De todas formas, de vuelta dentro de la gran tienda de ropa, Bart y los demás se entretenían con los vendedores de allí.
O más precisamente, estaban rodeados de bonitas damas y quizás algunos gays lanzando halagos en un intento de hacerles comprar mucho.
—¡Vaya, buen señor! ¡Le queda tan bien! —decía una a Bart, mientras otra suspiraba cuando Eloi se probaba otro.
—¡Ay, qué guapo!
—¡Kyaa! Ese. No, ese otro se ve aún mejor en ti —chillaba otra vendedora mientras Sipa se probaba diferentes estilos de sombreros—. Ah, ¡todos se ven tan bien! Es tan difícil decidir~
Inconscientemente, los hombres enderezaban sus espaldas e inhalaban sus estómagos.
Nunca se habían sentido tan guapos en sus vidas.
—Está bien, los compraré todos...
—Yo también...
Había suspiros y chillidos que resonaban en la habitación, validando su elección. —Buena elección, guapo señor~