Capitulo 37

Blake soltó un pequeño gemido ahogado mientras sus labios estaban unidos a los míos en un cálido y húmedo beso. Ella jadeó brevemente cuando nos separamos, solo para reclamar mis labios casi de inmediato.

Cuando nos separamos nuevamente nuestras lenguas estaban unidas por un delgado hilo de saliva. El deseo y la lujuria primitiva empezaban a aflorar en su expresión. Su cara estaba completamente roja, mientras su mirada parecía embriagada. 

Yang decidió que estuvo viendo el tiempo suficiente. Ella me tomó del rostro, besándome con intensidad mientras soltaba un gemido similar al de Blake. Sin embargo, a diferencia de la pelinegra, ella no solo me besó. También aprovechó Para empezar a desvestirme lentamente. Empezando por mi chaqueta, dejándola caer al suelo, para luego empezar a desabotonar mi camisa.

Cuando ambos nos separamos de aquel beso, ella ya había quitado la mitad de los botones, dejando parte de mi torso al descubierto. Yang se tomó su tiempo, asegurándose de que Blake estuviera atenta a esto. 

Blake tragó cuando su mirada se posó en mi torso desnudo. Parecía que quería acercarse más, pero sus nervios no la dejaron. Para suerte de ella, Yang la tomó de la mano, guiándola hasta que su mano derecha estubiera sobre mis pectorales.

Blake volvió a tragar, incapaz de apartar la vista. Su mano bajó lentamente por mi torso, asegurándose de palpar todo lo que pudiera.

Sin embargo, se detuvo cuando sintió a Yang detrás de ella, empezando a desabrochar sus pantalones.

"¡Y-Yang!...".

"No seas tímida". Se rió Yang de forma pícara, sin detenerse ni un segundo. 

Los pantalones de Blake cayeron, dejando libre su parte baja, solo cubierta por una lindas bragas de color violeta. El sonrojo de Blake creció aún más si cabe. Ella hizo el intento de cubrir su feminidad, pero Yang la ignoró, empezando a quitarle también la blusa que llevaba.

Ahora, Blake estaba en ropa interior, muriéndose de vergüenza, mientras Yang acariciaba cada curva de su cuerpo con una dedicación admirable.

Cuando estuvo satisfecha, ella se apartó ligeramente, mientras empezaba a desvestirse ella misma. Lo primero en caer fué su blusa de tirantes. Confirmando el hecho de que ella no traía sostén. Sus hermosos y grandes pechos estaban completamente descubiertos para que Blake y yo los admiremos. Luego, ella se deshizo de sus pantalones, quedando solo con unas sexys bragas de encaje de color dorado.

Lo que inevitablemente hizo que mi amigo ahí abajo despertara. Mi enorme erección, apenas contenida por mis pantalones provocó una sonrisa lasciva en Yang, y una expresión llena de vergüenza y deseo contenido en Blake. Al menos hasta que sintió las manos de Yang sobre su cabeza. 

Casi de inmediato, Blake retrocedió con miedo. Yang también se apartó, sorprendida por la reacción de Blake.

"¡Oh-...!, lo siento mucho... No sabía-...". Yang intentó disculparse, sin embargo, no sabía exactamente por qué se estaba disculpando.

Solté un pequeño suspiro, dándole a Blake una sonrisa tranquilizadora. "Está bien, Blake. Sé que eres una fauno...".

"T-Tú... ¿Lo sabes?". Preguntó ella, sorprendida e impactada. "¿Cómo...?".

"Pues...". Realmente no podía decirle la verdadera razón. No aún al menos. "Tuve una corazonada, por así decirlo. Era la única opción que tenía sentido en mi cabeza para que siempre lleves ese moño. Porque tenías algo que ocultar. Y lo único que alguien ocultaría de esa forma, sería algún rasgo fauno".

Ella me miró con los ojos completamente abiertos, incapaz de pronunciar palabras. 

Yang la miró con una mirada más comprensiva. "No tienes que sentirte asustada. No me importa que seas una fauno y a Gray tampoco parece importarle".

"De hecho, yo quiero verla sin el moño. Imagino que tienes orejas de gato muy seguramente. Apuesto a que son lindas". Mi sonrisa creció, al igual que la de Yang al pensar en aquel escenario.

Blake aún parecía insegura. Sus manos permanecieron sobre su cabeza, acunando sus orejas de gato con cuidado.

Decidí acercarme a ella, asegurándome de no hacer ningún movimiento brusco o sospechoso. Blake se sorprendió un poco, pero no sé movió. Ella permaneció de pie, mientras bajaba lentamente sus manos de su cabeza.

Con cuidado, desajusté el listón, dejando libres al fin sus lindas y peludas orejas felinas. Ella parecía nerviosa, asustada y avergonzada. Casi parecía que estaba al borde de las lágrimas, pero antes de que éso suceda, tomé suavemente su rostro, levantando su mentón.

"Está bien. No tienes que ocultar quién eres. No con nosotros...". Acerqué mi rostro lentamente al de ella. Intentando no ser brusco. Nuestros labios se juntaron nuevamente en un beso lento. Ella permaneció ahí, ligeramente tensa. Sin embargo, afortunadamente ella empezó a relajarse lentamente. Hasta que finalmente se vió completamente sumida en el momento.

Ella profundizó aún más el beso. Rodeando mi cuello con sus brazos mientras su lengua buscaba a la mía. Nos vimos arrastrados a un intercambio húmedo y caliente, mientras nuestras lenguas revoloteaban una contra la otra, hasta que finalmente ella se separó para recuperar el aliento.

Toda la tensión de su cuerpo o la incomodidad de su expresión se habían esfumado. Lo cuál Yang aprovechó para acercarse a ella y tomarla del rostro. Sumiéndose ambas en un caliente y pasional beso.

Los brazos de Blake dejaron mi cuello para pasar al de Yang. Yang, por su parte, abrazó a Blake mientras lentamente acariciaba sus curvas. Ambas se vieron sumidas en la pasión del momento, acariciando cada una el cuerpo de la otra, mientras sus pechos presionaban contra los de la otra. Ambas gimieron débilmente, sintiendo como su excitación empezaba a aflorar con aún más intensidad.

Cuando ambas finalmente se separaron, Yang miró hacia las orejas de gato de Blake, sonriendo tiernamente. "En verdad son muy lindas".

Ese comentario se ganó una mirada avergonzada de Blake, acompañada de una pequeña sonrisa tímida. "¿T-tu creés?".

Yang asintió, antes de mirarme con una sonrisa lasciva. Después de todo, mi erección aún seguía igual de dura. Ella me empujó hasta la cama, obligándome a sentarme. Mientras ella y Blake se colocaban de pie frente a mí. Yang guió a Blake, para que ambas estuvieran arrodilladas frente a mí erección. Ambas con miradas llenas de expectación.

Yang fué la primera en tomar la iniciativa, como era de esperar. Ella tomó el cierre de mis pantalones, bajandolos lentamente, hasta que finalmente mi pene estuvo libre frente a ellas.

Escuché a Blake soltar un pequeño jadeo cuando mi miembro palpitó frente a su rostro. Ella se llevó las manos a la boca con sorpresa. Cómo si no pudiera creer lo que veía.

Yang sonrió ante su reacción. "Impresionante, ¿No?. Y aún falta la mejor parte...". Ella tomó las manos de Blake, llevándola a tocar mi pene.

Solté un pequeño suspiro satisfecho al sentir las suaves manos de ambas alrededor de mi miembro. El líquido preseminal empezó a fluir lentamente, impregnando el aire de un fuerte olor que ambas parecieron captar.

La mirada de ambas pareció nublarse lentamente. Mientras ambas acercaban sus rostros contra mi pene.

"Oh...". Solté un pequeño jadeo cuando ambas posaron sus cálidos y húmedos labios contra mi pene. Mi cabeza se inclinó hacia atrás, mientras soltaba otro jadeo.

Ahora ambas empezaban a lamer toda mi longitud con avidez. Empapando mi pene con su tibia saliva mientras usaban sus manos y bocas para darme placer.

Yang se enfocó en la parte superior, lamiendo alrededor de mi glande. Mientras Blake chupaba y lamía la parte inferior, junto con mis bolas. Mi pene palpitaba sin control debido a la constante estimulación por parte de ambas, cosa que parecía satisfacerlas a ambas. Sus miradas tenían un cierto toque de diversión, como si estuvieran disfrutando de mis reacciones. Al menos Yang mayormente.

Blake, si bien parecía estar disfrutando de mis reacciones, parecía estar disfrutando más del hecho mismo de estar lamiendo mi eje. La dedicación de sus labios y lengua era superior a la de Yang. Casi como si quisiera tenerlo todo para ella sóla.

Lo cuál sólo se corroboró cuando ella tomó mi pene con ambas manos, metiéndolo en su boca. Para sorpresa de Yang. Ella soltó un gemido ahogado que envió pequeñas reverberaciones a través de mi pene. Haciendo que mis palpitaciones se hagan más fuertes.

Yang se rió de aquella vista, acariciando lentamente el pelo de Blake detrás de su oreja. "Supongo que acaba de descubrir lo bien que se siente hacer cualquier cosa contigo".

Cierto. Casi lo había olvidado. Mi habilidad innata. Debe estar haciendo cosas muy interesantes en el cuerpo de Blake, debido a que ésta es la primera vez que ella está teniendo intimidad conmigo.

Blake parecía ignorar todo a su alrededor mientras profundiza aún más su mamada. Empapando aún más mi pene mientras su lengua recorría toda la longitud de mi eje erecto y sus labios rodeaban toda mi circunferencia.

Lentamente, Blake sacó mi pene de su boca tra un *Pop* . Ella jadeó pesadamente, mirándome con ojos llenos de lujuria y deseo.

Le tendí las manos a ambas para que se pusieran de pie. Ambas se subieron a la cama, acostándose una al lado de la otra. Sus bragas, completamente mojadas con sus propios jugos de amor, sus cuerpos, ligeramente sudados, tenían un brillo que solo acentuaba más aún lo sexys que se veían.

"Diosa mía... Qué vista tan maravillosa...". Murmuré a nadie en particular. Sacando una pequeña risa de ambas. Miré a Yang, intentando usar las palabras correctas para lo que estaba a punto de decir. "Éste... Yang... Creo que debería-...".

"Empezar con Blake...". Terminó Yang. Sonriendo ampliamente con mi sorpresa. "Adelante chico grande. Muéstrale a esta linda gatita de lo que eres capaz".

"Eres asombrosa, Yang. Te amo".

"Lo sé".

Ahora me enfoqué en Blake. Podría usar clones y satisfacerlas a ambas al mismo tiempo, pero no me parecía correcto en ésta ocasión. Yang quería tener un trío. Así que un trío sería.

Mis manos se movieron hasta las caderas de Blake, tomando sus bragas y bajandolas lentamente. El roce de su piel contra mis manos la hizo estremecer ligeramente, y ser vista con nada más que un sostén hizo que la vergüenza volviera a su rostro. Ella hizo el intento de cubrir su feminidad con sus manos, pero Yang la detuvo. Tomando suavemente sus manos y apartandolas.

"Tranquila...". Susurró Yang en un tono dulce. "Gray hará que te sientas bien".

Ella asintió con algo de duda. Mirándome con creciente expectación en sus ojos.

Me coloqué a horcajadas sobre ella, admirando su cuerpo delgado y bien desarrollado. Sus piernas estaban bien tonificadas, casi tanto como las de Yang. Pero sus caderas parecían más anchas. Lo que me hizo pensar en lo bien que se vería su trasero de espaldas a mí.

Dejando de lado ésos pensamientos para más tarde, bajé mi mano hasta su zona más íntima. Tocando suavemente su feminidad. Ella soltó un pequeño y lindo gemido apenas contenido. La vergüenza creció aún más en su expresión, llevándola a cubrir su boca con ambas manos.

Ésa actitud tan adorable solo me hizo querer hacerla gemir aún más. Mis dedos rozaron su coño con más dedicación, metiendo lentamente la punta de dos de mis dedos en su interior. Los gemidos de Blake no hicieron más que crecer. Apenas pudiendo amortiguarlos un poco con sus manos. Sin embargo, el placer empezó a ser demasiado para que ella pudiera contenerse más.

"Aaaah~... Haaah~... Ésto... Es... Mmnh~".

"Fufu~... Eres tan linda, Blake". Yang acarició suavemente el rostro de Blake, besándola poco después para sorpresa y posterior felicidad de la pelinegra.

Blake se retorció ligeramente mientras el placer llegaba a ella desde su boca y vagina. Sus piernas no podían estar quietas, apretando y moviéndose con cada pequeña caricia que recibía en su feminidad. 

Quería hacerla correrse solo con mis dedos, pero la realidad era que estaba demasiado ansioso por usar mi pene yá. Así qué antes de que Blake pudiera llegar al orgasmo, mis dedos dejaron su coño, para sorpresa de esta.

Blake me miró con sorpresa mientras con mis manos, yo la instaba a abrir sus piernas. Ella tragó, mirando mi pene erecto tan cerca de su zona íntima, y tras unos segundos, finalmente abrió sus piernas para mí.

"Quizás te duela un poco si es tu primera vez..." Dijo Yang, tomando una de las manos de Blake de forma tranquilizadora.

Blake tardó unos pocos segundos en procesar las palabras de Yang, pero cuando lo hizo, ella dijo algo que me sorprendió. "E-esta no es mi primera vez...".

Parpadeo sorprendido. Cosa que ella pareció notar, ya que su expresión se tornó en una de preocupación. "Oh...".

"¿E-es un problema... Éso?". Preguntó Blake con... ¿Miedo?.

"No. Por supuesto que no. Todos tienen su propia vida. No me importa si esta no es tu primera vez... De hecho, sería extraño si eso me importara... Tendría que ser una especie de enfermo que caza vírgenes. O alguien con muchas inseguridades". Me reí ligeramente para aligerar el ambiente. Aunque no quitó el hecho de que no esperaba éso. Aunque, viendo el lado positivo, ya no tengo que ser demasiado suave al principio.

Podría ir sabiendo que ella ya tiene experiencia.

Así qué, tras unos segundos, presioné mi pene contra la entrada de su vagina. "Ok, entonces, la voy a meter...".

Esperé su respuesta. Ella asintió lentamente, aún mirando mi entrepierna. Cómo si estuviera considerando algo.

"Ah-... Aaaah~... Haaaah~... ¡Dioses!". Cuando metí casi toda la longitud de mi miembro en su interior, ella jadeó con fuerza, estremeciéndose con cada centímetro que se abría en su feminidad. "¡Oooooh~!". Cuando finalmente todo mi eje estuvo dentro, ella sufrió un pequeño orgasmo, provocando que un pequeño chorro de sus fluidos íntimos saliera disparado contra mí.

Solté un largo jadeo al sentir cómo su interior se apretaba alrededor de mi eje. Incluso si ella ya tenía experiencia, su interior no era muy diferente del de Yang. 

"E-espera... Espera...". Blake jadeó pesadamente, apenas siendo capaz de hablar. "Haaa~... Es demasiado...".

Asentí, sacando parte de mi pene con cuidado de no hacer movimientos bruscos. Aún así, los labios de Blake temblaron, mientras ella se estremecía con cada centímetro de mi eje que abandonaba su interior.

"Ay, dioses... Aaah~... ¿Por qué se siente tan bien?...".

"Esa es la magia de Gray. Él es especial". Se rió Yang, subiendo una de sus manos hasta el sostén de Blake, bajándolo para dejar al descubierto los pechos de esta. Su tamaño era considerable. No tan grandes como los de Yang, pero aún bastante hermosos.

Colocándose a horcajadas a un lado de Blake, Yang amasó uno de los pechos, mientras con su boca chupaba el otro. Blake jadeó nuevamente, incapaz de evitar retorcerse de placer. 

"Y-Yang... E-espera... Estoy demasiado sensible~".

A pesar de las palabras de Blake, Yang no hizo caso, chupando los pechos de Blake mientras pellizcaba uno de sus pezones. No sé si fué a propósito, pero ahora el bien formado trasero de Yang estaba a mi alcance, mientras ella meneaba sus caderas de forma provocativa. Por lo que no pude evitar llevar una de mis manos hasta su coño mojado, presionando mis dedos contra sus bragas mojadas.

Yang jadeó, deteniendo momentáneamente sus juegos contra los pechos de Blake mientras me miraba con sorpresa y alegría. Ella volvió a chupar los pechos de Blake, dejándome vía libre para continuar jugando con su coño. Mientras yo empezaba a mover mi entrepierna contra Blake.

"Aaaah~... Nnngh~... Oouuh~... D-despacio... Es demasiado... Mmnh~".

Mis movimientos fueron lentos y medidos. Metiendo solo hasta la mitad un par de veces, antes de meterlo todo, provocando que ella se estremeciera visiblemente. Solo para repetirlo nuevamente.

Mientras, con Yang, jugaba con su coño suavemente con mis dedos, acariciando su clítoris y labios inferiores, mientras de vez en cuando metía mi pulgar en su interior. Al igual que Blake, ella se estremecía con cada caricia, soltando sus jugos de amor y empapando mis dedos.

"Haaah~... Mierda, Gray... Tus dedos me vuelven loca". Yang jadeó pesadamente, mirándome por encima de su hombro con lujuria pura y sin contener. Ella gateó hasta estar justo encima de Blake, presionando sus pechos contra los de ella mientras bajaba su rostro hasta unirse a Blake en un apasionado beso. Cómo consecuencia, su trasero ahora estaba justo enfrente de mí. Facilitando aún más el poder jugar con su coño.

"Aaah~... Yang-... Mmmnh~... Me alegro haber aceptado ésto... Aaaah~". Blake dijo entre besos, jadeando pesadamente contra el rostro de Yang.

"Te dije que sería increíble". Yang sonrió, solo para continuar besando a Blake. Lamiendo su rostro con pasión mientras la fauno pelinegra gemía dulcemente en su oreja.

"Aaah~. Así~". Los brazos de Blake rodearon a Yang en un abrazo casi desesperado. "Me encanta, Gray. Aaaah~. Sigue. No pares. Por favor. Házme tuya. Nnngh~".

Feliz de complacerla, aumenté lentamente la intensidad de mis empujes, manteniendo el mismo ritmo que a ella parecía gustarle. Cada vez que introducía mi pene completamente en su interior, ella parecía estar a punto de sufrir un pequeño orgasmo. Mientras Yang se retorcía ligeramente con cada pequeño roce de mis dedos. Goteando cada una sus fluidos contra mí.

Pero, a pesar de estar disfrutando mucho de ésto, me estaba empezando a poner impaciente. Me era difícil contenerme tanto, más con dos bellezas como ellas frente a mí.

"¡¡¡Oooooohh~!!!".

"¡¡¡Ouugghh~!!!".

Así qué decidí darles una pequeña probada de mi habilidad a máxima potencia. El resultado fué inmediato, ambas arquearon la espalda, retorciéndose de placer cuando sus sentidos fueron invadidos con la sensación tan extrema de mi habilidad. La más afectada fué Blake. Ella no pudo evitar tener un orgasmo justo ahí, chorreando todos sus fluidos como una fuente contra mi entrepierna.

"Ooouhg~... G-Gray...". Yang intentó hablar, pero su voz quedó amortiguada cuando otro gemido escapó de sus labios. "M-mierda... ¡Haaaahn~!".

"Perdón, chicas. Pero es difícil cuando ambas son tan hermosas... Necesito soltar todo pronto". Embestí mi entrepierna contra Blake con más fuerza, provocando que ella apenas pueda hacer algo más que gemir con fuerza.

"¡Aaaahh~!. Dioses. G-Gray... Espera... ¡Aaaah~!. ¡Demasiado!".

"Solo aguanta un poco, Blake. Por favor". Ignoré sus súplicas por el momento. Ya me disculparía luego. Ahora necesitaba sacar todo. Estaba demasiado cerca.

"¡¡Aaaaah~¡¡. Ooooh~. Ouugh~. ¡Voy a volverme loca~!".

"¡Gray, espera... Aaah~. ¡Tus dedos están muy adentro!".

"Sólo unos segundos más, por favor". Podía sentir mis bolas contraerse mientras mi carga se preparaba para salir. Las palpitaciones de mi pene aumentaron con cada segundo. Hasta que finalmente llegó.

"¡¡¡Aahhhhh~!!!". Blake tuvo un segundo orgasmo. Salpicando sus fluidos de amor contra mí. Mientras toda mi carga era disparada en su interior, impregnando su feminidad completamente con mi espeso y caliente semen.

Yang también llegó al clímax, chorreando sus jugos sobre mis dedos y también sobre Blake. El olor de nuestros cuerpos inundó el aire, mientras todos jadeabamos pesadamente luego de aquella experiencia. 

Ambas temblaban, Blake más que Yang, aunque era de esperar. Saqué mi pene de su interior lentamente, viendo cómo ella se estremecía por lo sensible que aún estaba. Cuando finalmente mi miembro salió de su vagina, todo el semen dentro de su interior empezó a salir sin parar, haciéndola estremecer aún más.

Solté un largo suspiro satisfecho. Quizás me haya pasado un poco con Blake, pero se sintió bien. Y ya me había calmado lo suficiente como para pensar con más claridad. "Blake, ¿Estás bien?".

Ella no respondió en un principio. Aún demasiado sumida en el éxtasis como para reaccionar. Yang, en cambio, me miró con una sonrisa enojada. "¿Enserio preguntas si ella está bien, luego de lo que hiciste?".

"L-Lo siento. Me dejé llevar por la emoción".

"No. Un lo siento no bastará...". Ella me tomó del brazo, empujándome hasta que quedé acostado al lado de Blake. "Quédate quieto, o me enojaré contigo enserio...". Dijo ella, mientras se colocaba a horcajadas sobre mí.

"Yang, ¿Qué vas a-...?".

"Y no hables. Lo digo enserio. Me voy a enojar si no me haces caso". Ella se agachó, hasta que su cuerpo estuvo pegado al mío. Sus muslos rodearon mi miembro erecto, quedando peligrosamente cerca de su vagina.

Solté un pequeño jadeo. "¿Y-yang...?".

"Shh... No digas nada". Ella se rió con picardía. Su rostro peligrosamente cerca del mío, haciendo que su cálido aliento golpee mi cara. Moviendo sus caderas, Yang levantó su cintura, apretando mi pene con sus muslos. Lubricados con los jugos de su coño. 

La sensación, a pesar de ser diferente a lo que estaba acostumbrado, no podía negar que era muy placentera. Exhalé, intentando mantenerme quieto, pero la forma en la que sus muslos envolvían mi pene era demasiado estimulante.

Lo peor fué cuando sentí a Blake colocarse detrás de Yang, justo frente a mí pene, para empezar a chuparlo.

"¡Mierda...!, Blake...".

"Fufu~...". Yang obviamente notó a Blake detrás suyo. "Así se hace, Blake. Esta es nuestra venganza por ser egoísta y usarlos como te plazca".

"Ok. Perdóneme, por favor. Prometo que no volveré a hacer algo así".

"No. Tienes que aprender por las malas a no ser egoísta...". Ella acercó su rostro aún más al mío. "No solo se trata de tí, Gray. Todos debemos disfrutar ésto...".

"... Lo sé. Es sólo qué... Ugh... A veces me dejó llevar".

"Lo sé...". La sonrisa volvió a su rostro. "Por éso te vamos a dar una lección".

Los movimientos de Yang, junto con los de Blake se hicieron más rápidos. Era complicado mantener la calma en una situación así. Realmente solo quería empujar a Yang y Blake y follarlas sin piedad. Pero ella tenía razón. Soy demasiado egoísta. Incluso si trato de evitarlo, siempre termino haciendo lo que quiero con ellas.

Así qué solo me resigné. Dejando que ellas hicieran lo que quisieran conmigo. Aunque, como se sentía tan bien, realmente no fué un gran sacrificio.

Tras unos segundos, sentí cómo mi clímax se acercaba. "Ohh… Chicas, estoy por correrme".

Los sonidos de Blake chupando mi pene se intensificaron. Y podría jurar que la forma en la que los muslos de Yang apretaban contra mi pene también aumentó. Por lo que mi ya cercano clímax se acercó aún más.

No pasó mucho hasta que finalmente mis bolas se contrajeron, empezando a descargar toda la carga acumulada. No podía verla, pero estaba seguro que Blake apenas podía mantener semejante cantidad de semen en su boca. Sentí el espeso líquido chorrear por mi pene, entre los muslos de Yang.

Cuando finalmente terminé de correrme, solté un largo suspiro de satisfacción, mientras respiraba pesadamente para recuperar el aliento. Blake sacó mi pene de su boca, y Yang finalmente liberó mi miembro de sus muslos.

"Entonces, ¿Ya aprendiste tu lección?".

"Sí...". Suspiré.

"Bien...". Sonrió Blake, satisfecha. Sentada al lado de ambos. "No creo que pueda soportar hacerlo de nuevo de forma tan intensa sin volverme loca".

"Sí. Prometo que a partir de ahora seré suave con ambas...". Ambas sonrieron, sólo para sorprenderse cuando vários destellos aparecieron alrededor de la habitación. Cinco clones se materializaron alrededor de ellas. Todos completamente desnudos y con sus penes ya completamente erectos. 

"Ah... ¿Gray?". Preguntó Yang con preocupación.

"¡¿P-puedes hacer clones?!". Preguntó Blake, igualmente preocupada y sorprendida.

"Sí. Seré suave con ambas... sin embargo, nunca dije que lo haría solo". 

Ambas solo pudieron mirarse, tragando saliva mientras aceptaban lo que estaba por venir.

.

.

Fin—...

Ok. Lo voy dejando por aquí. Quizás saque otro continuando la escena de ellos. Aunque no sé. Veré qué hago luego. Tengo que pensar en más formas de hacer las escenas.

No tengo mucho que decir. Así qué, espero les haya gustado. Hasta el siguiente capítulo.

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