Futuro cuidado de niños

Talia enterró su cara en el pecho de Damon y agarró su camiseta mientras inhalaba su olor favorito del bosque mezclado con el chocolate oscuro.

—Esta noche fue estresante, y necesito tu toque para olvidar las cosas malas —dijo ella.

Las cejas de Damon se elevaron cuando se dio cuenta de que su momento sexy estaba comenzando. ¡Justo ahora! No le importaba el lugar. De hecho, estar en esta cueva les brindaba privacidad, aunque estaban en medio de la manada. Los cuerpos de sus padres descansaban sobre ellos, como protección espiritual y haciendo de este lugar un sitio sagrado.

Damon no tenía objeciones, pero necesitaba confirmar una cosa. —¿Cómo te sientes, gatita? ¿Estás exhausta después de la teleportación? ¿Y qué hay de nuestro cachorro?

—Estoy bien —aseguró Talia—. Creo que nuestro bebé creció con esto. Necesitaré un vestido más grande.

Damon tragó saliva mientras la presión en su área de la ingle aumentaba. ¡Había estado esperando este momento eternamente!