Cuando miró a la Número 17, esta se lanzaba sobre Christina.
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Cuando llegué a casa, abrí rápidamente la puerta con mi espada en mano, gritando el nombre de Silphy, pero cuando la encontré estaba con la androide en la sala, enseñándole a la Número 17 a cambiar pañales.
— Hola, Rudy, ¿estás bien?, me dijo Silphy
— Aléjate de ella, Silphy.
— Oh, no te preocupes, ella es buena. Le he estado enseñando a hacer las cosas de la casa. Ella está asustada de ti, dijo que tú la ibas a destruir y por eso huyó.
En eso, la androide nos vio a mí, Eris y Zanoba, y se acercó.
— Mis amos, por favor, yo quiero vivir, no quiero que me desensambles, yo me portaré bien. Cuando te escuché decir eso, huí, por favor no me mates.
— ¿Por qué querían matarla, Rúdeus, Zanoba? ¿Tiene algún fallo de programación? Creo que Orsted y Perugius te habían dicho cómo hacerlo, nos dijo Silphy.
— Ella al parecer está bien de programación, maestro — dijo Zanoba revisándola.
— ¿Qué está pasando? — dijeron en ese momento Nana y Roxy, que regresaban de la universidad.
— ¿Y Quién demonios es ella? — preguntó Nana, algo molesta.
— Ella es la androide Número 17, amor, le dije.
— ¿La llamaste como esa maldita caricatura? ¡Dios, Rúdeus, otra vez! Te advertí que no llamaras así a los androides, y ahora que la miro se parece mucho a ese anime. ¡Dios mío, eres un nerd!
— Ya déjame en paz .
— ¡Claro que no! Cámbiale el nombre. ¿Cómo se te ocurre llamarla así? Además, creí que el prototipo Winona sería el que traerías a casa.
— Sí, lo sé, pero en la Número 17 probamos algunas cosas para el prototipo Madonna de Zanoba.
— ¡AAAGH! Ya sé a qué se refieren — dijo Nana, mirando a Zanoba, quien desvió la mirada sonrojado.
— ¿De qué está hablando Nana, Rúdeus?
— El amo me quiere destruir porque tiene miedo de que se enteren de que me fabricó con pechos y una vagina realista como base para la creación de mi hermana, la versión Madonna del amo Zanoba, y planeaba destruirme para que ustedes no se enteraran, y planeaba traer al prototipo Winona, que no posea partes sexuales.
— ¿Así que ustedes, par de degenerados, hicieron una muñeca así? — dijo Eris.
— No, lo siento, solo se le hizo para probar el prototipo. Las que serán patentadas no tendrán partes así. No culpen al maestro, fue mi idea y él me ayudó, se disculpo Zanoba con una reverencia .
— Ya déjalo, Eris. El Príncipe es un miko — le dijo Nana.
— Lo siento, Número 17, no te destruiré, pero no puedo traerte a casa. Para eso será el prototipo Winona.
— No tan rápido, déjala, Rúdeus. Ella ya aprendió a cocinar, cambiar pañales y hacer las camas. Le enseñaré a usar la lavadora; será muy útil en casa.
— Pero es que…
— ¿Qué piensan, chicas?
— Tengo una condición — dijo Eris.
— ¿Cuál?, pregunté.
¿Puedes ponerle orejas de ferál y una cola?
— ¿Estás bromeando, cierto? — le pregunté.
— No me dejas tener una esclava feral, esa es mi condición para que se quede.
— No, no, no, no, nada de eso. No quiero que duermas con esta cosa, Eris.
— No lo haré. Es solo que cuando era niña las sirvientas eran feráles. Además, para dormir puedo llamar a Rinia y Purcena y dormirme mientras las abrazo.
— Uuuf, está bien, la modificar, le dije.
— Uuuf, qué furra. En fin, si se va a quedar, al menos cámbiale el nombre, Rúdeus — me dijo Nana.
— ¿Y cómo la llamo? Kagome o Kykio como en ese estúpido anime que veías?
—¡Inuyasha no era estúpido! Uuuf, Llamala Anne. ¿Te gusta ese nombre?, le dijo Nana a la androide.
— Sí, ama Nanahoshi — dijo la autómata.
— Uuf, está bien, lo que quieran, dije, momento en que llegaban Paul y Alek.
— ¿Qué pasó? Los anillos de emergencia brillaron, dijo papá.
— Nada, solo un problema con la automata.
— ¿Quién es ella? Dijo papá.
— La automata con la que trabajaba con Zanoba, le dije.
Así que tuve que dar una larga explicación a papá por eso.
Cuando ya todo estaba tranquilo y Silphy le enseñó a Anne sus labores, y como si no fuera poco, Ariel llegó a visitarnos con los niños, donde también tuve que responder varias preguntas. Pude ver a Ariel algo molesta por crear una muñeca con partes realistas , y tuve que asegurarle que jamás serían usadas.
Esa noche, en la cena, Elinalise, que ya me había hablado de algo así, pidió una parecida a ella para llevarle a Cliff.
Uuf, como sea. Esa noche hice el amor con Ariel, Silphy y Eris.
— ¡Ooooh, Dios, amo esto! Dijo Ariel.
— Sí, es rico, dijo Silphy.
— Escuchen, chicas. Tengo una misión cerca de Millishion pasado mañana. Serán unos tres días. Roxy y Nana no podrán acompañarme porque están ocupadas en clases y Nana con nuevos círculos de invocación. ¿Quién me va a acompañar a esta misión o tal vez podríamos ir los 3 ?
— Yo no puedo, Rudy. Debo cuidar a los niños y enseñarle a Anne sus labores.
— Uuf, bueno, creo que seremos solo tú y yo, bebé, le dije a Eris.
— No podré, me comprometí a ayudar a Lucy con su esgrima.
— ¿Me van a dejar solo?
— Si, te lo mereces por lo de Anne, me dijo Eris.
— ¡Maldita sea! Eso fue culpa de Zanoba.
— ¡Yo puedo ir contigo! , Rudy, me dijo Ariel.
— Estás loca. Eres la reina de Asúra. ¿Quién cuidará a los niños esos días?
— Yo puedo cuidarlos. Después de todo, estarán seguros aquí, Rudy, me dijo Silphy.
— Sí, y puedo entrenar a Edward, dijo Eris.
— No lo sé, Ariel. Es peligroso. Puede salir un monstruo, y tú no eres la mejor caminando largas distancias.
— Vamos, por favor. Además, no tengo muchas actividades en el palacio estos días, y quisiera sentirme libre de mis actividades unos días. Aunque no lo creas, venir a visitarlos, y cuando vas a verme, es lo único que me saca de mi rutina.
— Uuum, bien, está bien, le dije.
Así que unos días después, estábamos en el Camino de la Espada, guiando a una joven hasta una aldea donde debía conocer a un tipo con quien tendría una hija que según Orsted sería importante . Ariel iba disfrazada de aventurera. Se veía hermosa con armadura y una espada en su espalda. Una vez listos con la misión, saqué un pergamino y llegamos a la oficina de mercenarios de Millishion, para pasar un día solo ella y yo.
— Wow, esta es la santa ciudad de Milis? Es hermosa, dijo Ariel, mirando como una niña que jamás había visto el océano. —Había escuchado que la capital de Milis es hermosa, pero esto es otro nivel.
— Sí, es bonita. Aunque debes tener cuidado con lo que dices, amor.
— Se siente tan bien que nadie sepa quién soy, que nadie intente nada, o poder salir a caminar como si fuera una persona común.
— Sí, bienvenida a mi mundo, cuando estoy en misiones, le dije .
— Dame un recorrido por esta ciudad, amor.
— Bien, ¿por qué no? Dije, paseando de la mano con Ariel. Si bien muchas personas nos miraban por la increíble belleza de ella, no nos daban ninguna importancia.
Le sorprendió la gran cantidad de elfos y enanos en esta ciudad. Muchos de ellos, seguidores de Milis.
Cliff me contó que hasta hace unos 400 años, no admitían otras razas en la fe, pero ya es común ver a orejas largas, hobbit y enanos como sacerdotes, incluso hay un enano obispo, y muchos matrimonios entre estas razas y humanas. Bueno, Cliff es uno de ellos, su madre era una hobbit.
Por cierto, los hobbit son parecidos a los Migurd, pero con pelo oscuro. Parecen adolescentes, y también viven unos 200 años, lo que me da a entender que Cliff vivirá muchos años, y Clive mucho más aún.
Como sea, ese día paseamos por las calles de Millis de la mano con Ariel.
Agaché la cabeza varias veces cuando me topaba con caballeros templarios, por si podían reconocerme. Pero como llevaba una capucha, no me dieron importancia. Aunque también era el efecto Ariel. Ella se veía increíblemente hermosa vestida de aventurera, con su hermoso largo, y trenzado en los lados que nadie se fijaba en mi.
— Me encanta esta ciudad, todo blanco y en medio de un lago , es hermosa.
— Eso lo dices porque solo conoces Ars, Asúra y las naciones mágicas, amor.
— ¿Dices que Ars es más bello?
— Uuum, no lo sé, pero Ars es bonito, bueno, al menos el centro de la ciudad. Aunque esta ciudad blanca tiene su encanto, al ser más pequeña, le dije.
— JEJE, me dio hambre, amor. Vamos a un bar a comer un filete como aventureros y esta noche arriendas una posada y me haces tuya, me dijo, dándome un beso.
— Sí, pero mañana debemos regresar, mi amor. Debo dar el reporte y debemos regresar a casa con los niños.
— JEJE, espero que estén bien. Sariel y Christina no se llevan muy bien, se pelean por ti. Curioso considerando que tienen poco más de un año.
— Supongo que quieren a su papá, le dije.
— Sariel no es tu hija.
— Sé que lo es. La niña no le teme a Orsted, lo mismo que Edward.
— No quiero pelear contigo, Rudy. Ya vamos a comer algo, me dijo, tomándome de la mano.
— Rúdeus, ¿qué demonios haces aquí? Espera un segundo, ¿Majestad?, nos dijeron de pronto
Cuando miramos, nos topamos frente a frente con Cliff, vestido con su sotana de sacerdote.
Maldita sea, pensé, de los 100 mil habitantes de Millishion , tenía que toparme con Cliff.
— Hola, Cliff, ¿cómo estás? Sí, bueno, estaba haciendo una misión en el Camino de la Espada Sagrada y decidimos pasar a recorrer Millishion, le dije .
— Jejeje, Majestad, me permite hablar con mi amigo, dijo Cliff.
— No me llames así, Padre. Llamame solo Kleene.
— JEJE, bien, ven, Rúdeus, amigo, dijo tomándome del brazo y llevándome a un lado … —¿Qué demonios crees que estás haciendo aquí, idiota, dándotelas de turista en Millishion, de la mano de la Reina de Asúra, por San Milis? Vienes con tu amante a la capital de la fe de Milis, desgraciado, me dijo con espuma en su boca.
— Ya relajate, idiota. Le había pedido a Eris y a Silphy acompañarme, pero dijeron que no podían y Ariel quiso venir para escapar unos días de sus labores reales.
— Pero, ¿cómo se te pudo ocurrir, maldito mequetrefe, traerla a la capital del santo país? ¡Maldito pecador!
— Oh, deja de fastidiar, idiota. La mujer quería conocer este país, lo está disfrutando. Puedes dejarla tranquila un minuto. Solo vino como una chica normal, no la vez lo feliz y tranquila que se siente aquí sin que nadie la reconozca, y poder sentirse una chica normal.
Cuando Cliff la miró, vio a Ariel sonriendo mientras miraba hacia la catedral, apoyada en la baranda de la costanera.
— Uuum, ¿y por qué no me avisaste que vendrías?
— Porque sabía que harías este show, maldito idiota.
— Uuf, bien, lo siento, dijo Cliff, y nos acercamos a Ariel.
—¿ Ya lo regañaste lo suficiente, Lord Cliff?, le dijo Ariel.
— Es peligroso que estés acá, Alte… Lady Kleene. Alguien podría reconocerte.
— Solo tú. Además, vestida así, nadie me reconoce. Acabamos de llegar de una misión con Rúdeus, y nunca me sentí más viva, caminando por el Camino de la Espada Sagrada, mirando esta hermosa ciudad, rodeada de lagos y ríos, blanca como el marfil. Es hermoso aquí.
— Sí, lo es, dijo Cliff, mirando hacia la catedral. — Pasarás a ver a tus abuelos, me dijo Cliff.
— No, claro que no. No sabría qué decirle si me ven con Ariel.
— Simplemente diles que soy tu esposa, Rúdeus, me dijo Ariel.
— Muy graciosa. Mi abuela me mataría.
— Jejeje, sería interesante ver eso, dijo Ariel.
— Padre Cliff, qué bueno encontrarlo. Quería hablar con usted, —dijeron de pronto. Cuando nos volteamos, me encontré de frente con mi abuelo, Carlise Latreia.
— ¿Rúdeus?
— JEJE, hola, abuelo, dije con una risa complicada.
— ¿Qué haces aquí, muchacho?
— Ooh, el general acaba de llegar. Estuvo en una misión en el Camino Santo de la Espada y me llamó para reunirnos aquí, le dijo Cliff saliendo en mi defensa .
— ¿Y no pensabas visitarnos? ¿Cuándo traerás a mis bisnietos? Claire siempre pregunta por ellos, me regaño Carlise . — Bueno, como sea, Padre, lo quería invitarlo una cena esta noche para hablar de la celebración de los 30 años de matrimonio de mi hija Anise. Ella quiere que usted oficie la ceremonia.
— Claro, Conde. Estaré ahí.
— Y Rúdeus, ven tú también. Claire estará contenta de verte y Anne su esposo también siempre han querido conocerte. Justo en ese momento Carlise , se fijó en Ariel.
— ¿Esta muchacha viene contigo, Rúdeus?
— Sí, abuelo. Ella es Ari… Kleene, una miembro del ejército de Orsted, dije, presentando a Ariel, la cual le dio una elegante reverencia al estilo Milis.
— Oh, perdóneme, me quedé callado, no fue descortesia . Me sorprendió su belleza. Jovencita, déjeme presentarme. Soy el Conde Carlise Latreia, soy el abuelo de Rúdeus, comandante en jefe de la orden del templo y estoy a su servicio.
—Mucho gusto, señor— dijo Ariel—. Me llamo Kleene Purplehorse, soy una de las generales del ejército del Dios Dragón.
—Ooh, impresionante. Bueno, usted también está cordialmente invitada. Los veré esta tarde.
—No, abuelo, lo que pasa es que debemos regresar, le dije .
—Oh, por favor, regresa mañana. Deja de tonterías, niño. Además, quiero que conozcas a Anise y Ribert, tus tíos. Padre cliff, por favor, tráelo.
—Así será, señor— dijo Cliff, que apenas mi abuelo se perdió en una esquina se agarró la cabeza. —¿Y ahora qué hacemos?
—Yo no iré. Íbamos a dormir en una posada e íbamos a… a… a dormir para mañana llegar temprano a casa, le dije .
—Claro, dormir. No me tomen por idiota, sé perfectamente lo que hacen, nos dijo Cliff.
—Vamos, Rudy, quiero conocer a tus abuelos.
—Ellos son Milis, Ariel, si se dan cuenta de lo nuestro me llevaré un regaño peor que los de mi madre.
—Sé perfectamente cómo comportarme con gente de la fe de Milis. No olvides quién soy, me dijo Ariel inflando su pecho.
—Pero quería cuchi-cuchi esta noche —dije con un puchero.
—Ya habrá tiempo —dijo Ariel, guiñándome un ojo y besándome ante la ira de Cliff, a quien ya se le estaba por estallar una vena.
Esa tarde llegamos a la casa de mis abuelos. Antes, arrendamos una habitación en una posada y debimos comprar unos trajes. Ariel se veía hermosa, y casi llegamos tarde porque nos dimos un revolcón antes de ir.
Cuando llegamos, Claire no me puso muy buena cara al verme con otra mujer, de seguro la vieja Nefertiti pensó que me estoy sirviendo a esta chica también, lo cual tampoco es que sea mentira .
Pero Carlise la presentó como una comandante del Dios Dragón, y el encanto de Ariel al presentarse maravilló a todos, incluidos mi tía Anise y su esposo, que deben tener unos 45 años, de hecho si bien la Tía Anise y el tío estaban felices de conocerme, Ariel se robó toda la atención . Pero algo me perturbó mucho: Anise, si bien se parecía a mamá, tenía un aire a Edward en su ojos y algunos gestos qué me perturbaron, lo que me hizo mirar a Ariel, la cual, como siempre, se hizo la tonta.
La velada fue bastante incómoda, bueno, no para Ariel qué se deswnvolvio con carisma y elegancia , el que estaba nervioso era yo.
Durante la cena, mis abuelos me preguntaron por Norm, Obviamente, no estaban contentos con su matrimonio con un demonio, pero Cliff logró tranquilizarlos con eso diciéndole que se habían casado por la fe de Milis, prometí traerla cuando viniera, y Tía Anise me dijo que le avisara para traer a sus hijos, ademas el tío Edgar también quiere conocer a su sobrino, Reidar rei.
—¿Y usted, Lady Kleene, está casada?, le preguntó mi Abuela a Ariel.
—No, soy una sierva de Su Majestad la reina Ariel. Estoy casada con Asúra dedicó mi vida a su majestad —dijo Ariel con una sonrisa, como si disfrutara esto.
—Dicen que la reina de Asúra es la mujer más hermosa del mundo, —dijo el esposo de la tía Anise.
—No lo sé, ella es hermosa, pero en Millishion ; e visto mujeres muy hermosas, —dijo Ariel.
—Oh, es usted una mujer encantadora, Lady Kleene. Puedo preguntar qué hacía con mi nieto aquí —dijo Claire con una falsa sonrisa, ya que la vieja sospechaba en el fondo, que yo le estoy dando a esta chica .
—Soy maga experta en hierbas de curación, y ya que el Dios del Cauce venía en misión cerca del Gran Bosque, Su Majestad me encargó la búsqueda de un hongo que ayuda con el buen sueño, algo muy escaso en el reino de Asúra .
—Oh, ya veo. Pero la vi usando una espada. Dijo Carlise .
—Así es, soy intermedia en el estilo Dios del Cauce —le dijo Ariel.
—Ya veo. ¿Y qué piensa de nuestra ciudad? Le preguntó tía Anise.
—Es hermosa, su costanera es preciosa y sus edificios son magníficos —dijo Ariel, lo cual conquistó los corazones de mi familia materna.
La conversación después derivó en mi familia y cuándo vendría con los niños. Obviamente, no preguntaron por mi relación con Ariel, ya que creían que✌️Kleene✌️ era una subordinada de Ariel.
Anise y su esposo estaban emocionados cuando les conté de mi batalla con el Dios del Norte y el Dios de la lucha y cómo me transformé en Reidar. También Carlise y Claire estaban muy impresionados de que Aisha fuera novia del Dios del Norte; sin embargo, no les gustó nada que ella no se casara con él, a lo cual Cliff volvió a tranquilizarlos diciendo que Aisha y Alek no creía en la fe de Milis y debían respetar a los paganos, la verdad no se en que momento Cliff se volvió el cura de cabecera de los Latreia .
En fin, esa noche nos invitaron a dormir en la mansión Latreia, así que aceptamos. Obviamente, no pude hacer nada con Ariel, ya que me dieron una habitación del primer piso y a ella en el segundo, y si bien Ariel es atrevida, no quizo jugar con fuego y no me visito de noche, después me dijo que se dio vueltas varias veces en la noche con la intensión de visitarme.
Al siguiente día me despedí de mis abuelos y partimos de regreso a casa, no sin antes pasar por nuestras cosas a la posada y ponernos nuestros trajes de aventureros. Luego nos despedimos de Cliff y regresamos a la Sharia.
Mientras ese mismo día, Cliff ofició una misa donde después habló con los Latreia.
—Anoche fue una hermosa velada. Esa chica Asurana es un encanto, si Rúdeus hubiera sido un Milis, ella hubiera sido una encantadora dama de Milis .¿Usted Ya la conocía, padre Cliff? —dijo Claire.
—Uuf, perdónenme, condes. Si la conozco, pero ella no era quien decía ser, —dijo Cliff.
—¿Y por qué nos mintieron? No me diga, padre que ella es la amante de Rúdeus, oh no, ¿no me diga que se caso nuevamente? —dijo Claire, enojada.
—No se a asado nuevamente, lo que pasa es que ella era la reina Ariel Anemoi Asúra. Estaba de incógnito, acompañando a Rúdeus en una misión y no podíamos revelar su identidad.
—¿Qué? Debe ser una broma —dijo Carlise—tal vez estaba espiando.
—Claro que no, solo estaba acompañando a Rúdeus y ella estaba solo paseando por la ciudad, cuando me tope por casualidad con ellos ayer , lo tranquilizó Cliff.
—Un segundo, ¿por qué la reina acompaña a nuestro nieto a misiones? —dijo Carlise con un rostro petreo.
—No quiero decírselo, conde, pero creo que es bastante evidente: su nieto es Reidar Reí, Séptima potencia mundial, y ella es la reina de Asúra 2 +2 es 4, conde, — le dijo Cliff, abriendo los ojos.
—Ooh, ya veo, Dios mio un nieto polígamo otra casada con un Superd y otra en una relación de concubinato con el Dios del norte, dijo moviendo la cabeza .
— Aun así debo admitir que ella es encantadora —dijo Claire—. Pero mi nieto me va a escuchar cuando venga, dijo malhumorada.
—No tiene caso, condesa. Ya lo he regañado mucho, y Lady Zenith lo golpea, pero él no aprende, le dijo Cliff.
—Jajaja, bueno, Claire, ya sabemos cómo es él. Será mejor volver a casa, cariño, le dijo Carlise.
—Por cierto, condes, será mejor no decir que la reina Ariel estaba aquí. Ella solo estaba de incógnito, como una ciudadana común. Simplemente quería estar unos días fuera y sentirse como una ciudadana, sin que nadie la reconocerá y dar un paseo , y de hecho es cierto que venían de una misión cerca del gran bosque .
—Ya veo, puedo entender eso —dijo Carlise, quien después de una charla sobre la renovación de los votos de Anise, regresaron a casa .
Mientras tanto, en la Sharia, Rúdeus y Ariel llegaban a la cabaña.
—Bien, amor, la pasé increíble . Fue genial conocer a tus abuelos y pasear por Millishion.
—Sí, bueno, lo siento por mis abuelos, le dije.
—Tranquilo, no son como los describes; son personas muy agradables.
—Bueno, porque tú los conociste ahora —le dije.
—Como sea, mi amor, vamos a tu casa, para llevarme a los niños a Asúra .
—Sí, amor. Cuando estaba por salir de la cabaña, mi anillo para emergencias brillo .
—¡Maldita sea! —dije, corriendo.
—¿Qué pasa, Rudy?
—Están atacando mi casa. Nana y Aisha activaron sus anillos, y Orsted está en el continente demoníaco. Faria ubique a Alek, Ariel quedate aquí —dije, saliendo de la oficina y corriendo a toda velocidad a casa.
—Espera Rudy los niños me grito Ariel.
—no te preocupes los protegeré con mi vida, le dije.
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Dos horas antes.
— ¿Dónde estamos Rudy?
— Son las ruinas del círculo que lleva al Caos Braker, qué raro.
— Debíamos aparecer en el círculo de la oficina, ¡qué rayos hacemos aquí?! — dijo Eris.
— No lo sé, será mejor regresar a casa — dijo Rúdeus.
Caminaron unas horas, la charla fluyó sin darle mayor importancia mientra llegaban a la Sharia , hasta que llegaron a una esquina.
— Qué raro, esa casa no debería estar ahí, era un terreno baldío — dijo Silphy.
— Sí, se parece a la casa en que vivía en la aldea buena. ¿Cómo pudieron hacer una casa en 4 días?
— ¿Qué importa? Tal vez tienen dinero y trajeron 100 constructores. Vamos a casa, quiero ver a los niños — dijo Eris.
En ese momento, se toparon con Elinalise que venía con Clive.
— ¡Hola nietitos! Creí que estabas en una misión, Rúdeus.
— No, acabamos de llegar de Ars.
— ¿De Ars? Aisha me dijo que estaban en Milis.
—¿Milis? No, acabamos de llegar.
— Qué raro, me dijo que ustedes estaban en la universidad y que tú Silphy habías salido a pasear con Zenith.
— No abuelita, estaba con Rudy.
— Ya veo. Por cierto, veo que recuperaste el color de tu cabello Rúdeus. ¡Qué bueno! Parecías un dragón con esos mechones blancos. Bueno, nos vemos chicos, dijo la elfa alejándose con su hijo.
— ¿Qué demonios le pasa a Elinalise? Recuperaste el color de tu cabello hace dos años Rudy — dijo Roxy.
— Quién sabe, ya regresemos a casa. Cuando llegaron no se dieron cuenta de la ampliación, desde la esquina en que llegaron no la pudieron ver bien.
— Qué raro, la llave no entra — dijo Rúdeus golpeando la puerta. — ¡Ya voy! — escucharon la voz de Aisha.
Cuando abrió la puerta, se sorprendieron al verla con ropa regular, casi vestida como una espadachina.
— ¿Ya llegaste? ¿Dónde está Su Majestad? — dijo Aisha.
— En Asúra.
— ¿Y se fue sin los niños?.
— ¿Qué niños?
— Muy gracioso. Ya pasen, que hace frío, les dijo Aisha .
— Aisha, ¿y tu traje de sirvienta?, le preguntó Rúdeus.
— ¿Eso? Jajaja, lo deseché hace años hermano. ¿Qué demonios pasa contigo? Pareces más idiota que de costumbre, se te pega lo "soquete" de tanto juntarte con Alek. Por cierto, ¿ya regresó de Begarit?
— ¿Quién?
— Alek.
— Creo que Debería estar en la oficina — dijo Rúdeus.
— ¡Aisha, es Rudy! — dijeron desde el segundo piso.
— Sí Nana, ya llegó.
Cuando miraron arriba, era Nana bajando con Christina en brazos.
— Ya llegaste amor, ¿cómo te fue?, le dijo Nanahoshi sonriendo.
— ¿Como le dijiste? … — dijo Silphy roja de ira.
— ¿Qué te pasa Silphy?, pareciera que estas celosa, jejeje.
— No le digas amor a Rudy, Anne, le dijo Silphy.
— ¿Anne? — dijo Nana confundida.
— Me llamaron "ama", Nanahoshi… ama Silphy — dijo una androide parecida a Sara, con orejas feráles y cola como las de Rinia .
— ¡Qué linda! No le habías dicho que había hecho otra muñeca Rúdeus, me encanta — dijo Eris abrazándola.
— ¿Qué rayos te pasa Eris? Tú la pediste así, ¿no recuerdas? — le dijo Nana.
— ¿Qué te pasa Anne? ¿Por qué actúas como Nanahoshi? — le dijo Silphy.
— ¿Qué te pasa Silphy, soy Nanahoshi ? ¿Estás bien? — le dijo Nana con una sonrisa, pero Silphy tenía una vena hinchada y estaba furiosa.
En eso apareció Edward que vio a Rúdeus y corrió hacia él.
— ¡Papá llegaste! — dijo saltando en los brazos de Rúdeus.
— ¿Quién es este niño? — exigió Eris.
— ¿Qué rayos pasa con ustedes?, les Dijo Aisha.
— Nana, papi tiene el cabello diferente y su risa es fea — dijo Edward.
Cuando Nana lo miró bien , se puso pálida. Rúdeus tenía una sonrisa horrible, Silphy vestía diferente, Eris tenía la espada corta de Rudy en su cinto y Roxy miraba curiosa.
— Se dieron cuenta de que los muebles están puestos en diferente orden y que Aisha es muy casual para hablarnos — dijo Roxy.
— Jeje, Aisha toma a Edward; Anne toma a Christina, llévalos al cuarto y que Leo los cuide y te quedas con ellos, protégelos con tu vida; y tú Aisha trae tu espada — les dijo Nanahoshi en inglés.
— ¿Por qué hablas en esa lengua Nanahoshi? — le dijo Rúdeus en perfecto japonés, asustando a Nana, su esposo habla el idioma con dificultad, y este tipo lo hablaba como si fuera japonés .
Cuando Aisha regresó venía con un sable en la mano, mientras Nanahoshi activaba su anillo para llamar a su familia.
— ¿Qué haces con una espada? — le dijo Rúdeus a Aisha.
— ¡Tú no eres Rúdeus, impostor! — le dijo Nana en japonés.
— ¿De qué hablas Nanahoshi? Soy Rúdeus, tu amigo. ¿Qué haces aquí? ¿Quién es esa muñeca Ferál? ¿Tu no Deberías estar congelada? .
— Cállate, tú no eres Rudy. Rudy no habla tan bien el japonés. ¿Quién eres? Si pones en peligro a mi familia te mataré — le dijo Nana sacando una pistola y apuntándolo, asustando a Rúdeus, quien reconoció esa arma.
— ¡Salgan ahora! — dijo Aisha apuntándolos con su sable.
— ¿Qué demonios pasa contigo Aisha? — le dijo Eris, dando un paso al frente con su mano en la empuñadura de su espada.
— Él no es Rúdeus cuñada — le dijo Aisha. — ¡Rápido, chicas vengan con nosotras, ese no es Rudy!
— ¡Estás loca! Él es Rudy, tu eres la que se comporta extraño — le dijo Roxy. — ¿Y desde cuándo usas una espada?
— ¡Salgan de aquí, última advertencia! — dijo Nana.
— ¡Tú a mí no me das órdenes! — le gritó Silphy furiosa.
— Aisha, estas mujeres no son las chicas — le dijo Nana, en Inglés .
—¿Que? ¿Estas segura?.
—Si, Roxy, esta mirando como si no conociera la casa, Eris tiene la espada corta de Rudy y Silphy viste diferente.
—Mierda ¿Y qué hacemos Nana?.
—Salir de casa, no debemos dejar a los niños cerca de ellos, puedes ser apóstoles, le dijo Nana que seguía hablando en inglés para que no supieran que decian.
— Salgamos de la casa , los niños deben estar a salvo — dijo Aisha. — ¿O vienen a matarlos?
— ¿De qué hablas Aisha? ¿Cómo podría dañar a mis hijos? — dijo Rúdeus.
—¡Callate impostor ! — dijo Aisha lanzando una daga que Eris rechazó de inmediato rechazo , desenfundando su espada.
— ¡No te atrevas Aisha! No quiero dañarte, pero no ataques a Rúdeus.
— ¡Cállate ! ¿Quiénes mierda son ustedes? Si intentan hacerle algo a mis sobrinos los voy a matar — dijo Aisha sacando su otra espada y activando su guante de Zaliff.
— Rúdeus, ¿qué está pasando? — dijo Roxy asustada.
— No lo sé, pero mejor salgamos afuera, no quiero dañar a los niños y esas mujeres están muy alteradas .
Cúando salieron , y se percataron de la ampliación de la casa, raras plantaciones en la huerta, un invernadero que Rúdeus jamás había construido, una piscina y una portería de fútbol .
— Rudy, ¿qué está pasando? ¿Qué es esto? Esas cosas no estaban aquí antes — dijo Silphy, ahora ya muy asustada.
— No lo sé, es nuestra casa, y esas son Aisha y Nanahoshi, pero ese niño rubio qué me llamó papá no lo vi en mi vida, y Aisha lanzó esa daga como si fuera una Santa del Norte, además, Nanahoshi tiene un arma que no debería existir, porque es de su mundo , esas cosas son peligrosas.
— Las mataré — dijo Eris.
— No, tal vez estén poseída por algún espíritu , hablemos con ellas — dijo Roxy.
Una vez lejos de la casa, Silphy habló:
— ¿Qué pasa contigo, Aisha? Deberías estar cuidando a los niños, ¿dónde están Lilia y Zenith?
— ¡Silencio, impostora! ¡Qué mal eres fingiendo ser mi cuñada! Mis madres están en casa de papá.
— ¿De qué hablas, Aisha? Papá murió, le dijo Rúdeus.
— ¿Qué? — dijo Aisha, emitiendo sed de sangre. — ¿De qué hablas, impostor de mierda ? ¿Me estas tomando el pelo?
— Hermana, él murió en Lapam.
— ¡Cállate! Papá regresó con vida, ya llegará y los matará, infelices. Nana, ¿qué hacemos? Si esa mujer es igual de poderosa que Eris, estamos jodidas.
— No lo sé — dijo Nana asustada. — Pero no podemos permitir que lleguen a los niños, debemos retenerlo aquí hasta que llegue Eris o Rudy.
— Dame cobertura con tu arma — le dijo Aisha, preparándose para el combate.
— Última advertencia, mi hermano llegará pronto, también mi novio y mi papá, ellos los matarán si nos hacen algo.
— ¿Novío? No sabía que tenías novio, hermana.
— ¡Ya cállate! — dijo Aisha lanzándole un ataque que Eris repelió fácilmente.
— ¡Cuidado! Ella no es Aisha, es una Santa del Norte — dijo Eris, posicionándose para proteger a Rúdeus.
— Eris, no la ataques — le dijo Rúdeus.
— No te preocupes, la desarmaré — pero Nanahoshi les disparó balas de nivel santo, que Rúdeus debió repeler con magia de tierra.
— ¡¿Qué demonios?! — dijo Eris, momento en que lanzó su espada de luz a Aisha, hiriéndola en el brazo y haciendo que dejara caer su espada. También repelió la daga que Aisha le lanzó con gravedad artificial.
— ¿Quién eres? — le dijo Eris poniendo su espada en el cuello de Aisha.
—¡Aisha abajo! gritó. Nana que apuntó a Eris, pero esta cortó el arma por la mitad, dejándola indefensa.
— ¡Sigan así y las mato! — dijo Eris, pero rápidamente debió saltar hacia atrás; un hombre con armadura había llegado y le había lanzado una espada de luz de nivel rey , un hombre parecido a Rúdeus, un rey del Norte.
—¿Aisha, Nanahoshi, qué está pasando? ¿porque Eris las esta atacando?.
—No es Eris papá, son impostores, Eris debe estar en la universidad con Roxy, y Rúdeus esta En Milis, es un ataque, dijo Aisha.
— ¡Tocas a mi hija, y te mato, impostora! — le dijo Paul apuntándola con su espada y tomando posición en el estilo del Dios del cauce . Él estaba usando la armadura de bronce que le daba el poder de un triple rey de esgrima, y en su mano izquierda también tenía un arma como la de Nanahoshi .
Cuando lo miraron, todos estaban sorprendidos.
— Rudy… no puede ser… él es… imposible… está muerto hace 7 años — dijo Roxy.
— Rudy… Rudy… ¿estás bien? ¿Que esta pasando? ¿Esto es magia de ilusión?, Ese no puede ser el señor Paul, el, el está muerto, y ese hombre es mínimo un santo del filo — le dijo Silphy, pero Rúdeus estaba ahí, con los ojos llorosos y en estado de Shock.
— Papá… ¿eres tú?.