En alguna parte de Terrano, hace 2 años
—¡CAPITÁN!
Gill miró preocupado al capitán que ya se había levantado, listo para correr hacia otro país. ¡Acababa de ser suturado por una herida innecesaria!
¡Esa herida no era pequeña! ¡Debería estar en cama!
El hombre recogió lo básico, como su pasaporte y su cartera. —Capitán
Gill fue, como era de esperarse, ignorado y solo pudo intentar hacerle entrar en razón. —Por favor capitán, no está en condiciones de volar ahora mismo.
La expresión de Garan no cambió. Ni siquiera le lanzó una mirada antes de dirigirse a la puerta. Aún era guapo, alto y orgulloso, pero cualquiera que lo conociera lo suficientemente bien podía decir que se movía mucho más lento de lo habitual.
Era claro que Garan no iba a permitir que una pequeña herida le impidiera ir a su boda. Gill hubiera llamado a Altea para que ella misma lo convenciera. Lamentablemente, incluso esos se destruyeron durante el accidente.