Edgar y Valeria luchaban por liberarse. Ashton estaba agachado entre ellos y los mantenía sujetos por el cuello como una montaña inamovible.
Los gemelos sabían que Ashton estaba usando su Aura Alfa, pero ¿no era esto exagerado? ¡Ellos también eran Alphas!
Violeta se agachó al lado de Valeria. —Admítelo. Di que yo soy mejor.
Valeria resopló en desdén. —Todo el mundo sabe que eres mejor que yo.
—Pero tú no. Necesito que lo digas. Y necesito que lo sigas repitiendo hasta que lo entiendas. Ya no somos niños. Tu madre me pidió que fuera suave contigo, pero no tengo intención de cometer ese error. Tengo la edad y soy apta para tomar la posición de Alfa. Ningún desafío quedará sin respuesta, incluso si viene de ti. Espero que entiendas que mi posición y mi pareja son dos cosas que no estoy dispuesta a compartir. ¿Entendido?
Al ver que Valeria no respondía, las próximas palabras de Violeta vinieron con una fuerte dosis de su aura.
—¡RESPÓNDEME! ¿LO. ENTIENDES. AHORA? —gritó.