Estimulado por la visión mejorada que Violet compartió con él, Ashton pudo ver que la mano derecha de Edgar brillaba en una luz amarillenta, y llegó allí antes de poder terminar ese pensamiento.
—¿Qué...? —la pregunta de Edgar fue interrumpida cuando Ashton le golpeó en el hombro, y el joven Alfa desprevenido fue impulsado hacia atrás como si un martillo neumático lo hubiera golpeado.
Ashton estaba asombrado por el descubrimiento de que, al cambiar su percepción, sus movimientos se volvían más agudos, y parecía que había ganado fuerza. O tal vez era el vínculo de pareja dándole un impulso, combinado con la marca de Violet. Después de todo, su veneno ahora era parte de él.
Ashton flexionó sus dedos, y estaba seguro de que podría aplastar una roca con facilidad. ¿Y un cráneo de hombre lobo?
Decidió analizar eso más tarde. Ahora era el momento de dar una paliza y demostrar su valía, sin causar lesiones graves a los primos de Violet. Eran una familia.